La prestigiosa revista inglesa The Economist criticó una de las mayores de banderas del gobierno de Gustavo Petro: la paz total. Según la publicación, que llamó la iniciativa “caos total”, el proyecto está “más tembloroso que nunca”.
Lea también: Petro cede ante el Fiscal y cambia puntos polémicos en ley de narcos
A través de un artículo titulado “Tambalea el ambicioso plan de paz total en Colombia”, The Economist señaló que, si bien la paz total es la principal prioridad del Ejecutivo, la iniciativa parece inestable. En esa línea, recordó los fallidos ceses al fuego bilaterales que Petro intentó acordar tanto con la guerrilla del ELN, como con el denominado Clan del Golfo.
“Sin embargo, tanto el ELN como el Clan del Golfo ya no forman parte del cese al fuego. El ELN afirma que nunca se inscribió en primer lugar, mientras que Petro puso fin a la tregua con el Clan del Golfo el 19 de marzo, después de que se descubriera que la pandilla estaba involucrada en una huelga minera”, indicó la publicación.
Entérese: ¿Bonos del Banco de la República para pagarle a víctimas? La propuesta “no ortodoxa” de Petro
En ese sentido, advirtió que los hechos de violencia y ataques perpetrados por grupos armados van al alza, recordando recientes incursiones: “El 29 de marzo el ELN atacó una base militar en Catatumbo, un área en la frontera con Venezuela donde se cultiva coca, la planta base de la cocaína. Nueve soldados murieron. Menos de un mes antes, un campesino y un policía fueron asesinados durante huelgas campesinas en Caquetá, en la región amazónica del sur. Más de 70 policías fueron tomados como rehenes por un día”.
Por otro lado, el artículo hace referencia al rifirrafe que ha sostenido el Jefe de Estado con el fiscal Francisco Barbosa por cuenta de la ley de sometimiento. “El fiscal critica la ley diciendo que indultará a los criminales. A Barbosa también le preocupa que la ley erosione la independencia de la Fiscalía”.
Inclusive, en medio del empantanado panorama, la publicación inglesa hizo alusión a las dificultades que ha enfrentado Petro para el trámite de su reforma a la salud, que ocasionó que “su gabinete se pusiera en su contra” en febrero pasado, en clara evocación al exministro de Educación Alejandro Gaviria, quien ha venido formulando reparos y advertencias frente a la controvertida iniciativa.