El gremio del comercio organizado, Fenalco alertó que proponer un incremento del salario mínimo muy superior a la inflación, como lo plantean las centrales obreras y el Gobierno Nacional, sería una medida no solo populista, sino una decisión inconveniente para la economía colombiana y para los propios trabajadores.
Jaime Alberto Cabal, presidente de la agremiación, insistió en que aumentar el salario mínimo por encima de la inflación no mejora realmente el poder adquisitivo, porque ese mayor costo laboral suele trasladarse a los precios de los productos y servicios.
“En la práctica, esto se convierte en ‘lo comido por lo servido’. Sube el salario, pero también suben los precios, y el trabajador termina sin un beneficio real. Este fenómeno se conoce como indexación, un círculo en el que el alza salarial genera más inflación y la inflación obliga a nuevos aumentos, sin que haya un avance concreto en el bienestar”, explicó Cabal.
Acelerador de la informalidad
Además, Fenalco advirtió que un alza de dos dígitos incrementaría la informalidad al golpear especialmente a mipymes, que no tienen capacidad para asumir mayores costos laborales.
Muchas de ellas terminarían contratando por fuera de la formalidad o reduciendo personal, afectando el empleo.
“Un aumento de esa magnitud dificultará que el Banco de la República continúe bajando las tasas de interés, debido al impacto inflacionario que generaría”, afirmó el vocero de los comerciantes.
El gremio también recordó que un alza salarial elevada afecta directamente las finanzas públicas. Por cada punto porcentual por encima de la inflación, aumentan de manera significativa los costos de nómina del sector oficial, recursos que provienen de los impuestos de todos los colombianos.
Si se llegase a decretar un incremento del salario mínimo del 11%, como lo ha sugerido el alto gobierno, reajuste de más del doble de la inflación esperada para este año (5,2%) y casi tres veces la proyectada para 2026 (alrededor del 4%), la remuneración mínima total a cargo de las empresas ascenderá a la suma de $2.800.499. Un empresario que quiera contratar a una persona por el salario mínimo debe tener presente que el costo de la contratación es el salario mínimo legal del año entrante con una adición equivalente del 77%, explicó el presidente de Fenalco.
Pierden los pensionados
“Un daño colateral muy grave de un reajuste desmesurado del salario mínimo tal como se insinúa, es la presión alcista sobre el nivel general de precios, que afectará sobremanera a los pensionados que reciben más de un salario mínimo. Ellos, por ley, solamente reciben una remuneración ajustada por la inflación causada”, añadió el dirigente gremial.
“Es evidente que decisiones de este tipo generan más costos para el Gobierno, atizan la llama de la inflación, estimulan la informalidad y, en últimas, no favorecen a la economía más allá de una euforia fugaz”, concluyó Cabal.