Este año será el de las obras para conectar las veredas en Sabaneta

Movilidad es dolor de cabeza en ese municipio. Alcaldía señaló que ya inició ampliación de la carrera 43A.

Pese al desbordado crecimiento urbano, Sabaneta lucha por desatrasar su malla vial. FOTO Camilo Suárez
El alcalde Santiago Montoya Montoya en su despacho. FOTO: Camilo Suárez.
Los principales trancones se dan en el sector de La Vaquita. FOTO: Camilo Suárez
El hospital local Venancio Díaz ha sido objeto de críticas de los sabaneteños. El alcalde dice que ha hecho esfuerzos por mejorar sus servicios. FOTO: Camilo Suárez
Los controles de la Policía se realizan en varios sectores de Sabaneta. FOTO: Cortesía

El concepto de “pueblito dentro de la ciudad” que por tantos años enmarcó a Sabaneta ahora solo está contenido en su parque principal, pues el municipio más pequeño de Colombia se convirtió en una ciudad de torres que superan los 20 pisos.

Pero el cambio no solo ha sido urbanístico, por sus calles y cafés ya es común escuchar acentos de otras latitudes, así como encontrar en muchas de sus cuadras por lo menos un establecimiento comercial, lo que muestra el dinamismo del municipio del sur del Aburrá.

En su oficina del nuevo Centro Administrativo Municipal, el alcalde Santiago Montoya Montoya cuenta que su plan de desarrollo ya lleva una ejecución del 70%. Montoya –inquieto y franco– explicó que en su tercer año de mandato ya se invirtió el 83% de los recursos, es decir, poco más de $537.144 millones. Según le explicó a EL COLOMBIANO, el rubro se ha gastado principalmente en temas de infraestructura, movilidad, salud, seguridad y atención social.

El alcalde Santiago Montoya Montoya en su despacho. FOTO: Camilo Suárez.

Trancones, dolor de cabeza

Pero no todo son avances sin contratiempos en Sabaneta. Una de las principales problemáticas que apuntan algunos sabaneteños es la movilidad que hace que desde las horas valle haya tacos. El asunto más problemático se da sobre todo en la carrera 43A, entre la Universidad CES y la glorieta de La Vaquita, que a su vez es puerta de acceso a varias rutas veredales y al colegio El Carmelo.

“Yo vivo en la Loma de la Cuenca, y para venir al parque en transporte público me demoro 8 minutos en condiciones normales. Sin embargo, el mismo recorrido ya me está demorando 45 minutos”, añadió una vecina.

Otro taxista agregó que el acceso a las veredas Las Lomitas y La Doctora está bastante complicado por los problemas que hay en el estado de la vía. Un conductor de buseta se adhirió a esta opinión e indicó que otra contradicción es, que por la estrechez de las vías, en estos sectores también hay tacos cuando el municipio las arregla.

Los principales trancones se dan en el sector de La Vaquita. FOTO: Camilo Suárez

Montoya reconoce el problema e indicó que el “desastre” de la sobreconstrucción de Sabaneta se dio sin una planeación vial a largo plazo, lo que hoy tiene a Sabaneta asfixiado.

“Yo he peleado con los constructores y les he dicho ‘¡ustedes son muy conchudos!. Hicieron primero los edificios y después se acordaron de hacer vías, acueducto y alcantarillado’. Por eso en estos tres años nos enfocamos en desatrasar ese tema y hemos logrado que dentro de las obligaciones urbanísticas de los constructores se consolide la construcción y ampliación de las vías a María Auxiliadora, la loma de San Judas, el acceso a Pan de Azúcar. Estamos avanzando ya sea con diseños o con obras”.

Montoya también dijo que su otra lucha la está dando con EPM, “porque rompen y tapan donde les da la gana”. En esa también reconoció avances pues se acordó que cada vía dañada por trabajos debe ser rehabilitada.

Frente al tema de la carrera 43A, indicó que ya comenzó su ampliación y calificó el proyecto como uno de los más importantes del Aburrá pues ya se han invertido más de $90.000 millones. Señaló que de la adquisición de los 130 predios para hacerla solo faltan 30. “Puede que no la inaugure yo, pero creo que al menos dejo listas las etapas 1 y 2”, apuntó.

El alcalde aprovechó para hablar de la construcción de aceras y de las pavimentaciones. La más importante es la de los 3,2 kilómetros de la avenida Regional por $11.650 millones, lo que dio fin a la discusión bizantina sobre que entidad nacional o territorial era responsable de su mantenimiento.

“En el convenio la vía quedó como responsabilidad nuestra pero con el compromiso de que el mantenimiento será entre la Gobernación, el Área y el municipio”, apuntó Montoya.

“Triplicamos la plata de lo social”

Montoya indicó que una de sus mayores dedicaciones, aparte de la pandemia, fueron las obras de mitigación en zonas vulnerables a la temporada de lluvias. Por ello, según dijo, Sabaneta no ha aparecido en los titulares por emergencias como inundaciones y deslizamientos. Y eso, como contaron los vecinos, se agradece.

“Hicimos muros de contención en las veredas María Auxiliadora, La Doctora, Los Henao, canalizamos quebradas, montamos muros de gaviones y cosas que antes no se hacían. Creo que superamos los $20.000 millones en obras de mitigación. Solo la obra de Los Congojos valió $4.000 millones”, apuntó Montoya resaltando las obras como de sus mayores logros.

Otro asunto que resaltó el mandatario es la alta inversión en temas sociales y que en algunos casos triplicó los fondos, sobre todo para la atención de la pandemia.

Por ejemplo, según cifras de la municipalidad, la atención de población discapacitada pasó de 53 personas en 2020 a 303 en 2022; mientras que los beneficiarios de los procesos de hipoterapia pasaron de 2.200 al inicio del mandato a 3.000 en este último año; el programa de cero a siempre tuvo un incremento del 50% de población infantil atendida llegando a 1.171 niños; mientras que el programa de atención de adultos mayores vulnerables pasó de $726 millones en 2020 a $1.247 millones el año pasado.

“Nos hemos dado ese lujo porque me ha ido bien gestionando la plata traída de la Nación, de la Gobernación y del Área Metropolitana. La plata del municipio la hemos invertido en lo social”, añadió.

¿Qué pasa en el Venancio?

Otra queja hecha por habitantes de Sabaneta va hacia el hospital Venancio Díaz. El principal reclamo es que, si bien los ciudadanos agradecen que en la pandemia el hospital y su personal hicieron frente al virus, la atención allí no solo la calificaron de precaria sino también falta de calidad humana.

“Si por algún motivo tuviera una urgencia prefiero irme a Itagüí o a Envigado para que me atiendan”, dijo una vecina. Otro apuntó que “allá es muy común que a uno le toque ir a aplicarse la droga que mandan a una farmacia porque ni una jeringa tienen”. “El tema de que el triage es menos de media hora es un chiste de mal gusto. Yo he tenido que ir y para esa primera revisión me dejaron más de dos horas”, indicó una joven.

El hospital local Venancio Díaz ha sido objeto de críticas de los sabaneteños. El alcalde dice que ha hecho esfuerzos por mejorar sus servicios. FOTO: Camilo Suárez

Sobre estos reclamos Montoya negó que en su administración haya escasez de insumos en el Venancio aunque sí admitió que ha habido un personal médico que deja mucho que desear. “Y por eso prescindimos de casi 50 personas por estas quejas”, explicó.

Con su característica franqueza, Montoya ahondó en otra problemática económica del hospital, pues dijo que la gente espera que se le preste un servicio “casi de prepagada pero nadie le paga un peso al hospital”.

“El 82% de los sabaneteños está afiliado a Sura, pero Sura no tenía contrato con el Venancio. Lo que nos decía esta EPS era que remitiéramos a los pacientes pero sin asumir los costos de estabilización y traslado. Hoy ya tenemos convenio con Sura y además la Alcaldía le ha metido plata al hospital para mejorar servicios. Hoy tenemos Rayos X, quirófanos de ortopedia y de cirugías de mediana y UCI”, apuntó.

“Acá no hay bandas”

Aunque el sentir general entre los sabaneteños es que su municipio es seguro, algunos vecinos llamaron la atención por el consumo de drogas en los jóvenes, así como el aumento del microtráfico.

También referenciaron que a inicios de enero al parecer presuntos miembros de una banda de Medellín hicieron una incursión a la vereda María Auxiliadora.

El alcalde calificó su municipio como el más seguro del Aburrá. Dijo que en todo 2022 solo hubo seis homicidios y los casos de hurtos son esporádicos y mucho menos traumáticos de los que se ven en otras localidades. “Que quede claro, en Sabaneta no hay bandas delincuenciales”, añadió.

También dijo que los aumentos en casos de incautaciones de droga se dan porque el municipio es la puerta de entrada a la zona urbana del Aburrá, y el lugar donde las autoridades hacen fuertes operativos. Eso sí, admitió que en Sabaneta hay un fenómeno de microtráfico que calificó de itinerante.

Por eso su principal apuesta es un centro de monitoreo que tendrá 215 cámaras –que valdrá $20.000 millones y que ya está construido en un 60%– y que incluirá 25 cámaras de reconocimiento de placas LPR y 175 cámaras de última tecnología y alcance de hasta 2 kilómetros. “A esto se suma que estamos creando el octavo cuadrante policial. Eso nos ha ayudado bastante”, añadió.

Los controles de la Policía se realizan en varios sectores de Sabaneta. FOTO: Cortesía

En los pendientes que Santiago Montoya tiene para ejecutar este año se centrará en las futuras interconexiones entre veredas como San José, La Doctora, Las Lomitas, María Auxiliadora y El Carmelo, y la nueva construcción del hospital, aunque se lamentó que curiosamente el problema no sea la plata sino las altas exigencias del ministerio y de la secretaría de salud departamental.

“Creo que no lo construiremos pero al menos lo dejaremos listo para la próxima administración porque ya superamos todo el papeleo”, dijo.

Este año será el de las obras para conectar las veredas en Sabaneta

El alcalde Montoya indicó que gracias a los acuerdos logrados con los constructores se ha podido ir recuperando la malla vial y las aceras sobre todo en las veredas y algunos puntos de la urbanidad. Aunque reconoció que la tarea ha sido dura, resaltó la disposición de las constructoras con las que “por las buenas y por las malas” ha llegado a acuerdos. Aunque la comunidad agradece dichas labores, también indicó que por las mismas, la movilidad se afecta. Por eso piden que se haga en horarios menos traumáticos.