El expresidente brasileño Jair Bolsonaro, que enfrenta un juicio acusado de golpismo contra Lula, anunció la cancelación de todos los compromisos de julio debido a nuevos problemas en el aparato digestivo derivados de una puñalada sufrida en 2018.
El líder ultraderechista de 70 años fue atendido de urgencias la noche del martes tras sentirse mal y el miércoles se realizó exámenes en un hospital en Brasilia que revelaron una inflamación en el esófago y gastritis, según un boletín de sus médicos.
“Las crisis de hipo y vómitos se han vuelto constantes, lo que me impide incluso hablar”, dijo el exmandatario en un breve comunicado publicado en su nombre por su hijo, el senador Flavio Bolsonaro, en X.
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Este miércoles volvió al hospital para someterse a una endoscopia digestiva. El examen reveló la presencia de una “intensa esofagitis con proceso inflamatorio, erosiones de la mucosa esofágica y gastritis moderada”, según un boletín médico.
Sus doctores intensificaron los medicamentos y recomendaron a Bolsonaro “reposo domiciliario” todo julio. “Durante este período, se mantendrá alejado de sus actividades habituales, incluidas las agendas públicas y la actividad político-partidista, regresando tan pronto como esté completamente recuperado”, señalaron en otra nota.
El líder de la derecha y ultraderecha brasileña, un excapitán del Ejército, acumula problemas de salud desde que fue apuñalado durante un acto de su campaña electoral en 2018.
Ha sido hospitalizado varias veces y se sometió a más de media docena de cirugías en la región abdominal, la última el 13 de abril por una obstrucción intestinal.
Tras la compleja operación de 12 horas que lo mantuvo varias semanas en terapia intensiva, los médicos le recomendaron evitar las aglomeraciones. Sin embargo, desde entonces encabezó varios actos públicos, el más reciente el domingo pasado en Sao Paulo, donde congregó a miles de personas.
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Bolsonaro se había sentido indispuesto a mediados de junio mientras cumplía compromisos políticos en Goias (centro), por lo que tuvo que interrumpir el viaje y regresar a Brasilia, donde reside.
El martes anuló un compromiso con su Partido Liberal en Brasilia. Además, tenía eventos previstos en los estados de Santa Catarina (sur) y Rondonia (oeste), ahora cancelados.
Sus médicos indicaron que necesita reposo “para asegurar la completa recuperación” después de la cirugía, una larga hospitalización, un episodio de neumonía y crisis recurrentes de hipo “que dificultan su habla y su alimentación”.
“Tengo fe en que Dios lo ayudará, y muy pronto estará al 100% para retomar sus agendas de trabajo”, escribió su esposa Michelle en Instagram.
“No necesito ser presidente”: Bolsonaro declara en medio de juicio clave
El expresidente enfrenta un juicio ante la Corte Suprema por presuntamente liderar una “organización criminal” que habría intentado ejecutar un golpe de Estado tras su derrota electoral ante Luiz Inácio Lula da Silva.
Según la Fiscalía, el plan no se concretó por la falta de apoyo del alto mando militar.
Durante su declaración ante el tribunal, Bolsonaro reconoció haber considerado “dispositivos constitucionales” después de impugnar sin éxito los resultados de las elecciones, pero negó haber participado en un intento de impedir la posesión de Lula. “Nunca se habló de golpe, golpe es una cosa abominable”, afirmó.
Si es hallado culpable, podría enfrentar hasta 40 años de prisión. No obstante, el exmandatario sostiene que es víctima de una “persecución política” para evitar que se postule nuevamente a la presidencia en 2026, aunque actualmente está inhabilitado hasta 2030 por difundir desinformación sobre el sistema electoral.
Durante un acto reciente en São Paulo, Bolsonaro sugirió por primera vez que podría no aspirar de nuevo al cargo: “No estoy obsesionado por el poder, estoy enamorado de mi patria (...) No necesito ser el presidente”, declaró, aunque también lanzó un mensaje político fuerte: “Denme el 50% de los diputados y de los senadores y cambio el destino de Brasil”.