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Así cambiará el mercado del aguardiente que usted se toma en Colombia, con las “fronteras abiertas”

Tras la decisión de la Corte Constitucional, el impacto económico para este segmento, donde manda el Aguardiente Antioqueño, se verá reflejado en mayores rentas para los departamentos, estiman analistas. Valle, Bogotá y Antioquia sentirían con más fuerza la competencia.

  • El Aguardiente de Manzanares y el Antioqueño pelearán el mercado en todo el país. Imagen de referencia (tomada en Éxito de Unicentro, Armenia). FOTO EL COLOMBIANO
    El Aguardiente de Manzanares y el Antioqueño pelearán el mercado en todo el país. Imagen de referencia (tomada en Éxito de Unicentro, Armenia). FOTO EL COLOMBIANO
  • En el caso de la Fábrica de Licores de Antioquia, la expectativa es llegar a siete nuevos departamentos. FOTO MANUEL SALDARRIAGA
    En el caso de la Fábrica de Licores de Antioquia, la expectativa es llegar a siete nuevos departamentos. FOTO MANUEL SALDARRIAGA
  • Así cambiará el mercado del aguardiente que usted se toma en Colombia, con las “fronteras abiertas”
Así cambiará el mercado del aguardiente que usted se toma en Colombia, con las “fronteras abiertas”
09 de febrero de 2025
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Como diría aquella canción que popularizaron Garzón y Collazos: “A mí deme un aguardiente, un aguardiente de caña...”. Es que Colombia es un país “aguardientero”. Incluso, si se pudiera hacer un promedio, cada persona en nuestro país se toma 2,2 litros de “guaro” al año, según los cálculos de la Asociación Colombiana de Empresas Licoreras (Acil).

Por eso retumbó tanto esta semana la decisión de la Corte Constitucional, en el sentido de acabar la potestad de los gobernadores para limitar la comercialización de aguardientes de otras regiones dentro de sus territorios. Como quien dice, a partir de ahora habrá fronteras abiertas para ese licor.

Expertos consultados por EL COLOMBIANO creen que los grandes ganadores en todo esto van a ser los consumidores. Pero no va a ser tan fácil cómo poner a circular un aguardiente de determinada marca en otro departamento la semana que viene. Las licoreras deberán, primero, obtener los permisos de las respectivas gobernaciones y se estima que puedan tomar hasta tres meses.

Siga leyendo: Así se venderá ahora el aguardiente en los departamentos tras decisión de la Corte

Al cierre del 2024, el Aguardiente Antioqueño mandó la parada en la categoría, luego de vender unas 60,6 millones de botellas; le siguió el Amarillo de Manzanares, que alcanzó las 13 millones; y el podio lo completó el Blanco del Valle con sus 9,8 millones comercializados (ver gráfico).

Camilo Herrera, fundador de la firma especializada en consumo Raddar, anticipó una dinámica positiva para la categoría de aguardientes en Colombia tras la decisión de la Corte, “ya que si las marcas definen estrategias para entrar a otros mercados, habrá más opciones para el consumidor”.

Las ventas de aguardiente, agregó, han crecido en los últimos años, lo que muestra una preferencia por el producto en el mercado y por un mayor precio de importados. “En el largo plazo, tendrán la ventaja las empresas más eficientes y con mejores productos”.

El cambio en el libreto puso a correr a las licoreras para analizar cómo sacar provecho, llegar a nuevos departamentos y defender su participación en los mercados donde ya tienen presencia. Reuniones permanentes y comités extraordinarios están a la orden del día.

Puede leer: “Aguardiente Antioqueño de la FLA llegará a siete nuevos departamentos tras decisión de la Corte”: gerente Esteban Ramos

Así se prepara la FLA

La Fábrica de Licores de Antioquia (FLA), que posee la mayor tajada del mercado con su Antioqueño, tiene altas expectativas. Su gerente, Esteban Ramos Maya, le contó a este medio sobre las grandes posibilidades que se abren en el Valle del Cauca, Tolima, Huila, Cauca o Nariño.

El año pasado vendimos 30 millones de unidades en Antioquia entre aguardiente y ron, vendemos el 48% del total aquí en el departamento. Vamos a ganar terreno en otros lugares, pero también tenemos que actuar para defender el mercado local”, vaticinó Ramos Maya, quien además valoró cómo el paisa es muy arraigado a sus marcas.

Desde luego, el efecto económico será significativo. “Si se aumenta la categoría del aguardiente, se aumenta también el impoconsumo para el departamento de Antioquia, el año pasado pagamos más de $400.000 millones, y en utilidad $300.000 millones, y en el resto del departamentos unos $300.000 millones, es decir, casi $1 billón. Uno paga donde se destapa la botella”, recordó el gerente.

Conozca más: Histórico: Corte tumba restricción a venta de aguardientes en regiones de Colombia

Así las cosas, lo que se abren son posibilidades tanto para la FLA como para Antioquia: “La compañía, en el caso de aguardientes, no tenía la posibilidad de estar en diferentes departamentos del país, ahora, con nuestro liderazgo y la premisa de robustecer los ingresos para Antioquia y apalancar programas de inversión, vemos con mucha favorabilidad la decisión de la Corte”, continuó Ramos Maya.

En su rendición de cuentas del 2024, la FLA reportó 42% de participación en el mercado nacional de licores, un 57% de peso en el segmento de aguardientes y uno de 21% en rones.

En todo el país se alistan para vender y consumir más aguardiente

Otros fabricantes también se preparan para mover sus fichas en el mercado. Jaime Mejía, gerente de Mercadeo y Ventas de la Industria Licorera de Caldas (ILC), manifestó que la apertura de fronteras para el “guaro” provocará ajustes en inventarios y hasta turnos de producción diferentes.

No obstante, habrá que esperar un poco antes de que la ILC y las demás licoreras del país puedan empezar a actuar. “En este momento no depende de nosotros, la Corte tiene que enviar el documento oficial, que no lo ha hecho, y después de que se envíe podremos solicitar los permisos de ingreso a los departamentos”, dijo.

En el escenario más negativo, describió, la ILC tardará tres meses en llevar su Aguardiente Cristal y su Aguardiente Amarillo de Manzanares a otros departamentos, principalmente Antioquia y Cundinamarca (incluyendo Bogotá).

Estimó que la competencia entre licoreras se dará especialmente en Antioquia, Valle y Cundinamarca que es donde más “guaro” se consume, y en el caso de la ILC la gran apuesta será el Amarillo de Manzanares, cuyas ventas estima en 20 millones de botellas este año, para un crecimiento de 50% versus 2024.

Le puede interesar: Aguardiente Amarillo de Manzanares anuncia que llegará a Antioquia, mercado donde manda el Aguardiente

En el caso de la Industria de Licores del Valle (ILV), que está detrás del Aguardiente Blanco del Valle, el llamado fue liderado desde la Gobernación del Valle del Cauca; la mandataria Dilian Francisca Toro reconoció que el nuevo modelo afectaría las rentas del departamento al poner en riesgo las 10 millones de unidades que vende la ILV, pero instó a un plan de modernización y expansión para que esa compañía dé la pelea en todas las regiones.

Por su lado, la Licorera de Boyacá, cuyo producto insignia es el Aguardiente Líder, aseguró estar “lista para competir y demostrar la calidad de sus productos”; por lo menos así lo afirmó Carlos Amaya, gobernador de Boyacá.

En el entre tanto, la Fábrica de Licores del Tolima busca alcanzar nuevos mercados con sus aguardientes Tapa Roja y Rosado. “Tengo que decirles que es una decisión que le conviene al Tolima. Nosotros teníamos apertura de fronteras en tres departamentos: con Antioquia, que ya venderá el Antioqueño aquí al departamento del Tolima; con Caldas; y también, con Cundinamarca. Ellos podían traer y nosotros no podíamos venderle a esos departamentos. Ahora vamos a estar en todo el país”, comentó Adriana Matiz, gobernadora del Tolima.

Puede leer: “Esperamos cerrar el año con más de 70 millones de botellas vendidas, cifra histórica”: gerente de la FLA

Infográfico

¿Cómo serán las ventas de aguardiente en el exterior?

En análisis del investigador económico Luis Fernando Ramírez, la competencia será más voraz entre los líderes del mercado, es decir, el Aguardiente Antioqueño y el Aguardiente Amarillo de Manzanares, partiendo de que “el consumidor tiene más conocimiento de ellos”.

Una teoría interesante de Ramírez, es que podrían venir movidas interesantes y lanzamientos de las licoreras para aprovechar los nuevos mercados. Esto, recordando exitosos productos recientes como el Aguardiente Antioqueño Real 24° con el que la FLA disparó las ventas en diciembre, o el propio Aguardiente Rosado del Tolima.

Además: La industria del aguardiente en diciembre: así se mueven las ventas en Antioquia y en el país

Y si bien es cierto que el mercado colombiano será más competido, el profesor cree que el gran reto para estas compañías es llegar con más fuerza al exterior con sus licores. Se recuerda que en el caso de la FLA, la presencia internacional se extiende a 42 países y representa el 10% de las ventas. Incluso, su “guaro” llega hasta Australia.

En concepto de José Ignacio López, presidente de Anif, los cambios producidos por la determinación de la Corte pueden afectar en el corto plazo la renta de algunos departamentos, pero la libre competencia traerá innovación. “Gana el consumidor y tendremos más rentas fiscales. Y , ¿por qué no soñar con hacer del aguardiente una bebida internacional como ocurrió con el tequila?”.

Además, en una entrevista con Asuntos Legales esta semana, Pablo Felipe Robledo, socio de Robledo Abogados y exsuperintendente de Industria y Comercio, consideró que las rentas para los departamentos aumentarán porque subirá la oferta de aguardiente y los clientes tendrán más opciones.

Lea más: El fútbol mueve más que emociones: venta de aguardiente sube 17% cada vez que juega la Selección Colombia

El reto de hacer frente al licor adulterado en Colombia

Como diría aquella canción que popularizaron Garzón y Collazos: “A mí deme un aguardiente, un aguardiente de caña...”. Es que Colombia es un país “aguardientero”. Incluso, si se pudiera hacer un promedio, cada persona en nuestro país se toma 2,2 litros de “guaro” al año, según los cálculos de la Asociación Colombiana de Empresas Licoreras (Acil).

Por eso retumbó tanto esta semana la decisión de la Corte Constitucional, en el sentido de acabar la potestad de los gobernadores para limitar la comercialización de aguardientes de otras regiones dentro de sus territorios. Como quien dice, a partir de ahora habrá fronteras abiertas para ese licor.

Expertos consultados por EL COLOMBIANO creen que los grandes ganadores en todo esto van a ser los consumidores. Pero no va a ser tan fácil cómo poner a circular un aguardiente de determinada marca en otro departamento la semana que viene. Las licoreras deberán, primero, obtener los permisos de las respectivas gobernaciones y se estima que puedan tomar hasta tres meses.

Al cierre del 2024, el Aguardiente Antioqueño mandó la parada en la categoría, luego de vender unas 60,6 millones de botellas; le siguió el Amarillo de Manzanares, que alcanzó las 13 millones; y el podio lo completó el Blanco del Valle con sus 9,8 millones comercializados (ver gráfico).

Camilo Herrera, fundador de la firma especializada en consumo Raddar, anticipó una dinámica positiva para la categoría de aguardientes en Colombia tras la decisión de la Corte, “ya que si las marcas definen estrategias para entrar a otros mercados, habrá más opciones para el consumidor”.

Las ventas de aguardiente, agregó, han crecido en los últimos años, lo que muestra una preferencia por el producto en el mercado y por un mayor precio de importados. “En el largo plazo, tendrán la ventaja las empresas más eficientes y con mejores productos”.

El cambio en el libreto puso a correr a las licoreras para analizar cómo sacar provecho, llegar a nuevos departamentos y defender su participación en los mercados donde ya tienen presencia. Reuniones permanentes y comités extraordinarios están a la orden del día.

Así se prepara la FLA

La Fábrica de Licores de Antioquia (FLA), que posee la mayor tajada del mercado con su Antioqueño, tiene altas expectativas. Su gerente, Esteban Ramos Maya, le contó a este medio sobre las grandes posibilidades que se abren en el Valle del Cauca, Tolima, Huila, Cauca o Nariño.

“El año pasado vendimos 30 millones de unidades en Antioquia entre aguardiente y ron, vendemos el 48% del total aquí en el departamento. Vamos a ganar terreno en otros lugares, pero también tenemos que actuar para defender el mercado local”, vaticinó Ramos Maya, quien además valoró cómo el paisa es muy arraigado a sus marcas.

Desde luego, el efecto económico será significativo. “Si se aumenta la categoría del aguardiente, se aumenta también el impoconsumo para el departamento de Antioquia, el año pasado pagamos más de $400.000 millones, y en utilidad $300.000 millones, y en el resto del departamentos unos $300.000 millones, es decir, casi $1 billón. Uno paga donde se destapa la botella”, recordó el gerente.

Así las cosas, lo que se abren son posibilidades tanto para la FLA como para Antioquia: “La compañía, en el caso de aguardientes, no tenía la posibilidad de estar en diferentes departamentos del país, ahora, con nuestro liderazgo y la premisa de robustecer los ingresos para Antioquia y apalancar programas de inversión, vemos con mucha favorabilidad la decisión de la Corte”, continuó Ramos Maya.

En su rendición de cuentas del 2024, la FLA reportó 42% de participación en el mercado nacional de licores, un 57% de peso en el segmento de aguardientes y uno de 21% en rones.

En todo el país se alistan

Otros fabricantes también se preparan para mover sus fichas en el mercado. Jaime Mejía, gerente de Mercadeo y Ventas de la Industria Licorera de Caldas (ILC), manifestó que la apertura de fronteras para el “guaro” provocará ajustes en inventarios y hasta turnos de producción diferentes.

No obstante, habrá que esperar un poco antes de que la ILC y las demás licoreras del país puedan empezar a actuar. “En este momento no depende de nosotros, la Corte tiene que enviar el documento oficial, que no lo ha hecho, y después de que se envíe podremos solicitar los permisos de ingreso a los departamentos”, dijo.

En el escenario más negativo, describió, la ILC tardará tres meses en llevar su Aguardiente Cristal y su Aguardiente Amarillo de Manzanares a otros departamentos, principalmente Antioquia y Cundinamarca (incluyendo Bogotá).

Estimó que la competencia entre licoreras se dará especialmente en Antioquia, Valle y Cundinamarca que es donde más “guaro” se consume, y en el caso de la ILC la gran apuesta será el Amarillo de Manzanares, cuyas ventas estima en 20 millones de botellas este año, para un crecimiento de 50% versus 2024.

En el caso de la Industria de Licores del Valle (ILV), que está detrás del Aguardiente Blanco del Valle, el llamado fue liderado desde la Gobernación del Valle del Cauca; la mandataria Dilian Francisca Toro reconoció que el nuevo modelo afectaría las rentas del departamento al poner en riesgo las 10 millones de unidades que vende la ILV, pero instó a un plan de modernización y expansión para que esa compañía dé la pelea en todas las regiones.

Por su lado, la Licorera de Boyacá, cuyo producto insignia es el Aguardiente Líder, aseguró estar “lista para competir y demostrar la calidad de sus productos”; por lo menos así lo afirmó Carlos Amaya, gobernador de Boyacá.

En el entre tanto, la Fábrica de Licores del Tolima busca alcanzar nuevos mercados con sus aguardientes Tapa Roja y Rosado. “Tengo que decirles que es una decisión que le conviene al Tolima. Nosotros teníamos apertura de fronteras en tres departamentos: con Antioquia, que ya venderá el Antioqueño aquí al departamento del Tolima; con Caldas; y también, con Cundinamarca. Ellos podían traer y nosotros no podíamos venderle a esos departamentos. Ahora vamos a estar en todo el país”, comentó Adriana Matiz, gobernadora del Tolima.

A apuntarle al exterior

En análisis del investigador económico Luis Fernando Ramírez, la competencia será más voraz entre los líderes del mercado, es decir, el Aguardiente Antioqueño y el Aguardiente Amarillo de Manzanares, partiendo de que “el consumidor tiene más conocimiento de ellos”.

Una teoría interesante de Ramírez, es que podrían venir movidas interesantes y lanzamientos de las licoreras para aprovechar los nuevos mercados. Esto, recordando exitosos productos recientes como el Aguardiente Antioqueño Real 24° con el que la FLA disparó las ventas en diciembre, o el propio Aguardiente Rosado del Tolima.

Y si bien es cierto que el mercado colombiano será más competido, el profesor cree que el gran reto para estas compañías es llegar con más fuerza al exterior con sus licores. Se recuerda que en el caso de la FLA, la presencia internacional se extiende a 42 países y representa el 10% de las ventas. Incluso, su “guaro” llega hasta Australia.

En concepto de José Ignacio López, presidente de Anif, los cambios producidos por la determinación de la Corte pueden afectar en el corto plazo la renta de algunos departamentos, pero la libre competencia traerá innovación. “Gana el consumidor y tendremos más rentas fiscales. Y , ¿por qué no soñar con hacer del aguardiente una bebida internacional como ocurrió con el tequila?”.

Además, en una entrevista con Asuntos Legales esta semana, Pablo Felipe Robledo, socio de Robledo Abogados y exsuperintendente de Industria y Comercio, consideró que las rentas para los departamentos aumentarán porque subirá la oferta de aguardiente y los clientes tendrán más opciones.

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