La tranquilidad del corregimiento de Taganga, en Santa Marta, se vio afectada por una nueva tragedia que enlutó al sector turístico local y a la comunidad educativa de Popayán, generando cuestionamientos ante la seguridad durante actividades acuáticas.
Le puede interesar: Lo que se sabe de la niña de tres años que murió tras caer de un décimo piso en Bogotá: vecino dio detalles
Yudis Milena Agredo Idárraga, una profesora de 43 años oriunda de Popayán, Cauca, murió ahogada mientras participaba en una práctica de buceo recreativo en el popular sector de La Aguja, una zona muy visitada por turistas nacionales y extranjeros.
La víctima formaba parte de un grupo de buceo con fines turísticos, acompañado por un instructor de la empresa Barracuda, una reconocida prestadora de servicios en la zona. Sin embargo, durante la inmersión realizada en la mañana de este martes 7 de octubre, Judy Milena presentó serias dificultades dentro del agua.
De acuerdo con el relato de un testigo a las autoridades, la docente “no sabía nadar muy bien”, un factor que, según versiones preliminares de la investigación, pudo haber influido en la pérdida de control durante el ejercicio subacuático.
Al percatarse de que la mujer no respondía a las señales, el instructor la llevó de inmediato a la superficie y coordinó su rápido traslado hasta el puesto de salud de Taganga. Pese a los esfuerzos de reanimación del personal médico, la mujer falleció minutos después.
Retención, investigación y protocolos
Tras el fatal desenlace ocurrido en la playa Gránate, las autoridades locales iniciaron una investigación exhaustiva para esclarecer las circunstancias de la muerte de la mujer que llegó para disfrutar de la semana de receso escolar.
La Policía Metropolitana de Santa Marta y la Fiscalía General de la Nación aseguraron que trabajan en la recolección de pruebas, declaraciones y documentos que permitan establecer si hubo negligencia o fallas de supervisión durante la actividad.
Como parte de las diligencias de rutina, el instructor que estaba liderando la inmersión acuática turística fue retenido temporalmente por las autoridades para rendir testimonio y explicar todo lo ocurrido.
Asimismo, las autoridades buscan determinar si la víctima contaba con el equipo de seguridad adecuado y si la empresa cumplía con los protocolos exigidos por la ley para la práctica del buceo turístico.
El fallecimiento de la profesora Agredo conmocionó a sus allegados y a la comunidad educativa de Institución Educativa Salesianas de Popayán, quienes lamentaron la pérdida de una mujer recordada por su “vocación y compromiso” con la enseñanza, quien murió cumpliendo un sueño.
“Era una mujer soñadora, llena de vida y amor por sus estudiantes. Se fue cumpliendo un sueño, pero nos deja un dolor inmenso. Su alegría y compromiso con la educación dejan una huella imborrable en nuestros corazones”, concluyó un compañero a medios locales.
También le puede interesar: Tensión en la embajada de EE. UU. y aeropuerto de Bogotá por marchas pro-palestina tras dos años del ataque de Hamás en Israel