La administración de Donald Trump sigue en marcha con su plan de aranceles del 25% sobre productos importados de México y Canadá, además de un 10% sobre bienes procedentes de China, pese a que los ha ido aplazando.
Esta decisión impacta a 42 estados de EE. UU., cuyas economías dependen mayoritariamente de estos socios comerciales, por estar cerca de la frontera.
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La polémica de esta decisión radica que estos tres son socios comerciales claves para EE.UU., pues representan hasta 40% del comercio estadounidense.
Canadá, México y China: los gigantes de las importaciones estadounidenses
Según datos de la Oficina del Censo Bureau de EE. UU. hasta noviembre de 2024, la gran mayoría de los estados tienen a Canadá, México o China como su principal socio comercial.
Canadá encabeza la lista en la mayor parte del país, con estados como Wyoming (66%), Oklahoma (50%), Montana (86%), Vertmon (67%), Maine (67%) y Dakota del Norte (75%) dependiendo significativamente de productos canadienses.
México, por su parte, es la principal fuente de importaciones para Míchigan (44%), Texas (40%), Nuevo México (25%), Misuri (23%) y Arizona (28%); mientras que China lidera en California (25%), Nevada (23%), Tenessee (17%) y Carolina del Sur (15%).
Industria automotriz y energética, los sectores más afectados
El sector automotriz, con fuertes cadenas de suministro entre EE. UU., Canadá y México, se verá seriamente afectado. Estados como Michigan e Indiana, grandes productores de automóviles y autopartes, dependen de insumos y vehículos provenientes de sus vecinos del norte y sur.
Asimismo, la energía es otro sector en riesgo. Estados como Dakota del Norte y Montana importan grandes volúmenes de petróleo crudo y gas natural de Canadá, lo que podría elevar costos para consumidores y empresas.
Expertos advierten que estos aranceles podrían traducirse en mayores precios para los consumidores y afectar empleos en sectores manufactureros y agrícolas.
En Texas, por ejemplo, donde México es el mayor socio comercial, los costos de productos agrícolas e industriales podrían dispararse. De igual forma, en California, donde China es una fuente clave de tecnología y bienes manufacturados, la medida podría golpear el comercio electrónico y el sector tecnológico.
Canadá responde con represalias comerciales
Canadá enfrenta un arancel del 25% en sus productos exportados a EE. UU., aunque con una excepción parcial en el sector energético y petrolero.
Ante esta medida, el gobierno canadiente anunció que su gobierno reaccionará de inmediato con aranceles de represalia, lo que podría traducirse en un golpe comercial de hasta US$106.000 millones.
Las cifras respaldan la importancia de Canadá en la economía estadounidense. En 2023, el país exportó bienes por US$593.000 millones e importó US$484.000 millones, generando un superávit de US$63.000 millones.
Al igual que México, Canadá es clave en la producción automotriz de EE. UU., con exportaciones en este sector que sumaron US$37.000 millones en 2023.
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Si los aranceles se mantienen, los costos adicionales terminarán en los bolsillos de los consumidores. Las importaciones agrícolas canadienses, que alcanzaron US$40.000 millones, también sufrirían un alza de precios del 25%.
En medio de la crisis comercial, Canadá ha iniciado negociaciones y los aranceles han sido postergados por 30 días, pero la incertidumbre sigue latente.
China responde con aranceles a productos agropecuarios de EE. UU.
En respuesta a los gravámenes impuestos por Washington, China ha implementado nuevos aranceles del 15% desde este lunes 10 de marzo sobre las importaciones estadounidenses de pollo, trigo, maíz y algodón.
Además, productos como soja, carne de cerdo, carne de res, productos acuáticos, frutas, lácteos, verduras y sorgo enfrentarán un impuesto del 10%.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, justificó la medida argumentando que el comercio entre ambos países sigue las dinámicas del mercado y que EE. UU. también se ha beneficiado enormemente de su relación comercial con China.
Advirtió que “quienes lanzan una guerra comercial acaban haciéndose daño a sí mismos” y pidió a Washington reconsiderar su postura.
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