En entrevista con EL COLOMBIANO, Paula Bernal, gerente general de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, Iata, en Colombia, destaca que a pesar de las condiciones macroeconómicas y el cese de operaciones de Viva y Ultra el año pasado, el precio de los tiquetes ha bajado 14%.
La ejecutiva describe que esto se ha logrado gracias a la competencia en el sector, pero lamenta que al cierre de 2023 el mercado doméstico cayó, contrastando con el importante crecimiento del internacional. De cara a 2024 insiste en la necesidad de bajarle el IVA a los tiquetes, pues este sector cumple con un “servicio público esencial” en el que más del 75% de los usuarios son estrato 2 o 3.
Venimos de un 2023 difícil, con la quiebra de Viva y Ultra. ¿Cómo terminó?
“El balance de cierre de 2023 para esta industria es satisfactorio. Después de un año muy retador, en lo macroeconómico, con la salida de dos aerolíneas y con algunos rezagos de la pandemia terminamos con un incremento en el número total de pasajeros. Esto significa que la conectividad se recuperó tras la salida de esas dos líneas aéreas, y las compañías que están operando tienen un alto compromiso con el usuario.
Así, en el número total de pasajeros hubo un incremento de 2,8% frente a 2022, incluso habiendo sido este último un año con un volumen muy alto. Esto es relevante porque el año pasado, además, el IVA a los tiquetes aéreos volvió a subir al 19% después de estar en 5% en pandemia. Nuestro sector tiene un doble IVA: a los pasajes y al combustible.
En ese sentido, notamos que en 2023 el mercado doméstico se contrajo un poco por efecto de ese incremento en el IVA, pero hubo un importante crecimiento de los viajeros internacionales. Más del 94% de los turistas que llegan lo hacen por vía aérea”.
¿Cómo se comportaron los precios?
“Esa es otra gran noticia: como lo indica el Dane en su Índice de Precios al Consumidor, las mayores disminuciones de precios se reportaron en las subclases de transporte de pasajeros y equipajes. Significa que para enero, por ejemplo, la inflación del transporte aéreo fue de -14%. Incluso en un ambiente de precios altos, esta es una industria en la que las tarifas están bajando, lo que hace que los tiquetes aéreos hoy sean más accesibles para los colombianos”.
¿Qué razones hay detrás de esa bajada de precios?
“La competencia es lo que hace que bajen o se mantengan en niveles adecuados. Colombia tiene un mercado muy competido, hay varias aerolíneas, y bienvenidas todas las que quieran llegar. Hoy tenemos 6 empresas operando rutas domésticas y se ha anunciado la entrada de una nueva, lo que dice todo.
Pero hay varios factores más, como la devaluación, porque 80% de las obligaciones de una aerolínea se pagan en dólares, entonces a medida que este fenómeno ha cedido se ha aliviado la presión sobre los precios de los tiquetes. Así mismo, las aerolíneas son conscientes de que este servicio debe ser seguro, de calidad y accesible.
Uno ve, por ejemplo, cómo ha habido un sinnúmero de promociones de las líneas aéreas que operan en Colombia últimamente, tratando de hacer más accesibles los vuelos”.
¿En qué estado se encuentran las finanzas de las aerolíneas? El consumidor quedó con dudas tras lo de Viva y Ultra...
“Las aerolíneas que operan en Colombia hacen parte de grupos sólidos que han sabido navegar las dificultades que significan los factores macroeconómicos mencionados. La prueba es que incluso después de un año en el que dos compañías dejaron de operar, este es un ramo que está creciendo y permitiendo tener más y mejor oferta de vuelos, que son un servicio público esencial.
Ahora, es importante que el Estado y los demás participantes de estos ecosistemas entiendan la corresponsabilidad. Si tenemos un esquema tributario que responda a esa naturaleza de servicio público esencial, seguramente las finanzas de las aerolíneas podrán recuperarse al mismo nivel que lo hacen en otras partes del mundo. En Latinoamérica, las aerolíneas todavía están teniendo dificultades financieras y, por ejemplo, en la pandemia muchos Estados las apoyaron, mientras en Colombia y la región eso no ocurrió”.
¿Qué podría hacer el Estado para hacer más accesibles los tiquetes?
“No tiene sentido, por ejemplo, tener un IVA de 19% en un servicio público de carácter esencial. Si una persona viaja de Bogotá a Medellín en bus y no paga IVA, tampoco debería hacerlo por transportarse en un avión porque se entiende que este no es un servicio de lujo. Ese es otro de los grandes aprendizajes que nos dejó el año pasado: más del 75% de los usuarios del sector aéreo en Colombia son de estratos 2 y 3”.
Las puertas del Gobierno parecen estar cerradas para bajar el IVA...
“Hay múltiples proyectos en el Congreso que se están debatiendo para este fin. Varios congresistas son conscientes de la importancia de seguir debatiendo la reducción de IVA en los tiquetes aéreos y esperamos que se pueda tomar esa decisión lo más pronto posible. Al final el IVA es un impuesto que pagan los colombianos, no las aerolíneas”.
¿La llegada de JetSmart podría impactar aún más a la baja los tiquetes?
“La oferta ya se recuperó y eso lo prueba que creció el número de pasajeros volando en 2023. Desde y hacia Colombia se operaron 103 rutas en noviembre, un incremento de 24% versus antes de la pandemia. También se crearon 20 rutas internacionales, se incrementaron las frecuencias en un 17,4% y se amplió en un 33% la cantidad de sillas ofrecidas.
Mientras que en los vuelos nacionales reportamos 193 rutas en noviembre de 2023, un 4,3% más que en el mismo período de 2019. Además, hubo 24% más de sillas ofrecidas. Entonces, la entrada de cualquier operador al país garantizará que siga siendo un mercado competido”.
¿Cuál es el panorama en 2024 para el sector?
“Va a ser muy importante para consolidar el crecimiento de viajeros internacionales, pero también tenemos que volver a mirar hacia el mercado doméstico y ojalá podamos obtener la reducción del IVA”.