Con la alianza de Colombia y la OTAN, Joe Biden juega a tres bandas en la región

La Casa Blanca ha entablado acuerdos con Ecuador y ha aflojado sus restricciones con Venezuela y Cuba.

El presidente Joe Biden permitió negociaciones petroleras con una empresa del régimen de Nicolás Maduro, y reforzó la cooperación con los presidentes Iván Duque y Guillermo Lasso. FOTO Colprensa y Getty

El memorando con el que Joe Biden oficializó a Colombia como aliado estratégico no miembro de la OTAN ha dejado ver que, con sus políticas, el presidente estadounidense quiere jugar a tres bandas en la región.

A la par de la firma que permite que el gobierno de Iván Duque coopere en materia de seguridad con dicha organización, la Casa Blanca reforzó relaciones con Ecuador y flexibilizó algunas restricciones con Venezuela y Cuba.

A pesar de las diferencias entre los mandatarios de los cuatro países latinoamericanos, los acercamientos desde Washington a cada uno de ellos demuestran que Biden quiere evitar que otras potencias como Rusia y China ganen terreno en Sudamérica.

El plan para evitar ese avance consiste en salirle primero al paso en alianzas educativas y en salud con el presidente ecuatoriano Guillermo Lasso; en abrirse de nuevo a negocios petroleros con Nicolás Maduro, y en aflojar las restricciones a Cuba.

En el caso de Colombia –el mayor aliado de Estados Unidos en la región–, la jugada norteamericana de los últimos días se ha dado en el ámbito de seguridad. El nombramiento como socio estratégico de la OTAN pone al país a la altura de Argentina y Brasil, naciones que ya hacían parte de la lista con la que se abren vías para una mejor asistencia en defensa.

Blindar sus intereses

Los pasos de Joe Biden en esta zona del continente, con gobiernos políticamente tan distintos, tienen por debajo un interés de frenar la expansión rusa en la zona.

Al menos así lo reconocen varios analistas consultados por este diario. Uno de ellos es Dorian Kantor, profesor de Relaciones Internacionales de la Javeriana que ve la alianza entre Colombia y la OTAN desde dos puntos.

El primero es que se continúa con el tipo de cooperación militar que se traía con Donald Trump, reafirmando los lazos en la lucha contra el narcotráfico. Y el segundo es más simbólico, y va relacionado al freno que quiere hacer a injerencias rusas y posible impacto que tendrían en el continente.

El petróleo de Maduro

Otro de los repuntes que por estos días ha tenido Joe Biden en la región, es la licencia que les permite a las empresas Chevron y a la venezolana PDVSA entablar negociaciones para potenciales actividades petroleras en el futuro.

Si bien esto no se traduce en que Maduro sacará provecho directo de ello, pues los bloqueos siguen y la Casa Blanca aún reconoce a Juan Guaidó, sí es noticioso que se abra esa puerta porque obedece a los problemas de suministro petrolero desde Rusia que ya evidenció Estados Unidos.

Algo similar sucede en Cuba, país al que le restablecieron vuelos comerciales y le suspendieron el límite de 1.000 dólares por trimestre en cada remesa.

El repunte de Ecuador

Diálogos desde el ejecutivo, la visita de Jill Biden –esposa de Joe–, y un proyecto de ley dirigido a potenciar la cooperación entre ecuatorianos y estadounidenses han reforzado la idea de que Guillermo Lasso quiere mostrar a su país como un fuerte aliado de Biden.

La intención la ven con buenos ojos en la Casa Blanca, y aunque el profesor del Externado, Alejandro Bohórguez, considera que ella no reemplazará a Colombia como el mayor aliado de Washington, sí cree que Biden busca contener una entrada de los chinos por la costa ecuatoriana.

Con dicho panorama, los mensajes del mandatario a cada uno de los cuatro países latinos tienen puntos en específico, pero coinciden en la tesis de que Biden está dispuesto a flexibilizar las políticas que traía Donald Trump con tal de mantener su influencia en la región.

De esos movimientos está pendiente el Congreso, y en caso de darlos mal, según analistas, también podría traerle consecuencias a nivel interno, pues sus cifras no son las mejores y este año hay elecciones, lo que le representaría ganancias o pérdidas según juegue sus cartas .