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En medio de las protestas sociales y de cara a las elecciones legislativas del año 2022, en el Congreso de la República surgió recientemente una iniciativa con la que se busca reducir la edad mínima que, por ley, se debe cumplir para ser elegido como senador o representante a la Cámara.
Se trata de un proyecto que está alistando el Partido de la U para reformar la Constitución Política y bajar de 30 años (exigidos en el artículo 172) a 25 años la edad mínima para ser elegido como senador y de 25 años (exigidos en el artículo 177) a 18 años para aspirar a la Cámara de Representantes.
EL COLOMBIANO conoció detalles sobre esta iniciativa legislativa que, según dicho partido político, busca facilitar más espacio para la participación de los jóvenes colombianos en el Congreso, y consultó a analistas para conocer su postura frente a la propuesta.
Dilian Francisca Toro, directora del Partido de la U, aseguró que la idea de reducir la edad mínima para aspirar a una curul en el Legislativo surgió teniendo en cuenta las manifestaciones sociales en las que los jóvenes han mostrado su descontento y, según ella, piden más espacios de participación.
“El Congreso es ese escenario donde los jóvenes pueden expresar sus reclamos, ideas y lucha. Los jóvenes son la renovación de Colombia y en el escenario político debemos darles su espacio para que construyamos todos juntos un nuevo país”, aseguró Toro.
Por su parte, Norma Hurtado Sánchez, representante a la Cámara por esa colectividad, detalló sobre la iniciativa que además de bajar la edad exigida, se propuso la creación de la circunscripción especial de juventudes, con la que los jóvenes entre los 18 y 28 años tendrían cuatro curules aseguradas (dos en cada cámara).
“Estamos escuchando a la juventud del país y por eso a través de un acto legislativo buscaremos hacer una reforma para que tengan dos curules en el Senado y dos en la Cámara. Queremos tener más jóvenes representados en el Congreso de la República”, planteó Hurtado Sánchez.
Adolfo León Maya, docente del Departamento de Gobierno y Ciencias Políticas de la Universidad Eafit, cuestionó la utilidad de la propuesta al considerar que el hecho de reducir la edad mínima para ser congresista y ofrecer cuatro curules fijas no garantizará que haya una participación activa y efectiva de los jóvenes en el escenario de la política.
“Creo que se juega un poco con el ‘populismo legislativo’, al pensar que la vitalización de la democracia y el fortalecimiento de la cultura política de la participación van por la vía de asegurar circunscripciones especiales a los jóvenes. Esta iniciativa podría ser inoportuna”, expuso Maya.
En esa línea, el docente agregó que el hecho de tener 18 años no garantiza que la participación de la juventud en el escenario legislativo tenga calidad, ya que, aseguró, a esa edad el joven podría carecer de formación sobre procesos sociopolíticos, socioculturales y conocimiento profundo acerca de los problemas estructurales del país.
El antropólogo y miembro de la Academia Antioqueña de Historia, Víctor E. Ortiz García, aseguró que aunque la edad no define el desempeño de una persona en determinada labor, en la etapa de los 18 años de edad los jóvenes atraviesan por una fase formativa que puede pesar sobre la responsabilidad que tiene un congresista que, según el artículo 114 de la Constitución, es quien hace las leyes y ejerce control político sobre el Gobierno Nacional.
Ante ese panorama, Ortiz García planteó que tener representantes a la Cámara de 18 años no sería garantía de un mejor desempeño del Congreso, y resaltó que a estos jóvenes podría faltarles formación ya que, según él, el desarrollo mental del ser humano tiene diferentes etapas y a los 18 años las personas están en una evolución del comportamiento y del pensamiento, especialmente en el escenario de la educación universitaria.
“¿Deberían los jóvenes colombianos estar en política?, indudablemente sí, pero creo que tener la mayoría de edad no es el único requisito que se debería cumplir para estar en el Congreso. Considero que el país está en mora de legislar para garantizar que los congresistas tengan una formación básica, por ejemplo, en Derecho y Administración”, aseguró el antropólogo.
En ese sentido, Maya acotó que no solo se debería impulsar al joven a que se convierta en congresista a temprana edad, sino que también sería positivo invitarlo a que se involucre en la política desde otros escenarios previos como las juntas de acción comunal (JAC), juntas de acción local (JAL) o concejos municipales.
“Yo le apostaría por crear garantías y estímulos para que los jóvenes participen en política en las regiones, por ejemplo, asegurándoles espacios en los concejos municipales o las asambleas departamentales, y brindándoles posibilidad de reconocimiento de juventudes políticas en los partidos”, planteó el docente de Eafit.
“Reducir la edad para aspirar al Congreso no va a garantizar la participación de los jóvenes en política y la solución de sus demandas. Lo que deberíamos plantear son más estrategias para impulsarlos a que tengan un papel activo en sus regiones y poder hablar así de una cultura política democrática, participativa e incluyente”, señaló Borrero.
Además, la especialista en Cultura Política consideró que hay una tarea pendiente para enfrentar la apatía que tienen los jóvenes en Colombia por la política e involucrarlos, por ejemplo, fortaleciendo los consejos de la juventud y educando a los jóvenes sobre la importancia de participar a través de diferentes mecanismos.
En defensa de la iniciativa, Toro aseguró que se trata de una reforma que para ella y su partido es necesaria, debido al contexto actual del país y a las permanentes movilizaciones sociales en las que, considera, la ciudadanía está pidiendo tener voces representativas en el escenario político.
Por su parte, uno de los congresistas que le dio un visto bueno a la propuesta fue el senador Nicolás Araujo, del Centro Democrático, quien planteó que se debe apoyar la participación de los jóvenes en el escenario legislativo. “En mi caso fui el senador más joven del país, ya que llegué a los 30 años. Los jóvenes pueden aportar y es importante ampliar su participación”, aseguró.
A su turno, la representante Katherine Miranda, del Partido Verde, aseguró que el hecho de poder ocupar una curul en la Cámara a los 18 años podría generar mayor interés y participación de los jóvenes por la política, y resaltó que “podrían tener así una participación activa dentro de las decisiones y debates que se dan en el país”.
En contraposición, el docente Maya planteó que no ve oportuna la reforma, considerando que jóvenes que están en una etapa en la que, según él, deberían reforzar su formación académica a través del escenario universitario, estarían a los 18 años discutiendo y decidiendo sobre proyectos de ley, en temas fundamentales para el país como pensiones, la economía, políticas públicas, la paz y otros asuntos de la problemática colombiana.
“Yo mantendría la edad mínima para aspirar a la Cámara de Representantes en 25 años, porque es una edad en la que se puede tener la posibilidad de tener más conocimientos. Estoy de acuerdo con la participación de los jóvenes en política, pero creo que es más oportuno motivarlos a hacer parte desde otros escenarios que los preparen para llegar al Congreso con más criterio y formación”, apuntó.
De acuerdo a la presidenta del Partido de la U, pensando en hacer realidad la propuesta, se buscará su discusión y eventual votación en los próximos meses, para que esta pueda estar lista en 2022, de cara a las elecciones legislativas que se llevarán a cabo en el país.
Esta reforma para ajustar la Constitución debe presentarse este mes en el Congreso y necesitará pasar por ocho debates, que tendrán que hacerse entre el inicio de la próxima legislatura, el 20 de julio, y antes del 20 de junio de 2022, fecha en la cual finaliza la última legislatura del cuatrienio.
Cabe resaltar que esta propuesta tiene antecedentes cercanos, ya que años atrás se ha intentado, sin éxito, modificar la edad mínima para tener en el país congresistas más jóvenes de lo que hoy se permite.
Por ejemplo, en 2016 los partidos Polo Democrático y Alianza Verde presentaron un proyecto de ley con el que buscaban hacer esta modificación y garantizar que jóvenes desde los 18 años pudieran aspirar al Congreso, pero la iniciativa no prosperó.
A diferencia de dicha época, según la líder del Partido de la U, actualmente Colombia atraviesa por una coyuntura que amerita reforzar la participación de los jóvenes en el debate público del Congreso. Por ello, señaló, espera tener el apoyo de diferentes partidos políticos para lograr la reforma y la reducción de la edad exigida por ley.
Así como Colombia, otros países de la región también tienen definidas edades mínimas exigidas para ocupar una curul (ver Paréntesis), y este es un requisito que varía en cada nación.
El próximo año Colombia realizará una nueva jornada de elecciones legislativas en la que se definirán los 108 senadores y 171 representantes a la Cámara que conformarán el Congreso de la República y legislarán durante los próximos cuatro años. Habrá que esperar si los jóvenes de 18 años pueden aspirar a esas curules