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¿Cómo se conectan con el mundo los cubanos?

Cuando internet es un recurso preciado, prevalece la comunicación con la familia. Las selfies no importan tanto.

  • Jóvenes cubanos acuden con sus dispositivos a Kcho estudio, sitio donde funciona el centro tecnológico Google+kcho.MOR, para conectarse a la única red de wifi pública y gratuita de Cuba. FOTO Glenda Boza
    Jóvenes cubanos acuden con sus dispositivos a Kcho estudio, sitio donde funciona el centro tecnológico Google+kcho.MOR, para conectarse a la única red de wifi pública y gratuita de Cuba. FOTO Glenda Boza
  • ¿Cómo se conectan con el mundo los cubanos?
30 de mayo de 2016
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Una vez al mes David Valdivia Ruiz, de 35 años, navega en internet. Como cualquier cubano promedio cuando se le habla de redes sociales y conexiones, todo le resulta relativamente nuevo, quizás por las grandes restricciones de accesibilidad que siempre ha habido en su país.

Sin embargo, en marzo de 2015 el gobierno cubano abrió el primer punto de acceso público (aunque no gratuito) a wifi y desde entonces, la red de conexión inalámbrica ha comenzado a proliferar en diferentes rincones.

Según la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa), son 85 áreas habilitadas con wifi, “fundamentalmente en parques y zonas urbanas de alta afluencia”. Alrededor de 150.000 cubanos se conectan diariamente a través de estos puntos, según cifras de 2015 de esa empresa.

“El único lugar con wifi gratis es aquí en La Habana, donde ‘Kcho’”, sostiene Valdivia Ruiz. En 2015, el centro cultural del galardonado artista cubano Alexis Leiva Machado, apodado como Kcho, fue titular en medios internacionales por ofrecer una conexión inalámbrica gratuita en la isla. Toda una novedad en una nación en la que existe un férreo control informático y telecomunicacional.

El museo de Kcho está ubicado en pleno centro de La Habana, en el sector llamado El Romerillo. Su proyección internacional, su relación con el régimen, su posibilidad de costear el servicio le permitió contar con el aval para compartir la conexión, iniciativa que un año después, en marzo de 2016, toma un gran impulso tras la alianza del artista con Google para montar allí el centro tecnológico Google+kcho.MOR. La sociedad ha repercutido en computadores, una conexión más veloz y cobertura.

“He ido a donde Kcho varias veces para entrar a Facebook y chatear con amigos del exterior”, relata Valdivia Ruiz al destacar que en esa especie de oasis 2.0 pueden conectarse hasta 40 cubanos al mismo tiempo, entre 7 de la mañana y 12 de la noche.

El despertar de las redes

En Cuba habría dos tipos de exiliados: los que se ven obligados a abandonar el país por sus ideas políticas, y los que viviendo en la isla, se sienten apartados del resto del mundo, en este segundo grupo se ubicó, hasta hace poco, la periodista cubana Glenda Boza, quien logró un vínculo interactivo con el exterior desde noviembre de 2012 que abrió su cuenta de Twitter (@glendaboza). Desde allí le ha hecho menciones al presidente Barack Obama y hasta ha celebrado por haber recibido en una ocasión un retuit de la cuenta del grupo musical Calle 13.

“La primera vez que oí de Twitter fue en una clase en la universidad, pero la realidad es que es una red social casi desconocida en Cuba que la suelen usar sobre todo periodistas”, indica.

Hace solo tres meses descargó en su celular la aplicación Whatsapp y abrió su cuenta en Instagram (glendabozaibarra): “Feliz de poder estar ahora en casi todas las redes sociales importantes del mundo. Ahora me siento parte del planeta”, expresa en su perfil.

Glenda tiene 27 años, vive en Cienfuegos, una provincia ubicada al sur de La Habana, y es periodista del principal tabloide de la localidad llamado 5 de Septiembre. También escribe para el diario Juventud Rebelde, por lo que su rol informativo la obliga a hacer uso diario de internet en su trabajo y por esa razón se le permite contar con una conexión en su casa, un privilegio al que solo pueden acceder profesionales selectos por el gobierno cubano, entre ellos, abogados y médicos junto a empresarios, diplomáticos y algunos altos funcionarios de Estado, explica.

“La red social más popular en Cuba hasta ahora es Facebook y se utiliza mucho IMO (una aplicación con una interfase básica para hacer videollamadas y chats). En cuanto a Instagram, Whatsapp y Skype, hasta hace poco incluyeron a Cuba en la lista de países que podían descargarlas. Acá cuando un cubano tiene acceso a una conexión, le interesa primero hablar en ese tiempo reducido con sus amigos o familiares, más que subir selfies”, asegura.

Advierte que el uso de “Whatsapp y Skype aún no es muy funcional porque la conexión acá es lenta (2G es la tecnología de transmisión de datos en la isla) y a eso se le suma que una tarjeta para conectarse una hora a internet en alguna zona con wifi vale 2 CUC o Peso Convertible Cubano (2 dólares)”, además, solo se permite por usuario 1 megabit por segundo. Todo un lujo que resulta frustrante para una población con un salario mínimo mensual de aproximadamente 23 dólares, aunque el Estado subsidie salud, educación y parte de la canasta familiar.

¿Comunicación encallada?

Para diciembre de 2014 había en la isla 11.238.317 habitantes, y de ellos 3.048.500 millones eran usuarios de internet, según la Oficina Nacional de Estadística e Información de Cuba. Sin embargo, el periodista de la BBC Will Grant en su reportaje titulado ¿Por qué no es universal el acceso a internet en Cuba?, asegura que esa cifra es relativa, puesto que incluye a los usuarios de la intranet que proporciona el Estado en universidades y centros de cómputo.

Óscar Medina Arango, experto en estrategia de internacionalización y en geopolítica latinoamericana en Eafit ve difícil el desembarco de plataformas que fomenten el libre pensamiento, los debates y en efecto el disenso. “En Cuba hay todavía páginas bloqueadas que son vistas por el gobierno cubano como contrarevolucionarias”.

Un ejemplo de eso es el de la bloguera cubana Yoani Sánchez, cuyo diario digital 14yMedio siguen sin tener acceso directo en la isla. Pero no solo se trata de las páginas de los disidentes, porque la web de anuncios y clasificados Revolico.com, así como Cubaencuentro, son otras plataformas censuradas.

Para Medina Arango, “la realidad es que en Cuba continúan con los mismos elementos de supervisión informática, su infraestructura tecnológica no ha cambiado, lo que quiere decir que todo lo que llega o sale de Cuba pasa por filtro, que no son más que bloqueos muy parecidos a los que ha establecido China con el acceso a Internet” .

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