Así es el plan de la Presidencia para financiar a los medios alternativos

El Gobierno ya dispuso una partida de $20.000 millones para fortalecer a medios alternativos y gestar su propia red.

Además de financiar a medios alternativos, el Ejecutivo busca someter a control político a medios tradicionales en el Congreso. FOTO Jaime Pérez

A la par de la andanada de críticas y reproches que frecuentemente hace el presidente Gustavo Petro contra los medios de comunicación, el Gobierno está trabajando en un plan para fortalecer los portales alternativos y comunitarios.

Si bien Petro lo enmarca en la necesidad de democratizar la información y favorecer la libertad de prensa, en la oposición creen que su objetivo es darle músculo a aquellos medios que lo apoyaron en campaña y fueron determinantes para su triunfo en las urnas.

Apenas este sábado, mientras anunciaba la apertura de una licitación para construir la sede del canal público TeleIslas de San Andrés, Petro calificó como “otra mentira de los medios” una información relacionada con el escándalo que rodea a su jefe de gabinete, Laura Sarabia, por supuestamente someter al polígrafo a la exniñera de su hijo por la sospecha de hurtar un dinero.

Previamente, en una entrevista el Jefe de Estado defendió los derechos “a la veracidad y al pluralismo informativo”, a la par que criticó que los dueños de los medios tienen intereses económicos, lo que afectaría la calidad de la información: “Por eso hay que abrir muchos espacios, el Gobierno los tiene que abrir para que la libertad se dé”, dijo a RCN.

En la entrevista, cuestionado por el uso de Twitter, el mandatario defendió que era su forma de comunicarse, aun cuando “algunos medios quisieran” que no se comunicara y que toda la información “quedara en manos de ellos”.

Más allá de críticas, el mandatario busca dar un salto y consolidar su propia red comunicativa. Así se evidenció en abril en el Primer Encuentro de Medios Alternativos Comunitarios y Digitales –al que asistieron influenciadores que lo ayudaron en campaña–. Allí el Gobierno destapó sus cartas: comenzar a distribuir, a través de pauta, una partida inicial por $20.000 millones para medios alternativos.

Según Andrés López, asesor de Comunicaciones de la Presidencia, el primer paso es que esos pequeños portales, así como los youtubers e influenciadores, se asocien y se vayan consolidando como centrales de medios, pues se calcula que hay alrededor de 10.000. Sin embargo, ese número ya se podría haber duplicado y hoy por hoy habría en Colombia más de 20.000 medios alternativos.

¿Debate de control?

Sin embargo, el fortalecimiento de los alternativos no es la una estrategia del petrismo para hacerle frente a los medios tradicionales. El Pacto Histórico busca escalar el tema y que desde el Congreso haya un debate de control contra los medios para que “informen como debe ser”. Detrás se encuentra la senadora Piedad Córdoba, quien alegó por la forma en que los medios han cubierto al Ejecutivo.

Más allá de un debate sobre la idoneidad de los medios, para el senador Jota Pe Hernández (Alianza Verde) la pretensión del petrismo es “tomar el poder de los medios y destruirlos”, ejemplificando lo ocurrido con Venezuela y el cierre de varios noticieros y emisoras opositoras al régimen de Nicolás Maduro.

“Tengan mucho cuidado colombianos y medios de comunicación con esto que Piedad llama democratización. Así fue como se metieron los de la dictadura chavista para robarse y censurar los medios en Venezuela”, alertó Hernández, mientras que la congresista respondió que el fantasma del catrochavismo, “tan recurrente y tan socorrido por los que no tienen argumentos”, cada vez pierde más peso.

Al margen del rifirrafe, este diario consultó a la congresista en búsqueda de respuestas frente a su declaración respecto a que los medios de comunicación deben informar “como debe ser”. De acuerdo con Córdoba, quien señaló que el mundo atraviesa una época de información falsa y tendenciosa, lo que se pretende es abrir el debate para que los medios informen “ceñidos estrictamente a lo que acontece, a lo que es, y no a lo que opinan los dueños de los medios”.

Inclusive, fue más allá y, al evocar casos como la misma Venezuela, Bolivia, Ecuador o Argentina, instó a discutir el papel de los medios en pro de regulaciones. No obstante, cuestionada por cuáles deberían ser esas reglas y cómo asegurar que no afecten la libertad de prensa, la senadora negó que estuviese haciendo propuesta alguna y que se pretende que durante el debate se revise “todo lo relativo al uso del espacio electromagnético”.

Se trata de un bien que la Constitución reconoce como público e inenajenable, el cual permite la transmisión de videos y datos a través de bandas para hacer posible la radio, la televisión o el internet.

Mientras se surte el debate y las alertas persisten, el Ejecutivo sigue dando rienda a su idea de fortalecer los medios alternativos en búsqueda de autonomía. Si bien la pluralidad informativa siempre será una garantía de democracia, está por verse qué tan independientes serán esos medios ante la chequera del Estado.

Las alertas de la FLIP

Ante la idea de someter a debate de control político a los medios, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) –a la que ha llegado a cuestionar Petro–, alertó por una instrumentalización política sobre la responsabilidad del periodismo. En diálogo con este diario, su director, Jonathan Bock, sostuvo que trasladar las el debate sobre las reglas de juego y los límites del periodismo a un escenario político, terminaría en “arengas por parte de algunos sectores contra los medios o como el presidente Petro lo ha mencionado ‘el relato periodístico’”. Según Bock, sería perjudicial y no deja de ser claro cuál sería el propósito “más allá de seguir ahondando en buscar una deslegitimidad sobre el periodismo”.