En los trinos del presidente Gustavo Petro hay dos palabras que se han repetido con insistencia en la última semana. Estas son “golpe de Estado” y “oligarquía”. Desde Palacio parecería que hay una estrategia para sembrar el discurso de que la investigación autónoma del Consejo Nacional Electoral contra su campaña tiene el objetivo de una conspiración nacional para sacarlo del poder. Y, de ello, también acusa a los medios de comunicación.
En el mismo discurso en el que se comprometió con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a firmar una directriz para el respeto de los funcionarios públicos hacia los periodistas, el presidente atacó a la prensa y la señaló de ser parte de ese plan.No es un discurso aislado.
El profesor Mauricio Jaramillo de la Universidad El Rosario y hoy principal presentador de programas de opinión de RTVC, le dio una entrevista a el programa La Base del exdiputado español Pablo Iglesias, en donde mintió acerca de las funciones del CNE y de nuevo acusó a la prensa de estar detrás de un golpe de Estado en el que supuestamente se ha desinformado con crisis nacionales como la del desabastecimiento de combustible, anunciada por Latam, Terpel y otras agremiaciones de aerolíneas internacionales.
El político español, muy dedicado a los asuntos de Colombia en las redes digitales, preguntó “cuáles van a ser los siguientes pasos de la oligarquía y sus partidos políticos y sus medios de comunicación para intentar tumbar al presidente Petro”. El profesor Jaramillo respondió que “los medios de comunicación están abusando de noticias falsas, informaciones inexactas, informaciones parciales. Se inventaron la semana pasada que el sistema aéreo estaba colapsando porque no había combustibles para aviones, se han inventado noticias de la relación peso dólar, han especulado respecto a la inversión extranjera (...) la campaña de desinformación va a continuar”, agregó. Luego, dijo que el Consejo Nacional Electoral “no era un tribunal y estaba investigando de manera irregular la campaña de Petro”. Esto en el supuesto propósito de un golpe de Estado, tal como lo había afirmado en su pregunta Iglesias.
Todas esas afirmaciones son falsas. Los medios de comunicación no se inventaron una crisis en el sistema aéreo, como dijo Jaramillo. La primera alerta por desabastecimiento de combustible la realizó Latam a finales de agosto, y luego hizo lo propio la Asociación Internacional de Transporte Aéreo. El propio Gobierno tuvo que reconocer una falla eléctrica en la Refinería de Cartagena que produjo una pérdida de 2.000 barriles diarios de petróleo, lo que llevó a la necesidad de importar 100.000 en los últimos días del mes. De hecho, la razón del desabastecimiento de esos dos días -que tuvo repercusiones en los despegues de vuelos en ciudades como Bucaramanga, Cali y Cúcuta- no ha sido concluida.
Aunque Ecopetrol se defendió y el presidente le echó la culpa a los privados, Terpel, uno de los principales distribuidores del combustible, aseguró que se trata de un problema estructural por el aumento de demanda, la incapacidad de refinación en el país y la falla eléctrica de Reficar.
Ningún medio “se inventó una crisis en el sistema aéreo”. Esto es importante porque RTVC es un medio estatal pero que en la administración de Hollman Morris se ha dedicado a defender y promover los intereses del Gobierno del presidente Gustavo Petro como si eso tuviera que ver con su misionalidad. Pero otro de los componentes determinantes de su narrativa ha sido el ataque directo a los medios de comunicación privados llamándolos “medios corporativos o hegemónicos” y ahora acusándolos, como lo hizo Jaramillo, de estar detrás de un golpe de Estado.
Lo segundo es que el Consejo Nacional Electoral, una autoridad administrativa establecida en el diseño constitucional del Estado, no puede investigar la campaña del presidente. Eso no es cierto y obedece también al argumento de que la investigación sobre la campaña al mandatario y posterior juicio político en el Congreso, si se concluye que en efecto se violaron los topes, hacen parte del supuesto golpe. Ese es el diseño que la ley estableció para la investigación a los gastos de las campañas presidenciales.
El Consejo Nacional tiene funciones administrativas e investiga y concluye si las campañas reportaron o no los gastos y violaron los topes. Luego, el Congreso decide a través de una votación si debe haber o no juicio político y si el presidente, en caso de ser responsable, tiene que salir del cargo.
El Consejo de Estado señaló en una decisión vinculante de la Sala de Consulta que el CNE tiene la autoridad para investigar, pero Petro insiste en que es ilegal a su fuero y que se trata de una persecución. El tono elevado del presidente sobre los hallazgos de esa investigación que han sido expuestos por la prensa demuestra que el mandatario está inquieto; convocó a protestas y a sus bases electorales a alistarse por los efectos de la indagación.
El presiente hizo un anuncio al final de la tarde de este martes y dijo que haría una alocución para “defender la democracia” a las 7 de la noche, pero la canceló y borró su trino, posiblemente porque Brasil jugaba contra Paraguay, luego de la victoria de Colombia contra Argentina en las eliminatorias al mundial.
El mal “timing” no solo demuestra que el presidente está improvisando sus alocuciones, ahora una a la semana, como lo había dicho EL COLOMBIANO, sino que insistirá en su hipótesis de que lo quieren sacar del poder con un golpe de Estado; ya no un “golpe blando”, concepto que su administración también usó tras el primer año y medio de gobierno.
El problema detrás de la estrategia es que el mensaje es profundamente peligroso contra la prensa y podría incluso llegar a generar acciones violentas porque en esta oportunidad no se trata de críticas a publicaciones o al equilibrio editorial, sino de atribuir una acción supuestamente originada en los medios en los que trabajan centenares de periodistas para sacarlo del poder tras haber ganado las elecciones en 2022.
Esto sucede solo una semana después de que el presidente llamó a mujeres periodistas “las muñecas de la mafia” en el evento de posesión de la defensora del Pueblo. A pesar de esos ataques, la CIDH y la FLIP han mantenido reuniones en Palacio legitimando el papel del Gobierno frente a la defensa de la liberta de prensa, algo que no se ve en el día a día de sus trinos y sus discursos oficiales.
En todo caso, la nueva alocución no se canceló del todo; solo se suspendió, según dijeron fuentes a este diario. Es predecible que Petro insista en atacar a los medios y en hablar del golpe por la investigación del CNE.