Marlon Pérez se acercaba a los 30 años y había cumplido el sueño de todos los ciclistas colombianos: correr en Europa. Rigoberto Urán, por su parte, era un joven de 18 con un talento innegable para escalar montañas, para bajar por las carreteras, pedaleando a velocidades altas.
Eran muy amigos. Se conocieron en la escuela de Gabriel Jaime Vélez, uno de los formadores más importantes del ciclismo nacional. Ahí fue cuando, antes de dar el salto al Viejo Continente, Pérez se dio cuenta del talento que tenía Urán, que luego se ratificó con sus buenas actuaciones en el pelotón nacional.
A Marlon, que nació en Támesis, Antioquia, lo contrató el equipo irlandés Tenax. Se ganó la confianza de los dirigentes de la escuadra de la camiseta verde fluorescente. Les recomendó que contrataran a Rigoberto. Lo hicieron.
Corría el año 2006 y Rigo llegó a Europa. Firmó contrato por tres años. Empezó a consolidar su carrera en el pelotón internacional. En esa escuadra sufrió el primer gran accidente de su carrera profesional. Fue en la Vuelta a Alemania del 2007, en las que se cayó mientras sorteaba una curva y se fracturó los dos brazos. Sí, esa fue la escena que mostraron en la novela.
Entre tanto, su marca de ropa Go Rigo Go, publicó en sus redes sociales un mensaje en el que lamentaron el fallecimiento del pedalista antioqueño y le desearon que descansara en paz. “Hoy despedimos con profunda tristeza a Marlon Pérez, un ciclista colombiano excepcional, gran apoyo durante la carrera de @rigobertouran y la clave para que llegara a Europa. Su pasión por el deporte y su entrega siempre serán recordadas. Nos unimos en condolencias y enviamos toda nuestra fuerza a su familia en este difícil momento. Gracias, Marlon, por tu legado en el ciclismo y por inspirar a tantos con tu ejemplo. Descansa en paz”, dice el mensaje de la marca.