La pérdida de 845 millones de pesos registrada por Fabricato en 2016, se espera sea el último dato negativo real de la compañía, antes de dar utilidades sólidas desde este 2017.
Si bien en 2015 la textilera antioqueña logró una utilidad de 33.942 millones de pesos, no es un resultado comparable con el año pasado. “En 2015 la utilidad estuvo afectada positivamente por 26.174 millones de pesos de la puesta en marcha del negocio inmobiliario Ciudad Fabricato, en el lote de Pantex (Bello); y los de 2016, reflejan el término de la reestructuración iniciada en 2014”, explicó ayer en conferencia telefónica con inversionistas el presidente de Fabricato, Carlos Alberto De Jesús.
El fin de este ciclo lo aclaró con una analogía de informática: en 2016 se terminó la etapa del hardware y en este 2017 comenzó la del software.
Al analizar rubros, las indemnizaciones por despido costaron a Fabricato 3.195 millones de pesos el año pasado, mientras el descarte de maquinaria obsoleta representó una afectación negativa de 911 millones de pesos. Asimismo, se hizo una inversión en equipos y máquinas de última generación, que demandaron 11 millones de dólares.
De hecho, en lo que va de 2017 no se han hecho grandes ajustes en las áreas, ni tampoco se han requerido más máquinas y equipos.
El indicador referente para este año será el Ebitda (flujo de caja disponible antes de impuestos). De Jesús espera un crecimiento del 10 % del indicador frente 2016, cuando creció 7 % y fue de 26.980 millones de pesos frente a 23.841 millones de 2015 (ver gráficos).
Con todo, la compañía apostará a más valor agregado y diferenciación en sus ventas: “sí creo que somos capaces de buscar diversificación, con tendencias de productos que necesita el mercado, sumado producción limpia y una planta de personal comprometida”, puntualizó De Jesús.