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¿Qué pasaría si no hay acuerdo entre las partes?
Congresistas y juristas mencionan el Congreso como vía alterna o un nuevo mecanismo de refrendación popular.
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Organizadores de marchas aseguran que las manifestaciones seguirán en el país, hasta que exista un acuerdo de paz. FOTO ap
16 de octubre de 2016
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El buen ambiente político nacional, que inició desde el momento mismo en que se conocieron los resultados del plebiscito, con los discursos propositivos de Santos, Uribe y ‘Timochenko’, no garantiza que la cordialidad se mantenga y se de un consenso entre las partes.
Laura Gallego, directora del Centro de Análisis Político de la Universidad Eafit, afirmó que hoy no hay una ruta clara que haya sido comunicada ni por el gobierno ni por los promotores del No.
Según Francisco Barbosa, doctor en Derecho y docente de Constitucional en el Externado, si no se da anuencia en este proceso, se generaría una situación política compleja para el presidente, pues le tocaría sacrificar un acuerdo político completo para llegar a un acuerdo con las Farc.
“No veo probable que se logre un acuerdo político como se está planteando a nivel nacional. Al final del día el presidente tomará decisiones y no tocará algunos temas. Lo mejor sería que se implemente vía Congreso, porque las consecuencias de otro plebiscito serían inciertas”.
En entrevista radial el senador Roy Barreras (La U) dijo que si no se llega a una salida política hay mucha salidas, y que el hecho de que CD, al final no quiera acordar, propuso que se le vuelva a consultar a los colombianos.
“En ninguna democracia podemos aspirar a estar de acuerdo con todos y con todo, vamos a hacer el mejor acuerdo posible (...) hay soluciones jurídicas y políticas de distinta naturaleza, pero sé que con prudencia el Gobierno está revisando todas las propuestas y la próxima semana le dirá al país cuáles son viables para sentarlas a las Farc (...) ese nuevo acuerdo necesitará un camino que puede ser o no la refrendación popular o escoger un camino de implementación en el Congreso”, agregó Barreras.
“Doble discurso oficial”
Según el senador Alfredo Ramos (CD), el Gobierno tiene un doble discurso “dañino”, porque presiona a un acuerdo rápido pese a tomarse 6 años negociando y pretende ser interlocutor de muchos grupos que tienen diferentes visiones de negociación, lo cual hace inviable cualquier propuesta.
“Para generar una posición seria, debe generarse una interlocución centralizada y una agenda de unos seis meses, mientras se avanza en una agenda legislativa en los puntos que no tienen mayor discusión (amnistía, concentración, creación de nuevo partido)”, puntualizó Ramos.
Por su parte, el representante Óscar Hurtado (PL), consideró que solo la ciudadanía puede revalidar cualquier nuevo acuerdo que surja.
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