La comunidad religiosa y los habitantes de Ocaña, en Norte de Santander, están de luto tras el violento asesinato del sacerdote Ramón Arturo Montes Peinado, de 45 años, al parecer por robarle su vehículo. El cuerpo del clérigo fue encontrado sin vida en un estacionamiento.
Según informó la Conferencia Episcopal de Colombia, dos hombres, mientras intentaban robarle su camioneta, lo atacaron con arma blanca este martes 4 de junio.“De acuerdo a la información entregada por las autoridades, dos hombres que pretendían robarle su vehículo, le propinaron heridas con arma blanca en la espalda. En un intento del sacerdote por oponerse al hurto, lo arrollaron y emprendieron la huida en este mismo carro. Posteriormente, el vehículo fue hallado en el sector conocido como San Fermín, luego se produjo la captura de uno de los responsables”, detalló la Conferencia Episcopal de Colombia.
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Además, la Policía de Norte de Santander explicó cómo se logró la captura del primer sospechoso dos horas después del asesinato, tras las pesquisas que se iniciaron al conocerse el homicidio.“Tan pronto conocimos sobre lo ocurrido, se coordinó un ‘Plan Candado’ y al lograr ubicar el vehículo, se dio la persecución. Los delincuentes dejaron tirado el automotor y se escondieron en un rastrojo, siendo capturado uno de ellos”, indicó el coronel Néstor Arévalo a La Opinión. Asimismo, el segundo sospechoso fue detenido horas más tarde en un operativo realizado por la noche.
Ante este hecho, la diócesis de Ocaña rechazó el homicidio. “Condenamos profundamente que la violencia irracional haya cobrado la vida de un sacerdote que dedicó su vida a difundir el mensaje de la paz y amor de Jesucristo. Rechazamos categóricamente este acto de barbarie que atenta no solo atenta contra la vida de un ser humano, sino también contra los principios fundamentales de convivencia y humanidad”, dijo el monseñor Jorge Alberto Ossa Soto, arzobispo de Nueva Pamplona y administrador apostólico de la Diócesis de Ocaña.