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¿Qué tan preparados estamos para vivir en casas rodantes?

A pesar de que en el mundo son frecuentes, en Colombia aún existen varios vacíos normativos.

  • Ilustración SSTOCK
    Ilustración SSTOCK
14 de septiembre de 2021
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La frecuencia con que vemos casas rodantes por las carreteras de Colombia o estacionadas en algún lugar destinado para acampar ha aumentado. Jóvenes y extranjeros con ímpetu de viajar ligeros, conocer diversos lugares y muy orientados hacia el cuidado ambiental resaltan en este mercado.

No obstante, a diferencia de países como Europa y Estados Unidos, donde un porcentaje de la población vive en casas rodantes, en Colombia aún no existe la infraestructura para convertirlas en un hogar. “En el país, las casas rodantes son para viajar y no para vivir. Lo que existe es más expectativa que realidad, pues los jóvenes se dejan llevar por lo que logran apreciar en redes sociales y lo bonito que se puede ver una foto, y no en lo que implica realmente”, comenta Jairo Flórez, director de construcciones, representante legal y gerente de Block Haus.

Por ejemplo, uno de los primeros obstáculos es el costo. “Una casa rodante implica los costos de un carro más los de una vivienda. Además, adecuarla para que sea habitable tiene un valor, y si se quiere vivir en ella por un tiempo indefinido, se debe tener en cuenta que una casa rodante no es autosuficiente”, explica Luis Armando Álvarez, arquitecto y consultor en diseño.

Además necesita agua, un lugar adecuado para botar los desechos, energía e internet satelital. “Adicionalmente, si se requiere de aire acondicionado, esto consume mucha gasolina, o, por el contrario, necesita una cantidad considerable de energía solar”, añade Álvarez.

Ahora bien, es cierto que en Colombia existen zonas de camping con baños comunitarios, baterías para recargar ciertos dispositivos y adecuaciones para recargar agua, si una persona con una casa rodante decide permanecer en este espacio deberá pagar un arriendo. Adicionalmente, deberá verificar si las casas rodantes son permitidas, pues no todos los lugares de camping están adecuados para esto.

Por otro lado, las casas rodantes no se consideran inmuebles en Colombia y no existe normatividad acerca de ellas. Sin embargo, sí deben cumplir con algunos parámetros técnicos y de seguridad básica, según lo establecido por la Ley 769 del 2002.

El Ministerio de Transporte señala, que estos son algunos de los parámetros:

1. Es decisión del propietario si el vehículo será matriculado para servicio particular o público.

2. En el momento en que el vehículo esté en movimiento los ocupantes deberán ir en la cabina del vehículo o el habitáculo de los pasajeros, nunca en la casa rodante.

3. Las casas rodantes no deberán ser homologadas porque son de uso particular.

Así mismo, Flórez explica que en el momento en que una persona decide que su casa rodante sea halada por un remolque o semirremolque, “deberá registrarse en el RUNT, tener placa y además pagar impuestos. También se les exige tener el pase de conductor con la categoría para manejar carro articulado”.

En cuanto a su diseño, se debe tener en cuenta que estará limitada en espacio y cantidad de peso si se quiere construir sobre un vehículo rígido. “Por ejemplo, una Toyota Hilux tiene una capacidad máxima para soportar y andar con un peso de dos toneladas, de remolque y una dimensión aproximada de 4,5 metros por 2,5. Por eso, a la hora de establecer el mobiliario y las comodidades, esto es algo que se debe analizar”, comenta Flórez.

Álvarez, destaca la manera en que los diseñadores industriales han logrado un avance en este aspecto, gracias a los muebles dinámicos y multifuncionales que ahora se pueden adaptar a diferentes necesidades. “Además, a la hora de diseñar este tipo de casas, se piensa también en la altura para optimizar mucho más el espacio. Algo que se ve mucho son las camas altas para incorporar cajones debajo y se trata de dejar una circulación central ubicando de un lado la cocina y del otro el baño. Lo importante también, es repartir las cargas y no sobrecargar ninguna zona”.

“Sin duda, aún nos queda mucho por recorrer en este mercado y las casas rodantes siguen siendo un mueble de confort y estilo. Un lujo para muy pocos. Esperemos que en un futuro cercano podamos ver cómo el país crece en infraestructura para poder brindarle a las personas más opciones para construir un hogar”, destaca Flórez.

En Colombia una casa rodante en obra gris puede costar desde $61 millones y terminada oscila entre $76 y $210 millones, dependiendo del tamaño y accesorios como baño de lujo, paredes interiores y exterior. El alquiler por noche está alrededor de $500

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