Desde que iniciamos los diálogos en La Habana, y después con la firma e implementación de los acuerdos, los sectores que siempre han vivido de la guerra y a través de ella se han mantenido en el poder, no han descansado un segundo para hacer fracasar este esfuerzo que venimos haciendo la mayoría de los colombianos, con el apoyo de la comunidad internacional, para transitar por el camino de la reconciliación, en aras de construir una Colombia en paz (...).
Una de las instituciones del Estado, la Fiscalía General de la Nación, quien debería de manera armoniosa coordinar con los demás poderes para sacar avantes los compromisos del Estado, y los Acuerdos de La Habana son un compromiso de Estado, está encabezada ahora por un fiscal que no desaprovecha oportunidad, cuando no la crea él mismo, para lanzar torpedos encaminados a deslegitimarnos frente a la sociedad y el mundo, y con ellos hacer fracasar el proceso de paz que con tanto esfuerzo construimos.
Y un ejemplo claro y contundente es toda la parafernalia montada alrededor de la captura de Santrich. A sabiendas de lo que esto implicaba para el proceso de paz, ni lo comentó con el Presidente y mucho menos con la presidenta de la JEP, quien sólo sabía lo que había visto por los medios.