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“El gas barato se acabó y la solución real no llegará antes de 2027”: Tomás González, exministro de Minas

Colombia enfrenta una crisis del gas que se gestó hace un par de años. El exministro de Minas Tomás González advierte que la escasez ya es una realidad y que el país depende cada vez más del gas importado, cuyo alto costo golpea tarifas y a los consumidores.

  • Tomás González Estrada, exministro de Minas y Energía, y director del Centro Regional de Estudios de Energía (CREE). FOTO: AFP
    Tomás González Estrada, exministro de Minas y Energía, y director del Centro Regional de Estudios de Energía (CREE). FOTO: AFP
“El gas barato se acabó y la solución real no llegará antes de 2027”: Tomás González, exministro de Minas
12 de febrero de 2025
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El debate sobre si Colombia tendrá suficiente gas natural en 2025 sigue encendido y lleno de versiones encontradas. Mientras el Gobierno asegura que la oferta está garantizada, expertos y actores del sector advierten sobre posibles déficits, especialmente si el fenómeno de El Niño sigue apretando.

Al final del día, lo que realmente importa es si los hogares, las empresas y las industrias tendrán el suministro asegurado o si habrá momentos de escasez que podrían disparar los precios y afectar a millones de colombianos.

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Según el análisis del Centro Regional de Estudios de Energía (CREE), el panorama del gas en 2025 dependerá del clima. Si las lluvias son normales, la demanda de contratos firmes sería de 146,4 gigas de Unidades Térmicas Británicas por día (GBTUD), pero solo habría 96,9 GBTUD disponibles, dejando un faltante de 49,5 GBTUD. Esto podría cubrirse con el gas extra de la industria, vehicular y el transporte en la Costa.

Pero si el clima juega en contra, llueve menos y las termoeléctricas necesitan más gas, la demanda subiría a 161,1 GBTUD, dejando un hueco de 36,1 GBTUD, lo que podría traducirse en problemas de suministro y tarifas más altas.

Para despejar dudas, EL COLOMBIANO conversó con el exministro de Minas y Energía Tomás González, director del CREE, quien conoce de primera mano cómo se hacen estos cálculos y qué variables pueden hacer que el gas alcance o no.

Tomás González Estrada, exministro de Minas y Energía, y director del Centro Regional de Estudios de Energía (CREE).
Tomás González Estrada, exministro de Minas y Energía, y director del Centro Regional de Estudios de Energía (CREE).

¿Lo que está pasando con el gas se podría llamar crónica de una crisis anunciada?

“Totalmente, pero además lo que más llama la atención es que las advertencias de lo que iba a pasar con las tarifas las hizo el propio gobierno y Ecopetrol, pese a que la crisis se está gestando desde hace varios años. Varios funcionarios se refirieron a que los precios iban a subir cuando empezáramos a depender del gas importado. Es efectivamente lo que está pasando.

Lo que no podemos es tener una situación, que estamos con dificultades o con la imposibilidad de atender la totalidad de la demanda nacional con gas nacional, de seguir dependiendo del importado, que nos salva del problema de la crisis, que sabíamos que era más caro y ahora nos parece terrible el gas importado porque es más costoso. Eso siempre se supo que iba a ser así”.

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Pese a que siempre se conocieron esas advertencias, hubo confrontaciones entre el Gobierno Petro, con su ministro de Minas y Energía, y las comercializadoras por el tema del gas barato de Ecopetrol, pero a estas compañías les cambiaron las condiciones en los contratos, ¿quién tiene la razón?

“Aquí hay que diferenciar varias cosas. La primera, tenemos que mirar los datos que reporta el Gestor del Mercado, que es el Dane del sector energético, que nos da la cifra de lo que está pasando. Si uno mira los datos para lo que va corrido del año, más o menos el 30% del consumo nacional se está atendiendo con gas importado. Entonces, está siendo muy importante”.

¿Cuál es la diferencia en ese caso o cuál es el punto que hay que tener en cuenta?

“Que las distribuidoras deben tener un gas que les dé la tranquilidad de firmeza para poder atender su demanda. Lo que ha pasado hasta ahora es que cuando se iban a vencer los contratos del año pasado, simplemente, las cantidades de gas no estuvieren. Ecopetrol dijo que iba a poner en noviembre un gas en el mercado. Luego, hacia finales de ese mes retiró esa oferta del mercado, que tuvo algunas complicaciones por Gibraltar y le tocó retirar esa oferta del mercado.

Entonces, los distribuidores que estaban esperando ese gas para poderlo comercializar y reemplazar los contratos que se les vencían, tuvieron que recurrir al gas que les daba esa tranquilidad, que estaba disponible, que les daba seguridad, ese gas es el importado y viene mucho más caro. En la medida en que tiene que reemplazar gas barato por gas más caro pues le toca cobrarse esos costos”.

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Para salirle al paso a la contingencia de tarifas, la Creg publicó una resolución para flexibilizar algunas unas medidas, ¿eso soluciona la crisis o son paños de agua tibia para afrontar la coyuntura sobre la marcha?

“Hay una realidad que es inescapable: el mercado analiza esos excedentes que teníamos de gas nacional por encima de la demanda, pero ya se nos fueron acabando y acabando, ya este año estamos empezamos a vivir en un mundo diferente. Ese es un mundo de entrada al mundo de la escasez, en donde apenas nos alcanza el gas. Entonces, cada desviación, cada problema operativo, cada dificultad inmediatamente se siente fuertemente porque ya no tenemos colchón.

Lo que pasa es que uno tiene que manejar esa realidad y esa solo se cambia con moléculas de gas, no se cambia con contabilidad o con regulación. Al final del día hay una demanda, hay una cantidad de gas que se necesita, hay unas moléculas y una oferta. Esa realidad no la cambia fácilmente en corto plazo. Lo que tenemos son unos campos que producen gas y lo que tenemos es una planta de importación que es capaz de traer el energético y tenemos una demanda que necesita más gas”.

Entre enero y septiembre de 2024, Colombia importó 1,1 millones de toneladas de gas natural, lo que representa un aumento del 289,7% respecto al mismo período de 2023, según fuentes del sector.
Entre enero y septiembre de 2024, Colombia importó 1,1 millones de toneladas de gas natural, lo que representa un aumento del 289,7% respecto al mismo período de 2023, según fuentes del sector.

¿No hay, entonces, solución en el corto plazo?

“Insisto, esa realidad no se no se cambia regulatoriamente, ni se cambia contablemente en el corto plazo”.

¿Y la guerra comercial que emprendió Trump con el mundo agravaría más la situación del energético o no nos golpea con el gas importado?

“Los aranceles de los que ha hablado Trump son de productos que se importarían a Estados Unidos. Entonces, en el caso de energía, lo que ha dicho es que a la energía que venía de Canadá iba a poner un arancel un poco más bajo del 10%, que encarecería las importaciones de energía canadiense a Estados Unidos. En ese orden, no se ha hablado de ponerle impuestos al gas que pueda exportar Estados Unidos a Colombia. El no exporta gas a Estados Unidos, entonces ahí no habría ninguna incidencia en el en el mercado para nosotros”.

También el director de la Upme salió a decir que en Colombia el gas no es suficiente desde el 2016, ¿entonces la crisis empezó en ese año, en otros gobiernos?

“No, así no es. Colombia tiene una planta de importación de gas a partir del 2016”.

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¿Por qué ocurrió?

“Porque teníamos un fenómeno de El Niño que llegaba en un momento en que no se sabía exactamente cuándo, no sabía qué tan intenso iba a ser y no sabía qué tanto iba a durar. Lo que sí sabía es que ese fenómeno hacía que se necesitara generar con gas, porque el agua no alcanzaba y la demanda ha aumentado muchísimo. Entonces, la pregunta era cuál es la forma más económica y eficiente de poder abastecer esa demanda en las épocas de El Niño. Y se llegó a la conclusión de que una planta de importación de gas en el Caribe, donde está buena parte de la generación térmica, se podía construir”.

¿En qué sentido se determinó la construcción de la plata?

“Porque la ventaja de la planta de importación de gas es que en la medida que necesita el gas lo compra. No debe tener una infraestructura muy grande y tenerla ahí ociosa todos los años que no hay fenómeno de El Niño. Usted puede darse el lujo de activarla cuando llega El Niño. Entonces, usted dice, “Hay El Niño, van a necesitar más gas”, puedo llamar al mercado internacional porque necesito gas ahora. Esa fue la filosofía. No es que el gas nacional fuera deficitario desde 2016, sino que se pensó así.

De hecho, El Niño 15/16 fue muy difícil, en parte, porque esa planta no estaba. Entonces, la importación de gas se diseñó fue con ese propósito, así se diseñó la planta. Pero, ahora, esa planta la estamos utilizando para atender la demanda normal de gas, porque el gas nacional ha seguido cayendo, y si se revisa desde el 2010 hasta hoy, las reservas probadas han caído más o menos en 55%.

El consumo se ha mantenido estable, pero las reservas han ido cayendo, eso qué quiere decir, Colombia no ha logrado reemplazar lo que se consume, por ejemplo, usted tiene un tanque de gas y le va sacando y le va sacando y no le mete, y lo que le ha metido es poco, entonces el gas se va acabando hasta que llegamos a un punto en que ya no nos da, se nos bajó tanto ese tanque de reservas de gas que ya no nos da para para atender la demanda normal”.

¿Esto es el inicio de una crisis más pronunciada a partir del 2026?

“Así es, esto es solo el preámbulo. Los cálculos iniciales muestran que en el 26 puede haber unos faltantes importantes. Ahora, Ecopetrol ha dicho que estaría pensando en poner unas ofertas de gas firme en el mercado, pero eso sería para los años siguientes del 26, 27, 28. Hay que ver eso cómo es y cómo se materializa”.

¿No hay una solución pronta? ¿Y los proyectos offshore qué tanto ayudarán ante esta contingencia? ¿Y los pozos dentro del país tienen suficiente gas para ofrecer?

“Hablamos de un problema físico, en el sentido de que las moléculas son insuficientes. Esos problemas físicos normalmente son difíciles de resolver en el corto plazo”.

¿Entonces, qué nos queda?

“Nos quedan dos o tres soluciones principalmente. La primera, que tengamos un aumento en la oferta nacional, que la expectativa es que venga de los proyectos costa fuera. Pero esos proyectos en el mejor de los casos van a estar en la al final de la década y no tenemos certeza de que vayan a estar. Usted ha visto lo que ha pasado con los procesos de licenciamiento, ha visto lo difícil que es sacar adelante esos proyectos. La segunda solución que tenemos es importar, que es lo que estamos haciendo y seguramente vamos a necesitar otra planta de importación de gas para el 2027. Eso es así, si no será muy difícil atender la demanda.

Y la otra solución, que era traer gas de Venezuela, creo que se ha vuelto un imposible comercial y político con esta administración, con los problemas de fraude electoral. Esa vía será difícil para que Pdvsa le venda gas a Colombia, y aún si se lo permitieran, pues es imposible anticipar qué disponibilidad real de gas dada la situación que tiene el sector hidrocarburos allá, qué precio tendríamos y qué seguridad de suministro tendríamos. Creo que ha sido un gran distractor y tampoco funciona”.

¿Por el lado de la electricidad habrá alguna solución?

“Por supuesto, queda una última, que es tratar de trabajar en la electricidad, tratar de trabajar con la demanda. ¿Qué puede hacer de consumo eficiente de gas? Pero ahí no estoy muy seguro de que haya cosas que se puedan hacer o que hagan una reducción grande en la demanda. Entonces, estamos dependiendo de la oferta importada, mientras logramos tener los proyectos offshore. Ese es como el camino que tiene el país para transitar. Cualquiera de los dos, además, ofrecen un gas mucho más caro del que estábamos acostumbrados a pagar en el país”.

EPM confirma que facturas subirán entre 20% y 22% para hogares, industrias y comercio. FOTO: Colprensa.
EPM confirma que facturas subirán entre 20% y 22% para hogares, industrias y comercio. FOTO: Colprensa.

¿Cuál es el fondo de todo este asunto?

“El fondo de todo esto, porque es que uno se confunde con tanto anuncio, es que tenemos un problema: las moléculas nacionales no son suficientes para atender la demanda nacional. Y que, a las distribuidoras, la regulación les pide que debe tener unos niveles de firmeza en el gas. Es decir, que debe tener certeza que va a contar con ese gas para atender ciertas demandas. Entonces, las distribuidoras están contra la pared, porque, si compran gas que les da firmeza, es más caro. Y si compran ese gas más caro y se lo dan a la gente con unos mayores precios, entonces los crucifican porque compran gas caro”.

A eso hay que sumarle que el Gobierno no ha pagado los subsidios para los cilindros de gas GLP, que lo consumen estratos 1 y 2...

“Ese es otro problema, porque fíjese que hemos hablado del problema, o sea, el de las moléculas de gas, de las cantidades físicas de gas disponible. Pero, como en el caso del sector eléctrico, se debe sumar el problema financiero porque aquí se subsidia a los estratos 1 y 2, a esos subsidios las empresas les aplican un menor valor a los usuarios porque el gobierno les da la plata a estas. En la medida en que crezca el problema del sector gas vamos a terminar en lo que estamos en el sector eléctrico, estamos en a portas de un apagón financiero, a las empresas les deben más de 2 años de ingresos. ¿Cómo funcionan así?

El Gobierno se podrá escudar en que tiene problemas fiscales, pero al final del día cuando a la gente le tengan que dejar darles subsidios o eventualmente le tengan que cortar el suministro de energía, porque no se pagaron los subsidios, pues el gobierno tendrá que saber explicar por qué dejó deteriorar las cosas así. Estamos en una situación muy difícil porque lo físico y lo financieros están íntimamente conectados”.

Vea más: Creg flexibiliza condiciones de contratación de gas para asegurar abastecimiento

Desde el punto de vista social, los gremios del sector han dicho que mucha gente terminará cocinando con leña y cocinol, y se aumentará la pobreza, aun más la pobreza energética. ¿Colombia retrocederá en esos indicadores?

Estamos en una situación que no vivía el país hace 30 años, no tenemos seguridad en el suministro ni de energía eléctrica, ni de gas. En que esas escaseces, cuando la oferta se aprieta y hay menos oferta que demanda, eso se refleja en precios. Estamos en una situación de incertidumbre en suministro, de ver que eso genera precios altos y que el más golpeado será el consumidor, sobre todos los más vulnerables.

La gente que es frágil económicamente cuando tiene subidas de tarifas grandes, cuando tiene problemas de suministro, pues ¿qué hace?, se agarra de la que tiene a la mano. Una de ellas, por supuesto, la leña. Esta coyuntura es muy difícil y está siendo agravada por la demora en el pago de los subsidios”.

Para concluir, desde los estudios del Cree, ¿qué sigue para el país?

“A la gente hay que decirle la verdad, porque cada vez que suben los precios, el instinto o la reacción del gobierno es salir a decir que alguien está acaparando o que se está aprovechando, que los intereses privados son oscuros y están subiendo los precios injustificadamente. En el caso del gas, el más del 80% de la oferta está en manos del Grupo Ecopetrol, que es de mayoría estatal.

Entonces, hay que decirle a la gente que se está recayendo en un producto importado. Lo que hay que hacer es que hay que sentarse a trabajar con las empresas para ver cómo hacemos que cada molécula que esté disponible se ponga sobre la mesa. Y muchas cosas que se pueden hacer para flexibilizar y facilitar la contratación de los excedentes de gas que pueda haber, así sean transitorios, asegurar que todas las moléculas que puedan llegar al mercado lleguen al mercado, que se pueda contratar fácilmente, que los costos de importación se puedan efectivamente cubrir”.

¿Hay que salir al mercado internacional? ¿Qué quiere decir eso?

“Así es, necesitamos que se puedan hacer contrataciones en el mercado internacional. Hoy en día se está comprando internacionalmente en el spot. Eso quiere decir que están comprando en el mercado del día. Normalmente, si yo puedo hacer contratos a un periodo más largo, puedo conseguir mejores precios. Si estoy saliendo a comprar cada día lo del día, conseguiré unos precios menos buenos que si compro un contrato de un plazo más largo, pero para poder salir a contratar a más largo plazo, se necesita que los que están haciendo las importaciones tengan una mayor certeza, cuál va a ser su demanda que van a atender con gas importado. Eso ayudaría a alivianar el tema de precios”.

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