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El Emisor aún no da pérdidas, y eso es una buena noticia, ya que las previsiones del Ejecutivo y del mismo Banco indican que este año las cifras rojas podrían estar entre los $14.000 millones y los $122.000 millones.
Con corte a mayo, el Banco de la República generó utilidades de $678.214 millones, lo que significó una caída de 89,9 % frente al resultado del mismo periodo del año pasado, cuando las ganancias fueron de $6,7 billones.
Este resultado estuvo explicado por la caída de los ingresos, que pasaron de $7,6 billones en 2020 a $1,6 billones en 2021. En 2019 fueron $7,1 billones.
La caída más significativa se dio en los intereses y rendimientos de las reservas internacionales, pues estas tuvieron una contracción de 97,1 %, pasando de $5,8 billones, a $167.162 millones en los cinco primeros meses de 2021.
Ana Vera, especialista de investigaciones económicas en Corficolombiana, explicó que “en términos generales, los incrementos año corrido de las tasas de bonos del Tesoro de Estados Unidos vienen reflejando menor rentabilidad en las inversiones de renta fija, en donde por la naturaleza se invierten los recursos al ser inversiones de bajo riesgo”, por lo que se presenta la merma en las utilidades.
Pese a que la ganancia se ha visto significativamente reducida con relación a la vigencia anterior, las cifras mes a mes vienen dando ganancias consistentemente, a excepción de febrero cuando se dio la primera pérdida desde abril de 2018 (- $57.097 millones). En enero el Emisor generó $111.698 millones; en marzo, $178.169 millones; en abril, $302.230 millones; y en mayo, $143.214 millones.
Leonardo Villar, gerente general del Banco de la República, explicó que los resultados extremadamente positivos de los años anteriores fueron producto de unas condiciones internacionales favorables, como el retorno de unas inversiones en bonos en el exterior.
“Pero no siempre el Banco genera utilidades, hay años en los cuales puede generar pérdidas, en respuesta a unas condiciones desfavorables en la economía internacional y no tienen nada que ver con la capacidad de respuesta del Emisor para alcanzar sus objetivos económicos y sociales”, señaló Villar.
Vera lo explicó así: “En 2020 las utilidades fueron buenas porque muchos bancos bajaron tasas y en general los bonos se valorizaron, pero este año lo que viene pasando es que las tasas empiezan a subir”, lo que revierte la tendencia.
Y el gerente del Banrep anotó que un claro ejemplo de esto es la proyección a 2021, año en el cual las tasas son cercanas a cero y, en consecuencia, los bonos nuevos que se adquieran difícilmente generarán alguna rentabilidad. De ahí su estimación inicial de $122.000 millones en pérdidas para esta vigencia, cifra que se ha ido ajustando a la baja conforme transcurre el tiempo.
En el Marco Fiscal de Mediano Plazo el Ministerio de Hacienda proyectó que el Emisor generará pérdidas por $14.000 millones este año y por $91.000 millones en 2022.
“Es importante enfatizar en que las pérdidas estimadas para el Banrep para las vigencias 2021 y 2022 estarían cubiertas por la reserva legal constituida con cargo a las utilidades de 2020”, dice el documento.
Para ello el Banrep destinó del ejercicio anterior 6,6 billones para la Nación, y el monto restante para cubrir la inversión en bienes culturales y las reservas estatutarias, estas últimas están estimadas actualmente en US$60.000 millones. Un monto que resultaría suficiente y haría que el Gobierno no tenga que incluir el funcionamiento del banco central en el Presupuesto General de la Nación de 2022.
En cuanto al estado de situación financiera, los activos del Emisor sumaron $271,9 billones con corte a mayo, lo que significó un aumento de 7,2 % anual.
De ese total, las reservas internacionales pasaron de ser de $209,8 billones en mayo de 2020 a $231,7 billones en el mismo mes de este año. Las reservas de oro fueron de las que más se valorizaron, pues registraron un aumento de 22,1 %, pasando de $865.767 millones a $1,05 billones