¿Quién es el arquero del Inter y por qué está acostumbrado a atajar problemas?

Escándalos de dopaje y la renuncia a su selección en pleno desarrollo de la Copa Mundo son algunos de los bajones que ha tenido que superar el arquero del Inter de Milán.

André Onana fue descubierto a sus once años por la academia de Samuel Eto´o. FOTO: Getty

El uniforme de André Onana para el partido de semifinales de la Liga de Campeones era naranjado fosforescente. El arquero del Inter tendría todos los reflectores en caso de cometer cualquier error ante el eterno rival de patio: el AC Milan.

El camerunés de 26 años jugará por primera vez una final de Champions. Este martes, en el estadio Giuseppe Meazza, se vistió de héroe al atajar dos balonazos que pudieron representar el empate de la serie y la obligación a la definición desde el punto penal.

“Los goles sufridos acechan siempre. Uno no recuerda los que salvó, sino los que le metieron. El arquero que no tenga ese tormento interno, no tiene futuro”, es la sentencia del soviético, Lev Yashin, considerado el mejor guardameta en la historia del deporte.

La imposibilidad de jugar con el Barcelona de España, escándalos de dopaje y la renuncia a su selección en pleno desarrollo de la Copa Mundo de Qatar son solo algunos de los pelotazos que Onana no ha podido atajar.

El jugador del Inter nació el 2 de abril de 1996 en el pueblo camerunés de Nkol Ngok. Cuando era niño reemplazaba la ausencia de electricidad –y, por tanto, de televisión– para jugar detrás de la pelota. Así estuvo hasta los 11 años.

Los padres del niño, Adele y Francois, querían que su hijo se dedicara a la academia. Sin embargo, los cazatalentos de la Academia de Samuel Eto’o vieron en las atajadas del menor un portero que podía llegar a ser de élite mundial.

De la mano de Eto´o, el juvenil portero tocó las puertas de FC Barcelona. Las abrieron. Entró a las divisiones menores del equipo catalán, sin embargo, no pudo competir porque debía demostrar una residencia de al menos cinco años en España. Rotó entonces por otros clubes y, cuando creyó que podía debutar con los culés sintió que se le cerró la puerta.

Para 2014 el cancerbero tenía 18 años y se decía que era el mejor portero juvenil de su país. Quería entrar en el primer equipo del Barcelona y, justo ahí, las directivas decidieron fichar a Claudio Bravo y a Ter Stegen.

“Quiero ser el arquero africano del futuro”, ha sido la constante de Onana. Por eso, en enero de 2015 decidió salir de Barcelona y fichó por el Ajax de Países Bajos.

Llegó como el tercer arquero y en 2016 se quedó con la titularidad: el guardameta principal fue fichado por Barcelona y el segundo sufrió una lesión. Así, se consagró en el primer equipo y hasta disputó una final de la UEFA Europa League ante el Manchester United.

El camerunés parecía que había encontrado en Países Bajos su lugar en el mundo. Estuvo nominado al guante de oro en 2019 y hasta 2021 había cosechado cinco títulos. Pero llegó otra pelota que, pareció, dejó pasar entre las piernas.

El 5 de febrero de 2021 fue sancionado a nueve meses sin jugar a la pelota porque dio positivo en un control antidopaje. El jugador dio positivo para furosemida.

“Veníamos de jugar con la Atalanta. Empatamos (2-2) en un partido muy intenso. Llegamos de madrugada y me desperté con dolor de cabeza. Fui a tomarme un medicamento que me habían recetado (Litacol), pero mi mujer, que acababa de dar a luz, tenía una pastilla parecida (Lasimac) que se usa para la retención de líquidos y yo me la tomé sin querer”, explicó el portero.

El jugador estuvo fuera de las canchas por 297 días. Ningún entrenador certificado podía acondicionarlo. El Ajax lo llamó a una reunión y amenazó con bajarle el sueldo a la mitad. El arquero tuvo que contratar a 17 personas –entre preparadores físicos, entrenadores de porteros y hasta psicólogos– para volver a pararse bajo los tres palos.

Cuando regresó al fútbol había perdido su titularidad. Entonces pidió a Eto´o que le ayudara a conseguir equipo. Su destino fue el Inter de Milán. Otro conjunto italiano se interesó en sus servicios, pero luego lo descartó “porque un portero negro incomodaría a los seguidores”.

En el Mundial de Qatar el camerunés volvió a sufrir un revés. Al entrenador Rigobert Song no le gustó la forma del portero de salir con el balón y se le dijo. El guardameta enfureció y dijo que nunca iba a cambiar su estilo de juego. Se marchó de la competición y anunció su retiro definitivo de la selección.

La última vez que el Inter ganó la Champions fue en la temporada 2010, en aquella plantilla estaba Samuel Eto´o. El próximo 10 de junio André Onana también tendrá la oportunidad de cobrar revancha y levantar la copa.