Iglesia levanta su voz contra la violencia en la costa pacífica y el suroccidente colombiano
Más allá de la protección que pueda brindársele al obispo de Buenaventura, monseñor Rubén Darío Jaramillo, amenazado de muerte por sus denuncias relacionadas con la violencia que enfrenta el puerto, la Iglesia espera del Estado respuestas para toda la comunidad, que creen condiciones sociales, humanas y de dignidad. No de otra forma, dice, puede superarse la crisis humanitaria de los bonaerenses y pueblos de la región, víctimas de la guerra que allí se libra por el control del narcotráfico.
Las amenazas contra monseñor Jaramillo llevaron a los 14 obispos de la región a levantar su voz para reclamar respeto por la vida y la dignidad de los habitantes de la costa pacífica y suroccidente colombiano, porque el problema no es solo del puerto.
Monseñor lideró el pasado 10 de febrero la “cadena humana por la paz en Buenaventura”, conformada por unas 250.000 personas, todas tomadas de la mano, luciendo...