México tomará represalias “arancelarias y no arancelarias” contra los impuestos aduaneros del 25% que impuso el gobierno de Donald Trump a la importación de productos mexicanos, una jugada que expertos juzgan necesaria pero riesgosa para la segunda economía latinoamericana.
La presidenta Claudia Sheinbaum postergó hasta el domingo el anuncio de los detalles sobre esas medidas y adelantó que “de ninguna manera” iniciará “una confrontación económica o comercial” con su principal socio y destino de más del 80% de las exportaciones del país.
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Los aranceles golpearán con dureza a la economía mexicana, pudiendo arrastrarla incluso a una recesión, afirman expertos, que no descartan que un acuerdo de último minuto pueda suspenderlos luego que Sheinbaum anunció que hablará con Trump el próximo jueves.
De acuerdo con varios expertos, aplazar el anuncio de represalias hasta el domingo y la concesión de favores a Trump en semanas recientes indican que Sheinbaum mantendrá un tono conciliador y orientado a la negociación.
“Al no imponer aranceles de manera inmediata, como se hizo en Canadá, México todavía tiene esperanza de que se pueda negociar un acuerdo de último minuto y así cancelar los aranceles”, dice Diego Marroquín, experto del centro de pensamiento Wilson Center en Washington.
A inicios de febrero, México logró suspender los aranceles por 30 días desplegando a 10.000 soldados en la frontera binacional y entregó la semana pasada a Washington a 29 grandes capos del narcotráfico, un hecho inédito en la cooperación binacional en seguridad.
De imponer aranceles, el equipo de Sheinbaum apuntaría a mercancías que se producen en estados republicanos –base electoral de Trump– como Texas, Nebraska o Iowa.
Otra opción, incluso, es no imponerlos apelando a la creencia en la “integración y el libre comercio en Norteamérica”, señala Valeria Moy, directora del centro de pensamiento IMCO.
De apostar por medidas no arancelarias, Moy opina que “todo está sobre la mesa”, desde restricciones para invertir en activos financieros mexicanos, hasta gravar utilidades de empresas o imponer visas a los estadounidenses.
¿Qué pasará con el tratado de libre comercio entre Canadá, México y Estados Unidos?
México y Canadá estaban protegidos, en teoría, contra los aranceles estadounidenses por el acuerdo de libre comercio que los tres países mantienen desde 1994 y que Trump renegoció durante su primer mandato (2017-2021).
Sheinbaum acusa a Washington de estar “violando” el tratado, pero se mantiene al mismo tiempo abierta al diálogo para resolver esta disputa.
Los aranceles “podrían destruir” el acuerdo comercial, advierte Marroquín. “No acabarán con el comercio tal como lo conocemos, pero la integración se verá afectada”, añadió.
Diversos productos mexicanos, desde automóviles y electrónicos hasta artículos de belleza, zapatos, chocolates y otros alimentos se encarecerán para los estadounidenses.
Igualmente, los gravámenes amenazan acabar con la esperanza de la relocalización de grandes inversiones desde Asia a México para alimentar la demanda estadounidense, fenómeno conocido como “nearshoring”.
“Es probable que este arancel disminuya el optimismo persistente” de seguir siendo “un beneficiario de la relocalización”, señala Capital Economics.
En enero, Sheinbaum presentó un plan para reemplazar las importaciones chinas con productos nacionales, en una aparente apuesta por calmar preocupaciones de Washington de que empresas chinas utilicen a México para introducir sus productos en Estados Unidos.
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