La Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSS 2025), centrada en seguridad fronteriza, lucha contra el crimen transnacional, reconfiguración de cadenas de suministro y reducción de la influencia de potencias extra hemisféricas, plantea retos y oportunidades para los países con los que mantiene una relación cercana.
Según un análisis de AmCham Colombia, esto consolida a Colombia como un “socio amigo” prioritario, reconociendo su rol en seguridad, migración y cadenas de suministro, y ofreciendo oportunidades en comercio, inversión y cooperación tecnológica. Sin embargo, los retos no son pocos.
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El “Corolario Trump” y el enfoque hemisférico de Washington
Esta agenda de seguridad se articula con el llamado “Corolario Trump” a la doctrina Monroe, redefiniendo el hemisferio occidental como un área estratégica para EE. UU., resistente a la influencia de potencias extra hemisféricas.
Entre sus prioridades, pone énfasis en el control de rutas marítimas, incluido el Canal de Panamá, la lucha contra drogas, narco-terrorismo y migración irregular, así como la revisión de comercio y cadenas de suministro bajo la lógica de “América Primero”.
Aunque no tiene carácter jurídico, esta visión influye directamente en la relación de EE. UU. con países como Colombia y orienta la cooperación regional.
Colombia: de proveedor a “socio amigo”
Las oportunidades, según AmCham, se concentran en cuatro frentes:
Nearshoring y friendshoring: integrar manufacturas, agroindustria y servicios de alto valor agregado en cadenas de suministro dirigidas al mercado estadounidense.
Infraestructura estratégica: desarrollo de puertos en el Caribe y Pacífico, corredores logísticos, energía, conectividad digital y zonas fronterizas, alineados con la identificación de “puntos estratégicos” por parte de Washington.
Seguridad y defensa de nueva generación: fortalecer ciberseguridad, interoperabilidad marítima, inteligencia financiera e industria de defensa, aprovechando décadas de cooperación bilateral.
Energía y minerales críticos: pasar de exportador de combustibles fósiles a socio clave en minerales para la transición energética y proyectos de energía confiable en el hemisferio.
Retos clave
Sin embargo, la agenda también plantea desafíos importantes para Colombia.
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De acuerdo con AmCham, en materia de drogas sintéticas, frenar el fentanilo y sus precursores exige un control riguroso de los químicos y de la producción de sintéticos, ya que cualquier indicio de incremento podría generar presiones sobre la cooperación y el comercio.
La relación con China representa otro reto: inversiones en puertos, minería estratégica, telecomunicaciones o centros de datos podrían ser percibidas en Washington como incompatibles con el enfoque hemisférico, limitando el margen para una diplomacia multialineada.
En cuanto a la migración, la estrategia anticipa mayores controles en pasos como el Darién, así como cooperación en retornos y esquemas de procesamiento de solicitantes de asilo en territorio colombiano.
Por último, existe un riesgo político: mantener una relación ideologizada o de confrontación con Estados Unidos podría llevar a desaprovechar oportunidades y aumentar los costos de cualquier divergencia.
Propuesta para una estrategia proactiva
El análisis de AmCham sugiere que el país debe pasar de una lógica reactiva a una agenda propositiva y corresponsable, combinando:
Lucha contra drogas: desde producción, erradicación y sustitución hasta control de precursores sintéticos.
Presencia estatal sostenida: políticas de desarrollo económico, generación de oportunidades lícitas y fortalecimiento institucional.
Corresponsabilidad regional: compromisos claros en defensa de la democracia, Estado de derecho e instituciones.
En el ámbito geoeconómico, recomienda identificar “puntos estratégicos colombianos” como puertos, corredores, energía y redes digitales, prioritarios para inversión y financiamiento; y vincular a Colombia a esquemas de nearshoring en manufacturas, agroindustria, farmacéutica y servicios.
También clarificar un marco regulatorio en energía y minería, agilizar titularización, elevar estándares socioambientales y estructurar proyectos con participación de capital estadounidense.
Frente a China y otros actores extra hemisféricos, la propuesta es de gestión inteligente, no confrontación, revisando proyectos sensibles caso por caso, estableciendo límites claros en infraestructura crítica, ciberseguridad y defensa, y reforzando transparencia y evaluación de riesgos.
En migración, se recomienda combinar control y cooperación regional con enfoque de derechos, evitando respuestas reactivas.
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Seguridad, comercio e inversión: cómo Colombia puede maximizar oportunidades con EE. UU.
Desde la Cámara Colombo-Americana afirman que la NSS 2025 abre un espacio real para que Colombia se consolide como aliado prioritario de Estados Unidos en el hemisferio, siempre que adopte una estrategia proactiva, basada en intereses comunes, capaz de gestionar riesgos y maximizar oportunidades en seguridad, comercio, inversión y cadenas de valor.
“La forma en que cada país —y en particular Colombia— traduzca esta agenda en propuestas concretas y cooperativas será determinante para convertir este nuevo marco en una plataforma de oportunidades y no solo en un catálogo de presiones”, puntualizaron.
- ¿Qué significa que Colombia sea un “socio amigo” de EE. UU.?
- Implica que Colombia es priorizado como aliado confiable para seguridad, migración y cadenas de suministro. Esto abre oportunidades de inversión y cooperación, pero exige alineamientos claros en control de drogas, infraestructura crítica y relaciones con China.
- ¿Cómo afecta esta estrategia la relación de Colombia con China?
- EE. UU. vigilará proyectos chinos en puertos, minería o datos. Colombia deberá equilibrar cooperación con ambos actores, definiendo límites en infraestructura sensible para evitar tensiones diplomáticas o comerciales.
- ¿Qué sectores colombianos pueden ganar con la estrategia de seguridad de EE. UU.?
- Manufacturas, agroindustria, servicios de alto valor, energía, minerales críticos, puertos, ciberseguridad y defensa. Son áreas privilegiadas en los esquemas de nearshoring y friendshoring que impulsa Washington.