Una vida consagrada a la observación
Desde que en 1960 se internó en la selva de Gombe, en Tanzania, con apenas un cuaderno de notas y unos binoculares, Goodall desafió las normas de la investigación académica, pues mientras otros científicos numeraban a los animales, ella les puso nombres: David Greybeard, Flo, Fifi. Y lo hizo porque veía en ellos individuos, no objetos. Aquella intuición, criticada al principio, transformó para siempre la primatología.
Y es que pocos meses después de su llegada a África observó lo impensable: un chimpancé arrancaba hojas de una ramita para pescar termitas. Había fabricado una herramienta.
Hasta entonces, la ciencia creía que esa era una cualidad exclusiva del ser humano. Louis Leakey, el paleoantropólogo que la envió a Gombe, resumió el hallazgo en un telegrama memorable: “Ahora debemos redefinir ‘herramienta’, redefinir ‘hombre’, o aceptar a los chimpancés como humanos”.
Es decir, Goodall obligó a la comunidad científica a replantear sus fronteras y para ello les entregó sus estudios que demostraban que los chimpancés tienen cultura, que forman vínculos maternales profundos, que son capaces de la ternura y también de la violencia.
De la ciencia al activismo global
Con los años, Goodall dejó de vivir permanentemente en la selva, pero nunca abandonó su compromiso.
Fundó en 1977 el Jane Goodall Institute, que hoy opera en decenas de países, y en 1991 impulsó Roots & Shoots, un movimiento juvenil que promueve la acción ambiental en más de 60 naciones.
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Convertida en Mensajera de la Paz de Naciones Unidas, viajó sin descanso durante las últimas décadas, dictando conferencias, escribiendo libros y participando en documentales. Sus presentaciones, más cercanas a un susurro que a un discurso, conmovían a auditorios enteros, quizá porque no apelaba al miedo, sino a la esperanza y a la responsabilidad compartida: “La naturaleza no es un recurso —repetía—, es nuestro hogar”.
Ahora bien, su activismo abordó causas diversas: desde la denuncia del uso de chimpancés en laboratorios hasta la defensa de dietas más sostenibles, y en sus últimos años fue una voz clave contra la crisis climática, insistiendo en que la pérdida de biodiversidad y la degradación ambiental son también un problema humano, porque ponen en riesgo la supervivencia de nuestra propia especie.
Recuerdos desde Medellín
Colombia tuvo la oportunidad de escucharla en agosto de 2024, cuando visitó Medellín gracias a una alianza entre Comfama y Elemental. En entrevista con EL COLOMBIANO, la primatóloga, entonces de 90 años, compartió reflexiones que hoy adquieren un peso especial.
“Cada año se acorta, cada vez tenemos menos tiempo, pero yo sé que todo lo que hago tiene un impacto”, dijo al explicar por qué seguía viajando 300 días al año.
En la misma conversación insistió en que la esperanza debía guiar la acción: “Las personas se me acercan tras una charla o al leer mi libro y me dicen: ‘me había dado por vencido, pero te prometo ahora que haré lo mejor que pueda’”. También lanzó una crítica directa a los estilos de vida insostenibles: “Nosotros vivimos de una manera inapropiada: no necesitamos tres casas ni un vestido nuevo para cada ocasión”.
Su paso por Medellín dejó claro que, a pesar de su edad, mantenía intacta la claridad intelectual y la fuerza de convicción que la hicieron referente mundial.
Un legado que trasciende
A lo largo de más de seis décadas de trabajo, Goodall publicó más de 30 libros, protagonizó documentales como Jane (2017), de National Geographic, y recibió premios internacionales que siempre usó como plataforma para sus causas. Pero su mayor legado no está en los reconocimientos, sino en las reservas que protegen a chimpancés, en los estudiantes que siguen sus pasos, en las comunidades que luchan por conservar sus bosques.
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Con su muerte, desaparece una figura irreemplazable. Sin embargo, como ella misma dijo en Medellín, “hacer del mundo un lugar mejor” fue su misión y seguirá siendo la de quienes hoy se inspiran en su ejemplo.
Bloque de preguntas y respuestas
- ¿Cuándo murió Jane Goodall?
- En 2025, a los 91 años, según los principales medios y su instituto.
- ¿Cuál fue el mayor aporte de Goodall a la primatología ?
- Estudio pionero sobre el comportamiento social de los chimpancés en libertad en Gombe, Tanzania.
- ¿Qué importancia tiene en Colombia y la región?
- Inspiró reservas, programas de conservación y conciencia ambiental en países latinoamericanos.