“Los pájaros dan regalos, manipulan, engañan y recuerdan”

EL COLOMBIANO habló con Jennifer Ackerman, divulgadora científica que ha estudiado el gran ingenio de los pájaros.

Ackerman hace énfasis en que aún se necesita estudiar más el cerebro de las aves. FOTO Sofia Runarsdotter

Sentir, recordar, engañar, manipular, cantar por placer, dar regalos y aplicar el principio de la reciprocidad son algunos de los descubrimientos que ha hecho la ciencia sobre el comportamiento de las aves y su maravilloso y sorprendente cerebro, que se pensaba que, al ser tan pequeño, era primitivo y muy simple; teoría que ha contradicho con su trabajo la divulgadora científica estadounidense Jennifer Ackerman, quien se ha dedicado a investigar y escribir, por más de 30 años, sobre ciencia, naturaleza y biología humana.

En entrevista con EL COLOMBIANO, Ackerman habló de sus estudios sobre la inteligencia y el comportamiento de las aves, descubrimientos que narra en sus dos libros: El ingenio de los pájaros y El camino de los pájaros, una nueva mirada sobre cómo hablan, trabajan, juegan, son padres y piensan.

¿Cómo nació su interés por estudiar a las aves?

“Me encantan las aves desde que era niña e iba a observarlas con mi padre a lo largo del río Potomac en Washington, D.C. Comencé a interesarme por ellas cuando tenía siete u ocho años. Luego, cuando me convertí en escritora científica, sentí curiosidad por el comportamiento de las aves. ¿Cómo se comunican? ¿Por qué tienen cantos tan elaboradas y cómo los aprendieron? ¿Qué pasa por sus mentes mientras buscan, cortejan y crían a sus crías? Decidí explorar, hablar con científicos y comunicar los nuevos y emocionantes hallazgos a una audiencia amplia.

¿Tienen las aves una inteligencia comparable a la de los seres humanos?

“Algunas aves son mucho más inteligentes de lo que imaginamos, y utilizan habilidades cognitivas que en muchos sentidos están más cerca de nuestros parientes primates que de sus reptiles. Las aves más inteligentes son los loros y los córvidos: cuervos grajos, cuervos cornejas, arrendajos y urracas. Algunas de estas aves pueden pensar con lógica y razonar tan bien como un niño pequeño. Pueden hacer matemáticas simples y comprender los principios básicos de la física, como causa y efecto.

El cuervo de Nueva Caledonia es posiblemente el ave más inteligente del mundo. Puede resolver problemas complejos y fabricar y utilizar sus propias herramientas sofisticadas como los chimpancés y los orangutanes. Algunas aves, como las California scrub jays, pueden viajar mentalmente en el tiempo, recordando el qué, dónde y cuándo de un evento y utilizando esta información para planificar el futuro. Otros, como las urracas, pueden reconocerse en un espejo y mostrar un sentido de sí mismos. Otros, como los cuervos, pueden captar lo que está pasando en la mente de otro pájaro. Por esto las aves, que no son nuestros parientes más cercanos, nos muestran que los humanos no somos únicos en la forma en que alguna vez pensamos que éramos”.

Usted dice que los pájaros también manipulan y engañan, ¿por qué?

“¡Lo hacen! Pienso, por ejemplo, en la forma en que algunos arrendajos falsifican su comida si otro arrendajo está mirando. Pretenden esconder la comida en un lugar y luego, cuando el otro arrendajo no está mirando, este moverá la comida a un lugar diferente para que no sea robada.

Otro ejemplo es el drongo de cola de horquilla del sur de África, sobre el que escribo en mi nuevo libro, El camino de los pájaros. El drongo usa su voz para engañar no solo a otras aves, sino también a los mamíferos. Puede imitar 45 llamadas de alarma diferentes de una variedad de aves y mamíferos, incluidos suricatos, chacales y mangostas. El drongo sabe exactamente qué llamada de alarma pertenece a qué animal. Por ejemplo, si una mangosta está comiendo algo delicioso, este emitirá la llamada de alarma especial de la mangosta, esta lo oye y piensa que uno de los de su clase advierte que hay un depredador en el área, por lo que deja caer su comida y huye para cubrirse. Luego, el drongo se abalanza y le arrebata la comida a la pobre mangosta”.

Por qué los pájaros pueden construir nidos con tanta perfección y agilidad...

“Solíamos pensar que la construcción de nidos en las aves era un comportamiento simple, solo instintivo. Ahora sabemos que, en algunos casos, es un comportamiento aprendido. Las aves se vuelven mejores constructoras de nidos con el tiempo. Los pájaros tejedores mejoran con la práctica sus habilidades para tejer materiales de hierba y crear nudos para sujetarlos y asegurarlos. Las colonias de tejedores de gorriones de ceja blanca tienen una variedad diversa de estructuras de anidación que surgen a través del aprendizaje social: un pájaro observa y aprende de otro cómo construir un estilo particular de nido. Por ejemplo, los Blue tits, (o herrerillo común), sabe lo suficiente sobre el clima y su efecto en sus crías para construir diferentes nidos a diferentes temperaturas”.

¿Los pájaros dan regalos?

“Creemos que dar regalos es algo exclusivamente humano, pero es bastante común entre ciertas aves, especialmente los cuervos. Hay muchas anécdotas de cuervos que llevan pequeños objetos a las personas que los alimentan: tapas de botellas, botones y tornillos brillantes. Mi ejemplo favorito es el de una niña de ocho años que alimentaba a los cuervos en su jardín y de vez en cuando estos dejaban sus pequeños ‘tesoros’ en la bandeja: un pendiente, una garra de cangrejo podrida o un pequeño trozo de metal”.

Entienden la reciprocidad...

“Los obsequios son una forma de reciprocidad. Los cuervos parecen comprender el beneficio de corresponder en respuesta a alguien que ofreció comida en el pasado. Es una especie de planificación: “Traigo un regalo en respuesta a la alimentación, con el entendimiento de que mi regalo provocará más comida”. Los experimentos han demostrado que los loros grises africanos eligen compartir una recompensa de comida con un humano, siempre que sepan que este les corresponderá de la misma manera”.

¿Cantan por placer?

“Qué gran pregunta. Algunas investigaciones parecen apuntar en esa dirección. Cuando un pájaro aprende sus canciones, escucha los errores y los corrige, haciendo coincidir su propia vocalización con la canción modelo que escucha cantar a los adultos. Cuando ese pájaro que aprende canta bien, recibe una inyección de sustancias químicas que lo hacen sentir bien en su cerebro, las mismas sustancias químicas de ‘placer’ o ‘recompensa’ que llevamos en nuestro propio cerebro”.

¿Cuál sería su mensaje para un país como Colombia, tan rico en especies de aves...?

“Cuando me enteré de la riqueza de las especies de aves en Colombia, quedé impresionada. Pero su biodiversidad, como en todo el mundo, está amenazada por la destrucción del hábitat, cambio climático, tráfico de fauna, caza ilegal, etc. Hay que trabajar desde las comunidades locales hasta las organizaciones globales para restaurar los hábitats, proteger las especies, fomentar el estudio y la educación ambiental y encontrar formas sostenibles de desarrollo económico”