¿Qué les depara el futuro a quienes hablan, se comunican y hacen negocios en español? Esa es la respuesta que intentan dar los participantes en el foro empresarial, lúdico y cultural “Futuro en español”, que organizaron EL COLOMBIANO y el Grupo Vocent, el cual se dicta hasta hoy en el Museo de Arte Moderno de Medellín (Mamm).
En la charla de apertura, Juan Carlos Jiménez, codirector del proyecto “Valor económico del español”, expuso la cartografía y los principales indicadores de esa lengua que es hablada por 550 millones de personas, ubicadas en, por lo menos, 21 países.
Según el experto, al idioma español le ha costado mucho convertirse en un variable relevante para los negocios. Consideró que este debería ser uno de los medios de cambio más importante: un instrumento de valor, una moneda.
El trabajo expuesto por Jiménez es fruto de 10 años de investigaciones, contenidas en el texto “Valor económico del español: una empresa multinacional”, promovido por la Fundación Telefónica.
Entre los hallazgos compartidos por el conferencista llamó la atención el de la capacidad de compra de los hispanohablantes, que representan el 10 % del producto interno bruto (PIB) mundial. Con los datos disponibles al año 2010, se estima que los hispanohablantes tienen capacidad de compra global de 6 billones de dólares, anotó el experto.
También sostuvo que el español es un gran instrumento de internacionalización empresarial, pues multiplica por cuatro los intercambios comerciales entre los países hispanohablantes. También multiplica por siete los flujos bilaterales de inversión directa exterior (IDE), según las cifras de una muestra elaborada entre países que utilizan ese idioma.