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Al cumplir 66 años en el mercado, la compañía abre sus fronteras más allá de la capital del país para llegar a Medellín y a Cali con Mulai y tres líneas del producto; una bebida vegetal de tres nueces y dos de lácteos: yogures descremados y alimentos derivados de la leche con 21 gramos de caloría por porción.
Nelson Molano, gerente general de Pomar, aseguró que con esto se le apuesta a “una oferta diferente, que no está en el mercado y con una gran posibilidad en Medellín, donde la alimentación consciente está bien valorada”.
Para lograr este producto la empresa invirtió 2.000 millones de pesos en la ampliación de su planta en Cajicá (Cundinamarca) buscando llegar a otras ciudades.
Según la información proveída, esta compañía tiene, por lo menos, el 5 % del mercado en la capital del país y en 2019 su balance fue de 116.000 millones de pesos. La expectativa es cerrar este año con ventas en 150.000 millones de pesos.
Pero el reto no es fácil, si se tiene en cuenta que Colanta es la marca más elegida en Medellín, según el último reporte de Brand Footprint Colombia en el que se muestran los bienes más comprados de consumo masivo en las principales ciudades realizado por Kantar. En el mismo escalafón, en la capital de Antioquia, aparece Alquería en el cuarto lugar del Top 10 (ver ¿Qué Sigue?)
Para Juan Sebastián Bargans, presidente de Asoleche, gremio que reúne a 20 empresas del sector que representan 50 % del mercado, esta es una movida muy importante porque se mete a “un nicho de que busca conquistar un segmento saludable”.
Además, la noticia llega a refrescar un segmento que se ha visto altamente golpeado debido a los efectos económicos del confinamiento en el poder adquisitivo; de hecho la categoría de yogures ha caído 18 % y la de leches saborizadas ha tenido disminuciones de 40 %. “La noticia del Pomar es un aire y muestra el dinamismo de la industria, que ante esta difícil situación sigue innovando, diversificando y entiende que debemos llevar productos de valor agregado”.
En las cifras de la organización se evidencia que el 5 % de la producción nacional está destinada a yogures; y el consumo per cápita de este producto está estimado en 3 litros al año.
Lo anterior, en un escenario en el que la producción formal cerró en 2019 en 3.170 millones de litros, se usan 2.096 millones para leche líquida y los productos derivados alcanzan 1.074 millones en el país, según Asoleche.