El presidente Gustavo Petro reapareció en el tercer Consejo de Ministros televisado. Esta vez no usó los canales privados y se limitó a transmitir por redes sociales y los medios oficiales. La reunión inició a las 9:30 de la noche del lunes y se extendió hasta la 1:30 de la madrugada del martes.
El encuentro inició con la condecoración a los 28 policías y el mayor del Ejército que estuvieron retenidos por dos días en el Cañón del Micay en medio de una asonada que fue orquestada, aparentemente, por presión los disidentes del Frente Carlos Patiño de las FARC.
El gabinete en pleno se dio cita para tratar de encontrar salidas a la crisis humanitaria y de violencia que enfrentan las comunidades de esta zona del norte del Cauca. El encuentro fue aprovechado por el jefe de Estado para “regañar” a varios de sus ministros.
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1. “Es una decisión militar”
Pese al intento de asonada, el presidente Petro ordenó a las tropas continuar en la intención de tomar el control total del Cañón del Micay: un enclave de cultivos de hoja de coca que ha sido escenario de disputa entre las disidencias de las FARC y el ELN por la facilidad que ofrece el terreno para sacar las mercancías hacia el océano Pacífico.
“La toma del Micay es una decisión militar. No retrocedemos, vamos para adelante”, señaló el presidente en orden directa al ministro de Defensa, Pedro Sánchez.
Desde octubre del año pasado, el Gobierno nacional lanzó la operación Perseo, con la cual ha intentado retomar el control de la zona.
“Esto no es contra el Estado, es contra la Nación. Los que dominan ese ejército de narcos son extranjeros, básicamente carteles mexicanos. No son revolucionarios, es un ejército privado del narcotráfico”, añadió Petro.
2. No habrá erradicación forzada
Petro aseguró que los hechos que desencadenaron la asonada contra los oficiales tuvo que ver con un rumor que difundieron los disidentes entre los cultivadores de hoja de coca de esa región.
“La propaganda que hizo ese ejército privado fue decir que íbamos a erradicar forzosamente la hoja de coca y sin la voluntad campesina. Este Gobierno le obedece al pueblo y, si el pueblo no está en ese camino, nosotros no lo hacemos porque el Estado es sirviente del pueblo, no somos monarquía”, dijo.
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Solo en el corregimiento de El Plateado hay 13.000 hectáreas de hoja de coca cultivadas. De hecho, el propio presidente había propuesto en octubre del año pasado la posibilidad de que el dinero del Estado se destinara a comprar la cosecha de estos cultivos ilícitos en el Micay.
3. Las críticas a los miembros del gabinete
Durante el Consejo le dieron la palabra a Mónica Díaz, subdirectora de la Dirección de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito. La funcionaria entregó detalles del plan de intervención en el Cañón del Micay.
La estrategia del Gobierno incluye el mejoramiento de 150 viviendas, la formalización de predios, la implementación de programas de sustitución de cultivos ilícitos y la licitación para construir un hospital para el corregimiento de El Plateado.
En ese plan están vinculadas varias carteras e instituciones del Gobierno. El primer regaño se lo llevó el Ministerio TIC.
“¿Cómo se llevan los computadores si no hay conectividad? No pueden seguir cometiendo los mismos errores de siempre. Regalan computadores, pero no hay red”, señaló Petro y reconoció el fracaso en los intentos por llevar conectividad a esa zona del norte del Cauca.
Martha Carvajalino, ministra de Agricultura, se llevó otro de los llamados de atención. Esto por la poca cobertura que tiene un programa que pretende reemplazar los cultivos de coca por cacao.
“Los funcionarios que delegan los ministros son uribistas, tienen visiones viejas. (...) ¿200 núcleos familiares? Con eso no se cambian los cultivos ilícitos, eso lo hace una ONG. Esto es el estado y entonces no es para 200 familias, es para miles; son todos los cultivadores del Cañón del Micay”, señaló Petro.
Es que solo en el corregimiento de El Plateado hay unas 8.000 familias que, en su mayoría, dependen del sustento que les deja cultivar la hoja de coca.
El último llamado de atención se lo llevó el ministerio de Vivienda. Para el presidente, el mejoramiento de las viviendas es insuficiente.
“No se necesitan 150 viviendas mejoradas, necesitamos miles en el Micay. Si uno no va al Micay, no sabe de qué está hablando”, le dijo Petro al viceministro de Agua del Ministerio de Vivienda, Edward Steven Libreros.
4. La directriz para poner en marcha los proyectos
Terminado el Consejo de Ministros, el presidente firmó una directriz con la que le pidió a sus ministros adelantar de manera “urgente” e inaplazable –y con articulación entre entidades– las obras, programas, proyectos y acciones de intervención en el Cañón del Micay. El seguimiento y verificación de los proyectos estará a cargo del ministro del Interior, Armando Benedetti.