Corcho “no escucha”, se aísla y empieza a romper la coalición

Por su reforma, la ministra de Salud perdió el respaldo del Presidente del Congreso y se peleó con La U.

Corcho salió molesta el viernes de la reunión con la bancada de ‘La U’, que lideró la médica y directora de esa colectividad, Dilian Francisca Toro. FOTO CORTESÍA

La polémica reforma a la salud del Gobierno de Gustavo Petro todavía no ha empezado a ser discutida formalmente en el Congreso, pero desde ya carga con el peso de las críticas que han arreciado desde diferentes sectores políticos –incluyendo al Pacto Histórico– contra la ministra de Salud, Carolina Corcho, quien es la principal responsable de esta iniciativa.

Esta médica psiquiatra y magíster en Estudios Políticos que lidera la cartera de Salud desató un altercado en la Casa de Nariño y en las filas del petrismo, que parece difícil de resolver y que quedó en evidencia con los nuevos cuestionamientos públicos que hizo en su contra el presidente del Congreso e integrante del Pacto, el senador Roy Barreras. La tildó de “ministra ideologizada y arrogante”.

“Corcho es una ministra ideologizada. Tiene, desafortunadamente, la característica que no es buena y no es justa en ningún ministro y es la arrogancia. Ella rompe el diálogo, impone sus decisiones, no escucha sus pares en el gabinete. No escucha los gremios y lo descalifica y alimenta una especie de reforma revanchista contra lo que llaman la oligarquía”, aseguró Barreras en El Tiempo.

Las pullas que le lanzó Barreras a la Ministra de Salud no corresponden a un caso aislado, pues su voz se integró al abanico de críticas que se han acrecentado por la aparente falta de escucha y de respuestas claras de Corcho frente a los interrogantes que desató el proyecto de reforma a la salud, el cual –según los expertos– abre la puerta para acabar con las EPS y revivir el fracasado Seguro Social.

Esta rencilla a la que ahora se le suma el fuego amigo al interior del petrismo también tuvo repercusión en la coalición de gobierno en el Congreso, pues en el Partido de la U se registró un duro choque con la Ministra de Salud, paradójicamente, en un evento en el que la Casa de Nariño buscaba lograr consensos y resolver dudas.

Pero todo terminó con malestar por la actitud “soberbia” de Corcho frente a 18 reparos que le hicieron congresistas de esa colectividad.

Ministra tildada de activista

Ahora bien, la Ministra de Salud también ignoró las recomendaciones que le hizo alguien con tanta experticia en el sector como el exministro de Salud Alejandro Gaviria (hoy ministro de Educación), así como los llamados de atención de las asociaciones médicas que le pidieron que el proyecto reformista no planteara crear desde cero un nuevo sistema de salud, sino que construyera sobre lo construido.

Además, a parte de los dardos de Barreras de este fin de semana y el choque que Corcho tuvo con La U, la funcionaria terminó encerrada en una especie de burbuja en la que se aisló para evadir las sugerencias hechas para potenciar la iniciativa.

Por ejemplo, la ministra de Agricultura, Cecilia López, señaló en RCN que tiene preocupaciones frente a la reforma a la salud porque se podría repetir “la corrupción” del Seguro Social. También reiteró que, junto a Gaviria y el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, le sugirieron modificaciones –que fueron desestimadas– al Jefe de Estado y la propia Ministra de Salud.

“Lo que a mí se me hace preocupante es que algunas de las cosas a quienes les he escuchado, a quienes están involucrados directamente, es que vuelven a lo que nosotros habíamos discutido, pero para mí ese capítulo se cerró (...) Ahora le toca al Congreso. Yo me dedicaré a lo mío”, dijo López, quien en los años 90 presidió el extinto Seguro Social.

Al destaparse esta molestia se desdibujó el “acuerdo” al que se había llegado en la Casa de Nariño, el pasado 9 de febrero, después de una reunión de tres horas entre el Jefe de Estado y representantes de las EPS, y con el que se planteó que esas entidades no desaparecerían en el marco de la reforma que lidera Corcho.

Esta situación también la cuestionó Barreras, quien expuso que la Ministra “desautorizó al Presidente, porque hace dos semanas se dio un paso positivo hacia la transición. El Presidente va a defender esa transición y yo lo acompaño en eso: una reforma a la salud que haga un sistema más justo, pero el Gobierno anunció que las EPS no desaparecerían. Son 30 años de experiencia en sistemas de calidad”.

Crecen las fricciones políticas

Además del fuego amigo tanto en el Pacto como en el gabinete ministerial, sobre Corcho han recaído cuestionamientos desde sectores políticos aliados del Gobierno. El episodio de discordia más reciente, como se dijo, pasó el viernes con el Partido de la U, que tuvo su ‘retiro’ para conocer en detalle las reformas del Ejecutivo en una cita privada en la ciudad de Cali, pero terminó con fricciones y con una Ministra de Salud casi que evadiendo las explicaciones pedidas por la bancada que dirige Dilian Francisca Toro.

Asistentes al evento le contaron a este diario que, pese a que Corcho fue respetuosa en sus intervenciones, se le vio evidentemente molesta con los 18 reparos hechos a la reforma a la salud y –al final del evento, realizado Hotel Dann Carlton de la capital del Valle– salió rápidamente y disgustada por la puerta de atrás.

“La ministra va a tener muchos problemas si sigue con esa actitud, porque nosotros vamos a discutir las reformas”, le dijo a este diario un asistente a esta reunión de La U.

A estas críticas se le suman las del Partido Liberal –también de la coalición de gobierno–, cuyo director, César Gaviria, advirtió que la reforma a la salud quiere acabar con el sistema para crear uno desde cero. Esta colectividad tendrá su reunión con el Gobierno este jueves en Ibagué y en la antesala Gaviria pidió “no votar las reformas a ciegas”.

Además, Corcho enfrenta una queja disciplinaria que elevó el representante Andrés Forero, del Centro Democrático, en su contra por presunto conflicto de intereses.

Esta discordia dejó en evidencia que la discusión de la reforma a la salud no está calando ni siquiera en los aliados del Gobierno, por lo que prevé que se mantengan las fricciones en los próximos días cuando citen a los primeros debates de la iniciativa .