La negociación del salario mínimo para 2026 entró en uno de sus momentos más tensos.
Las centrales obreras, encabezadas por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), afirmaron que no se sentarán a negociar mientras los empresarios no aumenten su propuesta y la lleven, al menos, a dos dígitos.
Fabio Arias, presidente de la CUT, aseguró que están a la espera de un movimiento real por parte del sector empresarial.
Tras una reunión independiente con el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, el dirigente sindical advirtió: “Estamos dispuestos a revisar la propuesta del 16%, pero únicamente si los empleadores muestran un cambio significativo. Si ellos suben a dos dígitos, nos sentamos a conversar. Pero si no suben a dos dígitos, ni nos sentemos”.
La CTC respaldó esa postura y reiteró que la mesa solo podrá avanzar si el empresariado da una “señal positiva”, moviéndose del 7,21%, cifra que consideran insuficiente.
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Declaraciones del ministro del Trabajo en reuniones bilaterales con sindicatos y gremios
Con otro tono, más conciliador, contrario al de las centrales obreras, el ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, aseguró este jueves 11 de diciembre que las negociaciones para definir el aumento del salario mínimo avanzan “con optimismo” tras una jornada de reuniones bilaterales con centrales sindicales y gremios empresariales.
Sanguino explicó que el Gobierno escuchó en detalle los supuestos que sustentan las propuestas ya conocidas por la opinión pública, el 7,21% planteado por los empresarios y el 16% de las centrales obreras. Por eso, aclaró que, por ahora, el Ejecutivo no presentará una cifra propia, pero sí mantiene su doble rol en la mesa: ser árbitro y, al mismo tiempo, interpretar las expectativas de la ciudadanía.
El ministro destacó que ninguna de las propuestas es inamovible, y que ambas partes mostraron disposición para acercarse a un acuerdo antes del 15 de diciembre, fecha límite para lograr una concertación.
“Las partes aprovecharán estos días para revisar cálculos y supuestos. También nosotros lo haremos, en diálogo con el presidente”, afirmó.
Sanguino anunció que el lunes 15 de diciembre en la mañana se realizará una audiencia pública para escuchar voces externas a la Comisión de Concertación, y que en la tarde se retomará la discusión formal, que se extenderá hasta antes de la medianoche. “La idea es llegar a una buena noticia, un incremento justo y razonable, fruto de un acuerdo”, dijo.
El jefe de cartera subrayó que no existe intención de ruptura en la mesa. “Nadie ha anunciado levantarse, y espero que sigamos con ese compromiso”.
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La Comisión de Concertación volverá a reunirse el lunes a las 2:00 p.m., mientras el Ministerio afina los detalles para permitir que la ciudadanía participe en el espacio público previo a la decisión final. “Las propuestas conocidas son apenas un punto de partida”,
Qué proponen los sindicatos y dónde están los puntos de choque
Por su parte, los sindicatos mantienen en firme su propuesta del 16% tanto para el salario mínimo como para el auxilio de transporte.
De aprobarse, el salario pasaría de $1.423.500 a $1.651.260, y el auxilio subiría de $200.000 a $232.000, para un total de $1.833.260.
Además, piden bajar tasas de interés y controlar precios de servicios públicos y combustibles.
Según Arias, la propuesta busca “reducir brechas” y tiene sustento técnico en un estudio reciente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el salario mínimo vital, insumo que se presentará el 15 de diciembre en una audiencia pública.
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Empresarios mantienen el 7,21% y piden realismo económico
Del lado empresarial, gremios como Andi, Acopi, Asobancaria y la SAC proponen un aumento del 7,21%, lo que llevaría el salario a $1.526.134 y el auxilio de transporte a $214.420, para un total de $1.740.554.
Para la presidenta de Acopi, María Elena Ospina, un incremento del 16% “se sale de todo contexto”.
A su vez, Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, quien se retiró de la mesa, fue más duro: “El 16% es desorbitado y triplica la inflación del presente año”.
El dirigente recordó que la inflación anual de noviembre fue del 5,30%, y que la productividad laboral ronda el 0,91%, lo que llevaría a un “salario técnico” del 6,21%.
EL COLOMBIANO dialogó con la presidenta de Acopi, María Elena Ospina, quien advirtió que la negociación del salario mínimo para 2026 atraviesa un escenario complejo.
Para la líder gremial, la cifra del 16% planteada por las centrales obreras es “demasiado alta” y no tiene soporte técnico, mientras que el sector empresarial insiste en un incremento basado estrictamente en inflación, productividad y sostenibilidad para las micro, pequeñas y medianas empresas.
Ante la pregunta ¿qué tan cerca se está de lograr un aumento concertado del salario mínimo para 2026? La dirigente gremial respondió que lo ve difícil porque los sindicatos pusieron un techo muy alto, del 16%.
“Nosotros trabajamos con rigor en las variables que determinan un aumento responsable del salario mínimo y beneficioso para trabajadores y empresas. Una cifra que no aumentara la inflación ni afectara al consumidor final, que es quien termina pagando una mala decisión. Eso nos dio un 7,21%, una cifra pragmática y responsable”.
Sin embargo, entre 7,21% y 16% hay una diferencia muy grande. Las dos propuestas tienen una brecha de $125.216, cifras que no tiene incluido el auxilio de transporte.
“Pensamos que el Gobierno llevará su propuesta, que seguramente será una cifra intermedia, y por eso los sindicatos fijaron un techo tan alto. En una negociación todo puede suceder. Estamos esperando las cifras del Gobierno para continuar y ver hasta qué punto podemos llegar”.
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Fuentes cercanas al Gobierno calculan que la propuesta del Gobierno Petro para su último salario mínimo rondaría entre el 10% y 11%, que concuerda con lo que ha dicho el ministro del Interior, Armando Benedetti, en reiteradas ocasiones en sus redes sociales y discursos públicos.
Inflación y salario mínimo son el debate que divide al país
En paralelo a la discusión económica, crece el debate sobre si un aumento de doble dígito puede presionar la inflación. Mientras el Banco de la República afirma que sí lo hace, el Gobierno de Gustavo Petro defiende lo contrario.
El ministro Antonio Sanguino recalcó: “¿Cómo podría el salario generar inflación si lo hemos incrementado en 37,6% y, por el contrario, la inflación ha caído de 14% a 5,2%?”.
Según el funcionario, los ingresos reales de los trabajadores han aumentado 17,2%, y ninguna evidencia reciente muestra que el salario mínimo haya generado presiones inflacionarias.
Además, un grupo de 115 expertos, entre economistas y exministros, pidió una discusión técnica y advirtió que un aumento muy alto podría afectar el empleo formal, la contratación y el poder adquisitivo de los hogares.
También señalaron que decisiones “populistas” pueden elevar los costos laborales y obstaculizar la formalización.
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¿Habrá acuerdo antes del 15 de diciembre?
La distancia entre las propuestas, como se dijo, es de $125.216 sin contar el auxilio de transporte, y las centrales obreras consideran que un acuerdo antes del 15 de diciembre es improbable.
Por eso, Arias fue directo: “Creo que no va a haber acuerdo y que el Gobierno va a quedar con las manos libres para fijar el incremento del próximo año”.
Mientras tanto, el ministro Sanguino quedó encargado de sondear si existe espacio para que los empresarios ajusten su oferta. Las centrales aseguran que asistirán a todas las sesiones convocadas, pero solo si hay avances reales.
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En esa misma línea, Acopi considera que todo apunta a que el mínimo se defina por decreto. “Esperemos que no, pero hoy estamos más pesimistas por la del 16% de los sindicatos. Eso parece más un número para que haya más una mediación del Gobierno. Seguramente el Gobierno llegará con cifras de dos dígitos”.