Un día que debería haber sido un recuerdo feliz para los turistas en Venecia, Italia, se convirtió en una pesadilla. Un autobús lleno de turistas se precipitó desde un puente y estalló en llamas, cobrando la vida de 21 personas, incluyendo niños.
Sin embargo, en medio de la tragedia, hubo testigos que arriesgaron sus vidas para rescatar a los sobrevivientes. Boubacar Touré, un joven gambiano de 27 años, se encontraba trabajando en una obra cercana cuando el autobús perdió el control y se estrelló.
Boubacar corrió hacia el autobús en llamas. El humo y las llamas fueron provocados por la explosión de las baterías del bus. “Extraje a tres o cuatro personas, entre ellas una niña (...) El conductor ya estaba muerto”, declaró, después de colaborar con los bomberos en las labores de rescate.
Godstime Erheneden, un nigeriano de 30 años, se encontraba en medio de la caótica escena cuando una madre le suplicó que salvara a su hija. “¡Mi hija, mi hija!”, gritaba la mujer en medio del pánico. Godstime no dudó y se dirigió al autobús envuelto en llamas.
Allí, entre las llamas y el espeso humo, encontró a una niña de apenas dos años, a quien rescató. Godstime siguió sacando a otras personas, incluyendo a una mujer, un hombre y un niño.
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“Los transeúntes me daban otros extintores, pero nada ayudaba. Teníamos que esperar por los bomberos”, relató. “Así que seguí sacando a otros; una mujer, un hombre y un niño. A la gente le sangraba la cabeza. Había mucha sangre”.
En palabras de Odion Eboigbe, otro testigo en medio de la tragedia: “Pudimos salvar a muchos, pero desafortunadamente otros murieron”. Y añadió: “No estaba asustado. No pensaba en mi propia seguridad porque veía personas con la cabeza abierta. Hoy me preguntaban mis colegas en qué pensaba cuando caminé hacia las llamas, pero les dije que sentía que debía salvar a las mujeres y los niños”.
El balance, aún provisional, es de 21 muertos y 15 heridos, cinco de ellos graves, confirmó el prefecto de Venecia, Michele di Bari, en rueda de prensa. Entre los muertos figuran cinco ucranianos, un italiano (el conductor) y un alemán, precisó.
Las autoridades intentan identificar a las víctimas que no llevaban consigo sus papeles, cruzando los datos con el registro del camping donde estaban alojadas y realizando pruebas de ADN. Por este accidente, Venecia decretó tres días de luto.
Con información de AFP*