<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

A cuidar la salud de la economía

Si bien el panorama económico de Colombia luce favorable este año, otro muy diferente se avecina para el 2023 cuando se espera una fuerte desaceleración que obliga al gobierno a ser más cuidadoso.

21 de noviembre de 2022
bookmark

Mientras varios países están entrando en una etapa de desaceleración o incluso de recesión, como acaba de anunciar el Reino Unido que pondrá en marcha un duro plan de ajuste fiscal con recortes en el gasto y más impuestos, Colombia sigue presentando cifras positivas en su crecimiento económico.

La producción de bienes y servicios del país, según el Dane, tuvo una variación del 7% en el tercer trimestre del año, que llevó a un crecimiento anual de 9,4 %, una cifra que lo destaca en el panorama latinoamericano y mundial. En Chile la economía solo creció 0,3 %, en Perú 1,6 %, en Brasil 1,36 y en México 1 % en ese mismo periodo.

Se mantiene el impulso de sectores como el manufacturero, la construcción, información y comunicaciones y actividades financieras. Sobresale el desempeño de las actividades artísticas, de entretenimiento y recreación que crecen a una sorprendente tasa de 36,9 %, explicada por la reapertura de toda clase de eventos a los que acude el público de manera masiva.

El único sector de los doce que reporta el Dane que presentó una caída fue el agro, con 1,4 %, un dato para sembrar las alertas teniendo en cuenta que es uno de los que se ha visto más afectado por los altos precios de insumos y fertilizantes y que está sufriendo un nuevo golpe por culpa del invierno. Si el agro no levanta cabeza será difícil que bajen los precios de los alimentos que han subido cerca del 30 % anual y que son los que más le pegan a la inflación.

Si bien el panorama económico de Colombia luce favorable para este año, otro muy diferente se espera en el 2023 donde todo apunta a una fuerte desaceleración, agravada por la inflación, que no cederá tan fácilmente, por la gran volatilidad del dólar y los anuncios de mayores gastos. Los analistas están haciendo sus proyecciones y estiman crecimientos entre el 1 % y 2 % del Pib, pero el Banco de la República es más pesimista y pronostica solo 0,5 %.

Los números pues son una especie de alarma. Estas proyecciones obligan a ser más cuidadosos con la salud de la economía, porque de ella depende que se mantenga el desempleo a la baja y no suba más la pobreza. Esto es particularmente necesario en momentos en que el gobierno anuncia que en 2023 presentará nuevas reformas que podrían provocar más incertidumbre en los mercados y seguir abriendo huecos en varios sectores.

Después de aprobada la tributaria tendrá que materializar la reforma agraria y la compra de tierras y radicar la reforma pensional en la que no hay sorpresas porque incluye las propuestas de tres pilares anunciados en la campaña: uno solidario para pagar un subsidio de hasta 500.000 pesos mensuales a más de tres millones de adultos mayores que no alcanzaron a cotizar; otro contributivo para quienes ganen hasta cuatro salarios mínimos que deberán cotizar obligatoriamente a Colpensiones, y un pilar complementario para los que ganen más de cuatro salarios y que cotizarán a los fondos privados.

Esta propuesta tiene con los pelos de punta a las administradoras de fondos de pensiones (Afp) que verían disminuir sustancialmente los aportes y que tendrían que liquidar parte de su portafolio de inversiones para pagar mesadas. Hay que recordar que las Afp invierten en títulos del gobierno y acciones, lo que podría llevar a más volatilidades en los mercados.

También presentará una reforma laboral cuyos alcances todavía no se conocen y que podrían impactar el pago de nóminas de las empresas, que harán un mayor esfuerzo a partir del año entrante cuando comenzará a regir la reforma tributaria. Y si se suma el aumento en el salario mínimo, que estará alrededor del 15%, la situación para las empresas, especialmente para las pequeñas y medianas, se torna complicada. Por eso no es de extrañar que el sector manufacturero tenga un frenazo.

Otra reforma muy polémica que se discutirá en 2023 es la de salud, que no es muy amiga de las Eps, a lo que se sumará la suerte de los nuevos contratos de explotación de petróleo y gas en los que hay muchos bandazos por las posiciones contradictorias del presidente Petro y algunos de sus ministros.

Como se ve, la salud de la economía no solo dependerá de factores externos sino de las decisiones que se tomen y de la manera como se recupere la confianza y se hagan ajustes a lo que no está marchando bien sin acabar con lo que sí funciona. .

El empleo que busca está a un clic

Te puede interesar

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD