La situación es tensa e involucra a tres países y una prófuga de la justicia: el Gobierno de Ecuador expulsó al embajador de Argentina en Quito, Gabriel Fuks, y llamó a consultas a su embajador en Buenos Aires, Xavier Monge, tras la fuga de la exministra María de los Ángeles Duarte a Venezuela. El ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Juan Carlos Holguín, argumentó en una rueda de prensa una pérdida de confianza en Fuks, en cuya residencia estaba refugiada Duarte desde hacía más de dos años y medio para evitar ir a prisión por una condena por corrupción.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador aseguró además que la embajada de Argentina “se ha opuesto” a entregar videos para esclarecer el “escape” de la exministra Duarte, quien estaba refugiada en la residencia de la sede diplomática desde hace más de dos años y medio para no ir a prisión por una condena por corrupción.
La Cancillería ecuatoriana lamentó esta circunstancia en un comunicado luego de que el vicecanciller, Luis Vayas, recibiese este martes en su despacho al embajador de Argentina, Gabriel Fuks. En ese encuentro, Fuks amplió la información entregada en la reunión previa llevada a cabo en la noche del lunes “sobre el escape” de Duarte, quien se encuentra ahora en la embajada de Argentina en Caracas, según la información oficial de Buenos Aires difundida este martes.
Duarte, que formó parte del Gobierno del expresidente izquierdista Rafael Correa (2007-2017), “habría salido de la residencia de la embajada argentina, en Quito, el viernes 10 de marzo de 2023, en horas de la tarde, aunque posteriormente altos oficiales argentinos han dado otra versión, en la que mencionan que habría salido el día sábado”, indicó la Cancillería ecuatoriana en su comunicado.
A su vez, el jefe de misión argentina ha desmentido haber hablado con Duarte tras su escape e indicó que desconocía su paradero. Ante “ciertas imprecisiones”, la Cancillería ha solicitado formalmente más información y documentos para conocer los detalles del escape de la exfuncionaria y así establecer responsabilidades con la entidades de Justicia.
“Al tratarse de jurisdicción diplomática, la Policía ecuatoriana no tiene acceso al predio de más de 3 hectáreas de la misión argentina, que cuenta con seguridad privada. La embajada argentina se ha opuesto a entregar los vídeos”, señaló la Cancillería.
En el comunicado emitido en la noche del lunes, el Ministerio de Exteriores hablaba de que Duarte “escapó de la embajada argentina” y no de la residencia. Según la versión oficial argentina, durante el pasado fin de semana, mientras Fuks desempeñaba “distintas tareas inherentes a su labor diplomática”, “no se registró presencia” de Duarte en el ala del edificio donde estaba, que era distinta de la residencia oficial del representante argentino en Quito.
En consecuencia, “se procedió a hacer las recorridas correspondientes de las distintas dependencias”, “sin ubicar el paradero” de la exministra, manifestó el comunicado de la Cancillería en Buenos Aires.