El Ministerio de Transporte puso sobre la mesa un nuevo proyecto de decreto que podría cambiar las reglas del juego para el transporte de carga en Colombia.
Publicado el 25 de marzo de 2025, el documento propone modificar el Decreto 1079 de 2015 y extender el esquema de modernización vehicular “uno a uno” a los vehículos livianos con capacidad entre 5 y 10 toneladas.
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En una carta abierta, Analdex, gremio del comercio exterior colombiano, precisó que, en la práctica, esto significa que para comprar un vehículo nuevo en esa categoría, primero se debe desintegrar uno viejo.
Aunque la medida busca renovar la flota, también podría restringir la oferta de transporte y elevar los costos logísticos para los generadores de carga.
Impacto en tarifas y comercio exterior
Según expertos del sector, esta política podría generar un aumento en las tarifas de los fletes, afectando la competitividad de las exportaciones colombianas.
Además, podría generar conflictos comerciales con socios estratégicos como Estados Unidos y la Unión Europea.
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En un contexto donde EE. UU. está revisando restricciones comerciales a sus socios, una barrera como esta podría derivar en represalias contra los productos colombianos. “El país podría quedar en desventaja frente a competidores de la región”, advierten desde el sector.
Tarifas obligatorias y costos en aumento
Otro punto crítico del decreto, según al carta de Analdex, es la imposición de una tabla obligatoria de fletes dentro del Sistema de Información de Costos Eficientes para el Transporte Automotor de Carga (SICE-TAC).
Según empresarios del sector, esta regulación aumentaría los sobrecostos para los generadores de carga y representaría un retroceso en la política de libertad vigilada de tarifas.
De hecho, el Plan Nacional de Desarrollo establece que los costos del SICE-TAC deben ser solo una referencia, no una imposición. Sin embargo, la nueva medida los haría de cumplimiento obligatorio, penalizando prácticas eficientes en el mercado.
“La imposición de este esquema restringe la capacidad de las empresas generadoras de carga y transportadores, en especial los pequeños, para adquirir nuevos vehículos, ya que condiciona la compra a la desintegración de unidades antiguas”, se lee en la carta.
A renglón seguido: “Al exigir la chatarrización de un vehículo liviano viejo, para permitir el ingreso de uno nuevo, el valor comercial de los vehículos podría incrementarse, generando un efecto secundario en la estructura de costos reflejada por el SICE-TAC, con impacto directo en las tarifas de transporte de carga”.
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Colombia, con costos logísticos más altos que la OCDE
La Encuesta Nacional Logística del Departamento Nacional de Planeación señala que el costo logístico sobre las ventas en Colombia es del 17,9%, casi el doble del promedio de los países de la OCDE, que se ubica en 9%.
Además, una tercera parte de estos costos logísticos proviene del transporte terrestre de carga, lo que hace aún más preocupante cualquier incremento en tarifas y restricciones en la compra de vehículos.
El sector empresarial ha hecho un llamado al Ministerio de Transporte para que escuche a todos los actores involucrados antes de implementar nuevas regulaciones. Insisten en la necesidad de un enfoque equilibrado que no solo considere la visión del Gobierno, sino también la de los generadores de carga y transportadores.
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