A pesar de que fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, Carlos Mattos volvió a dar de qué hablar por otro presunto escándalo judicial en el que es protagonista.
El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) le decomisó unas gafas a su abogada que, al parecer, tienen una cámara integrada con la que se grabaría al interior de la cárcel.
Por ahora, la entidad encargada de la custodia de presos investiga dicho elemento, que en caso de tener la cámara abrirá otro escándalo en menos de un mes relacionado al empresario de la Hyundai, pues en febrero salió en dos ocasiones a despachar sin permiso desde su oficina en Bogotá.
El traslado de Mattos
Carlos Mattos fue trasladado a la cárcel de Cómbita el pasado 3 de marzo, luego de las salidas irregulares acompañadas de dragoneantes de La Picota, donde estaba preso por el confeso soborno a dos jueces.
Ese escándalo les costó el puesto al director del Inpec, general Mariano Botero, y al director del centro penitenciario, coronel (r) Wilmer Valencia.
Previo a la aparición de la presunta cámara camuflada en las gafas, la Fiscalía le retiró los dos preacuerdos que había pactado con el empresario, en los que se comprometía a pagar 56 meses de cárcel y 2 millones de dólares por indemnización a las víctimas.
El motivo del reversazo del ente acusador en este caso se ha mantenido bajo discreción de los fiscales. Ahora lo que sigue para Mattos es ir a juicio para responder por presunto cohecho por dar u ofrecer dádivas a los jueces Reinaldo Huertas y Ligia del Carmen Hernández.