El cadáver de un ciudadano que llevaba tres días desaparecido fue encontrado por su propia familia en un paraje rural del noroccidente de Medellín.
Según los testimonios que entregaron a las autoridades sus seres queridos, a las 10:00 p.m. del pasado jueves 7 de octubre Carlos Arturo Álvarez Gómez, de 29 años y dedicado a oficios varios, salió de su casa en el barrio Aures N°2.
No empacó maleta, por lo que se presumía que regresaría pronto. Sin embargo, nunca volvió y sus allegados comenzaron la búsqueda en los alrededores.
Al mediodía de este domingo 10 de octubre, una llamada de un desconocido los condujo hasta un sector conocido como Los Rieles, en el mismo vecindario, en límites con el corregimiento San Cristóbal.
Allí encontraron un cuerpo decapitado y con múltiples heridas producidas con arma cortopunzante. Por los tatuajes lograron identificar a Álvarez Gómez, por lo que fueron a avisarle lo sucedido a los policías del CAI Aures.
En la base de datos judicial figura que el difunto tenía anotaciones por la presunta comisión de un desplazamiento forzado el 25 de julio de 2010, y tráfico de estupefacientes del 13 de marzo de 2016.
Conocido con el alias de “Carlitos” o “Monín”, fue integrante del combo “el Chispero”, que delinque en las comunas 6 y 7 de Medellín, por lo que fue condenado por concierto para delinquir el 21 de febrero de 2017. La sentencia fue de cuatro años y seis meses de prisión, impuesta por el Juzgado Primero del Circuito Especializado de Medellín.
Tras salir de la cárcel, regresó a vivir al barrio Aures N°2. Según sus familiares, no sabían que tuviera alguna amenaza en contra.