La tasa interanual de inflación en Estados Unidos siguió bajando en marzo, por noveno mes consecutivo, y se situó en el 5%, un punto por debajo de la de febrero, según los datos publicados este miércoles por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, en inglés).
Sin embargo, en términos mensuales los precios de consumo subieron una décima, en un momento en el que la Reserva Federal analiza de cerca los efectos de las subidas de tipos en los precios.
Lo que favoreció la ralentización del índice general de la inflación fue la caída de los precios de la energía (-3,5% mensual y -6,4% anual).
En términos interanuales, el IPC subyacente, que los economistas consideran el mejor indicador de la inflación subyacente, subió un 5,6 %.
Este nivel está todavía lejos del objetivo del 2% de inflación subyacente que quiere alcanzar la Fed, que ha subido los tipos de interés nueve veces seguidas en un solo año.
Los alquileres y los precios de la vivienda continuaron aumentando con fuerza (+0,6% solamente en marzo), al igual que el transporte (+1,4%).
“Hay señales alentadoras, pero con la inflación subyacente todavía elevada, hay una buena posibilidad de que la Fed continúe con su ajuste con otra subida final de tipos de 25 puntos básicos en el próximo trimestre”, comentó Paul Ashworth de Capital Economics.
La próxima reunión de su comité de política monetaria está prevista para el 2 y 3 de mayo.