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Presentado por primera vez en 2017, el Hyundai Kona desembarca en Colombia con una motorización híbrida auto recargable y un aspecto diferenciado mediante un diseño de tendencia modernista y dos niveles de acabado. EL COLOMBIANO probó la versión de entrada, denominada Premium, con un precio de $126 millones en el mercado nacional.
El Kona, cuyo nombre proviene de una concurrida zona comercial y turística de Hawái, es un SUV subcompacto provisto de un robusto aspecto gracias a su diseño bulboso, de cintura alta. Tiene enormes y afiladas luces y molduras, tanto frontales como traseras y guardafangos ensanchados, matizados por plásticos negros que enmarcan vistosos rines bitono de 16 pulgadas. El techo en negro con deflector posterior también moderniza el dibujo del carro. La altura sobre el piso es de 16 centímetros y la tracción va a las ruedas delanteras. Ahora bien, aunque tiene apariencia de camioneta, está lejos de tener cualidades todoterreno.
En el interior, con predominancia de plásticos duros de buena presentación, encontramos un tablero análogo, de agujas y testigos, y un computador central de 3,5 pulgadas con información de comportamiento del motor y parámetros de monitoreo, así como anuncios del sistema de entretenimiento y telefonía.
El área de carga tiene capacidad para 347 litros ampliables a 1.146 con las sillas traseras plegadas. La entrada es elevada (hay que levantar mucho los objetos a guardar) y la presentación está muy bien lograda gracias al tapizado y los ganchos de amarre que lleva. La rueda de repuesto es de tipo temporal.
El Kona está animado por el conocido motor Smartstream 1.6 de 16 válvulas e inyección directa GDi con una entrega de 103 caballos de fuerza y 147 Nm de torque. Este propulsor trabaja solidario con una unidad de potencia eléctrica que desarrolla el equivalente a 43 caballos de fuerza y 170 Nm de torque. Está alimentada por una batería de iones de litio, 1,56 kWh y 240 voltios de capacidad, recargable mediante maniobras de desaceleración y frenado. Así, en su mejor momento, la potencia total es de 145 caballos y 265 Nm que están gobernados por una caja automática de seis velocidades con manejo manual en el modo Sport.
Una vez operamos el arranque por botón, no es tan difícil mantener el manejo en modo 100% eléctrico, incluso, gracias a una superficie de rodaje plana en autopista logramos alcanzar 80 km/h solo impulsados eléctricamente. Si se tiene una buena dosificación del pie derecho, será posible llevarla en este modo a un promedio de 30 a 50 km/h en ciudad.
La potencia es justa para mover con soltura la carrocería del Kona, reacciona muy bien en ciudad y alcanza buenos cruceros en carretera, pero no es que le sobre en abundancia. Su entrega es muy lineal y en ningún momento sacude o se vuelve incómoda la marcha por la contundencia de la respuesta.
Si queremos un comportamiento más ágil, hay que acudir al modo Sport y al manejo manual de la palanca de cambios, que está muy bien relacionada, es muy reactiva y puede sacar más músculos al motor cuando queda en nuestras manos. Los frenos, con cuatro discos, tienen una eficacia superlativa. El carro frena en una baldosa prácticamente.
Finalmente, la economía de combustible se tasó en unos 68 kilómetros por galón. Supremamente buena gracias al apoyo del motor eléctrico, lo cual le brinda una autonomía cercana a los 700 kilómetros con un tanque de gasolina