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Ocelotes, monos aulladores, armadillos, zorrillos y venados son algunos de los animales que han sido vistos en los últimos meses en el Santuario de Flora y Fauna Los Colorados, ubicado en Bolívar. La confirmación de su presencia se ha dado gracias a la instalación de cámaras trampa y ha permitido que se adelanten investigaciones para la protección del ecosistema.
Solo entre junio y noviembre de 2019 fueron avistados, mensualmente, entre 19 y 81 de la pava congona, una especie que entre 1997 y 2000 no fue vista en áreas protegidas. Similar ocurrió con el mono aullador y el tigrillo en los corredores ecosistémicos.
Una de las investigaciones que se resalta de los últimos tiempos fue hecha por la Universidad del Atlántico y la Universidad de Antioquia, con el apoyo financiero del Instituto Alexander von Humboldt, que permitió “analizar datos que indican una densidad poblacional estimada de 27,02 individuos por hectárea” y definir que se ven en riesgo por la tala y por “problemas asociados presuntamente a su regeneración natural”.
Otro proyecto con el que se ha avanzado en el reconocimiento de la riqueza natural del país es el de la Línea de Trabajo Monitoreo Comunitario de la Biodiversidad, que “ha permitido evidenciar la presencia de ñeque, armadillo común, torcaza, zaíno, zorrillo y venado, y en la zona de conectividad se han vuelto a observar y reportar de manera continua por la comunidad individuos de mico prieto”.
Parques Nacionales Naturales de Colombia ha dicho que es importante “la participación de las entidades, organizaciones y aliados que contribuyen con el monitoreo, la investigación y otros procesos para la protección de los ecosistemas y las especies asociadas”. Entre esas organizaciones se cuentan la Fundación Herencia Ambiental Caribe, el Programa Riqueza Natural de Usaid, la Fundación Botánica y Zoológica de Barranquilla y Fundazoo.