La discusión sobre el salario mínimo, que todos los diciembres congrega a
Gobierno Nacional, trabajadores y empresarios, tendrá este año un contexto poco usual, por el alto crecimiento, la alta inflación y el alto desempleo.
Por ahora el jefe de la cartera laboral, Ángel Custodio Cabrera, aplazó la fecha de inicio de concertación, aún sin definir, pero como todos los años ha prometido que buscará conseguir un consenso entre las partes. De fracasar la instancia de negociación, como sucede también prácticamente todos los años, el Gobierno tendría que fijar el aumento en forma unilateral.
El aumento del salario mínimo en Colombia, como lo ha establecido la Corte Constitucional, debe darse teniendo en cuenta dos factores: las cifras de inflación y la productividad.
Las proyecciones del Banco de la República estiman una inflación del 4,9 % para el cierre de este año. Además, se espera que el alza en los precios continúe hasta mediados de 2022. Pero, si los precios se disparan, los trabajadores esperan un ajuste salarial por encima del costo de vida.
En cuanto a la productividad, las cifras oficiales indican que, a pesar de la recuperación económica que experimenta el país, el mercado laboral aún no ha superado del todo los efectos de la pandemia. Hasta la fecha se han recuperado el 88,4 % de los empleos perdidos por la crisis sanitaria.
Así las cosas, los empresarios, impulsados por la inflación y la productividad, fijarán su propuesta en los próximos días. Por ahora, fuentes consultadas dicen que, con los buenos números de la reactivación económica, el alza del salario mínimo estaría por encima a las proyecciones del Índice de precios al consumidor (IPC), que ya se acerca al 5 %.
“Al tener una dinámica de economía tan importante en estos momentos, industrias creciendo al doble dígito sin ningún inconveniente, el salario va a estar por lo menos 1,5 o 2 puntos por encima del IPC”, apunta el director General Distribución en Postobón, Sergio Andrés Serrano Rivero.
El sector empresarial vaticina que el consumo nacional tiene una dinámica tan potente que el crecimiento del año va ser mucho mejor que lo proyectado y eso va a generar un piso para una buena discusión del salario mínimo en 2022.
“Aún después de las marchas y manifestaciones de mayo, que mostraron un panorama algo complejo, en tres o cuatro veces el consumo se ha revertido de manera importante”, señala el experto.
Así, según el director General Distribución en Postobón y otro grupo de empresarios consultados en días pasados por el diario La República, el salario mínimo del país para 2022 aumentaría más del 6 %. De llegarse a dar un aumento como el que proyecta el sector empresarial, el salario mínimo pasaría a estar en un rango entre $963.038 y $967.580.
En 2021, el salario mínimo pasó de $877.803 a $908.526 a nivel nacional, un aumento del 3,5 % en términos reales, equivalentes a cerca de $30.700.
Para la presidenta de Camacol, Sandra Forero, es necesario que las propuestas que se lleven a la mesa de concertación tengan en cuenta que estamos en un proceso de reactivación, que no se ha logrado todavía, por lo que se debe ser cuidadosos con tomar decisiones que impacten esa reactivación.
Otro tema que destacó Forero en medio de la negociación del salario mínimo es cómo lograr una senda de mayor formalización, debido a que el país “está llegando al 50 % de la informalidad laboral y requiere de decisiones que permitan generar empleo”.
La dirigente gremial destacó que es “muy importante no cargar la nómina formal y tener en cuenta la reactivación, como generar condiciones para la contratación. Antes de casarnos en un porcentaje, seguramente ya abordaremos esta discusión para darle algo de reflexiones a la mesa”.