Los días dorados que vive el bitcoin en el arranque de año

Este criptoactivo se cotiza por encima de los 30.000 dólares, por el apetito que ha generado en inversionistas, pero su punto débil es la alta volatilidad, dicen expertos. Este es el panorama.

Bitcoin, en sus días récord. FOTO: SHUTTERSTOCK

Los días dorados que vive el bitcoin en el arranque de año

El 16 de diciembre pasado el bitcoin, la criptomoneda más famosa del mundo, volvía a ser el foco de atención luego de alcanzar un máximo histórico de cotización por encima de los 20.000 dólares. La noticia, de por sí llamativa si se tiene en cuenta que en marzo incluso llegó a rozar los 3.869,5 dólares según datos recopilados por Investing.com, puso a los mercados a mirar de reojo dicho comportamiento.

Y es que los días dorados no pararon allí. El sábado, 2 de enero pasado, la agencia Bloomberg informó que superó los 30.000 dólares de cotización, con una cifra que, destacó, era de 31.502,77 dólares en horas de la tarde en esa jornada: un nuevo récord (ver Gráfico).

¿Pero a qué se debe el agitado cierre de 2020 e inicio de 2021 de la criptomoneda? El experto en inversiones Julián Cárdenas, asegura que hay varios factores asociados a la coyuntura que la fortalecen. El principal, dice, es que pese a la pandemia hay bastante liquidez en el mundo “pero para algunos inversionistas existen pocas alternativas a las acciones”.

El experto señala que “los títulos seguros de las grandes economías del mundo no están rentando mucho” y los inversores que quieren ir más allá del mercado de acciones “que el año pasado creció 14 %”, le abren la puerta a las criptomonedas, lo cual explica el buen momento del bitcoin.

De su lado Carlos Mesa, director de la Fundación Bitcoin de Colombia, indica que en cuanto a las razones técnicas, los máximos históricos alcanzados tienen como causa también el hecho de que cada cuatro años se disminuye a la mitad la cantidad que se crea de estas criptomonedas.

“En los primeros cuatro fueron 50 cada 10 minutos; en los siguientes fueron 25; luego 12,5; y este año tuvimos una reducción a 6,25”, anota Mesa, quien añade que esto crea ciclos tras los cuales el mercado se ajusta y produce el alza como, según dice, ocurrió también en 2013 y 2017.

En Colombia

A nivel país, lo que detalla Mesa es que el bitcoin se está moviendo bastante en gran medida por ciudadanos extranjeros que necesitan enviar dinero a sus familias en su país de origen y lo hacen a través de la criptomoneda, así como por quienes se interesan en la tecnología y se unen a este sistema.

De hecho, Mauricio Tovar, CEO de TRU y representante de Colombia ante la Alianza Blockchain Iberoamérica, recuerda que un estudio de LocalBitcoins reflejó que Colombia es el tercer país con mayor número de transacciones de este tipo en su plataforma “con un 11,3 % de participación”, solo por detrás de Rusia y Venezuela.

“Lo interesante es que entre Colombia y Venezuela representan prácticamente el 25 % del comercio de bitcoins en esa plataforma en el mundo, lo que hace a la región, y particularmente a los dos territorios en cuestión, de gran importancia para el mercado”, analiza Tovar.

No obstante, Cárdenas, de su lado, manifiesta que pese al momento que atraviesa, se trata de un recurso altamente volátil, lo cual ejemplifica en el hecho de que, aunque llegó a tocar los 33.000 dólares de cotización el sábado pasado luego de su récord, rápidamente tuvo una fuerte corrección y volvió a los 30.000.

“Es importarle recalcarles a todas las personas que este es un activo muy, muy volátil, a diferencia de otros que han mantenido una volatilidad relativamente baja”, exalta Cárdenas (ver Paréntesis).

Regulación

Vale recordar que en el país se radicó un proyecto de ley por parte del representante a la Cámara, Mauricio Toro, que busca regular los servicios de intercambio de criptoactivos, que propone, entre otras cosas, la creación del Registro Único para plataformas que ofrezcan estos servicios: el Rupic.

Dicho elemento, dice el texto en cuestión, sería administrado por las cámaras de comercio, quienes listarían los prestadores de servicios de este tipo, que a su vez tendrían límites establecidos para evitar captación masiva u otros riesgos. Así, mientras vive sus días dorados, el bitcoin aun aguarda por sus bases regulatorias