viernes
7 y 9
7 y 9
R odrigo Duque, un vendedor de 40 años de edad, dice que no va a gastarse su prima: “la voy a guardar”.
Este paisa gana al mes un salario mínimo más comisiones. Por eso, el 30 de junio, tendrá derecho a una prima de servicios de 368.858 pesos, un pago semestral que resulta de multiplicar su salario básico (737.717 pesos) por 180 días laborados, resultado que luego se divide entre 360.
La decisión que ha tomado Rodrigo de evitar convertir su entrada extra en dinero de bolsillo es según los expertos en finanzas personales la más acertada, al tratarse esta prestación laboral de un ingreso temporal.
Pero, generalmente, la prima que se recibe en diciembre se destina a los gastos propios de la temporada, como regalos para los familiares, reuniones, compra de ropa y comida. “Esto resulta lógico. Sin embargo, la prima de mitad de año debería tener un destino diferente”, asegura Alejandro Useche, director de la Maestría en Administración de la Universidad del Rosario.
Así mismo, al tener en cuenta que una buena proporción de los empleados formales del país tiene deudas que pagar, según informa el académico.
Además, esos recursos son una oportunidad para cumplir las metas personales, luego de ser obtenidos con mucho esfuerzo, dedicación y arduas horas de trabajo, indica la respuesta por escrito que dio Bancolombia: “comprar vivienda, estudiar o viajar son metas alcanzables, en la medida que se tenga disciplina de ahorro”.
En este sentido, expertos consultados por este medio le dan recomendaciones para saber administrar su prima:
De una parte, está poner en las prioridades la cancelación o reducción de aquellas deudas que tengan los más altos intereses, que no necesariamente son las que más lo agobien o le quiten el sueño, recomienda el entrenador financiero Alberto Hernández López.
Useche agrega que al abonar a sus deudas aliviará la carga financiera hacia futuro, reduciendo el monto de intereses que paga; en particular, las obligaciones relacionadas con tarjetas de crédito y préstamos de libre inversión. “De esta manera, la prima es un ingreso que ayuda a aliviar los afanes del presupuesto de mitad de año”, comenta.
Controle los impulsos a la hora de consumir por el hecho de tener más dinero disponible y evite caer en la llamada procrastinación: la tendencia a postergar sus obligaciones financieras, explica Useche.
Por eso, lo más recomendable es que elabore una lista detallada y real de los gastos prioritarios que tiene, de manera que determine una suma específica que destinará para cubrirlos. El dinero restante disponible puede ser, en su orden, para cancelar deudas, ahorrar e invertir (ver Semáforo).
Es dispensable hacer una planeación juiciosa de ingresos y gastos futuros, en la que se incluyan las primas y los usos que les dará, para evitar que cuando lleguen se vayan en asuntos no planeados, muchas veces innecesarios.
En este orden de ideas, la gerente de Producto de BBVA, Edna Salas, señala que es más conveniente ahorrar durante un año para tomar las vacaciones soñadas, que irse de viaje de improviso, usando la prima e incluso un crédito por pagar durante los próximos tres años.
Con unas finanzas más organizadas, de cara a recibir la prima se aconseja validar alternativas de ahorro que le permitan disminuir la base gravable del próximo año. Por ejemplo, señala Bancolombia, para comprar vivienda una posibilidad es abrir una cuenta de ahorro y fomento a la construcción (AFC).
También tiene la posibilidad de guardarla parcial o totalmente en una fiduciaria o abrir un título de ahorro para educación. “Así, se convertirá en una reserva para gastos futuros, muchos de ellos costosos e incluso imprevisibles”, manifiesta Useche (ver Opinión).
Piense en realizar alguna inversión si tiene un dinero que no necesite en el corto plazo y luego de haber prepagado sus obligaciones financieras.
Puede ser desde abrir un CDT (Certificados de Depósito a Término), un ahorro programado en pensiones voluntarias, la cuota inicial para una vivienda sobre planos, evaluar Fondos de Inversión Colectiva (FIC), portafolios de renta fija y, según su disposición al riesgo a cambio de más rentabilidad, también está la opción de las acciones o las divisas.
Otra forma de invertir es aportar al bienestar personal y el de su familia: “Puede aprovechar su prima para el pago de tratamientos médicos pendientes”, comenta Useche.
Por su parte, Hernández recomienda que los recursos adicionales también pueden ser el punto de partida para crear una fuente de ingresos con algún proyecto emprendedor que sea viable y lo apasione.
Pero todos estas opciones para darle un uso óptimo a la prima como ingreso adicional, y siempre temporal, pues no se podrán llevar a cabo si es víctima de la denominada “ingeniería social”.
Según el BBVA, se trata de una práctica empleada por los delincuentes, en que se apela a la manipulación para obtener información financiera, sea mediante llamadas telefónicas, redes sociales o hasta por un simple acercamiento en la fila de una entidad financiera o un cajero electrónico.
Por eso no debe entregar nunca información de usuarios, claves, números de tarjetas de crédito, fechas de vencimiento y códigos de seguridad por medio de correo electrónico o llamadas (ver Claves).
Evite, además, exponer información confidencial en los perfiles de redes sociales y diligenciar formularios en sitios web para suscribirse a servicios que no sean reconocidos.
Asimismo cuide sus tarjetas al retirar efectivo de los cajeros o pagar con ellas en establecimientos públicos: proteja con manos y cuerpo la clave al digitarla; no acepte ayuda de personas extrañas en cajeros automáticos; cambie sus tarjetas cuando tenga un inconveniente sospechoso; y evite portar altas sumas de efectivo.
En conclusión, antes de decidir cómo gastará este pago extra de una quincena por cada semestre laborado, es mejor que revise sus finanzas. Si tiene deudas, evite caer en la tentación de convertir su prima en dinero de bolsillo, recuerde que ponerse al día o abonar a sus obligaciones es aliviar sus cargas para el futuro.