Las plataformas de donación, ¿es seguro participar?

Desde causas sociales, eventos y educación se pueden financiar a través de estas. Sepa cómo funcionan y qué debe tener en cuenta antes de aportar.

A través de las diferentes plataformas de donación se pueden conseguir fondos para aportar a una causa o proyecto. Foto: Carlos Velásquez

Las plataformas de donación, ¿es seguro participar?

Hasta hace poco, cualquier persona que quería sacar un proyecto personal o empresarial adelante o quería apoyar alguna causa social, tenía opciones como pedir una subvención, un crédito a un banco o hacer una vaca entre amigos y familiares. Sin embargo, la llegada de alternativas como el crowdfunding (redes de financiación colaborativa) abrieron nuevas posibilidades.

Según la Unidad de Regulación Financiera (URF), existen cuatro categorías de crowdfunding en el mundo: donación, recompensa, préstamo y de inversión. Para las dos primeras, el dinero recaudado se destina a un proyecto social o para prepagar un producto de tal manera que el aportante no espera un retorno financiero por el dinero entregado.

Por su parte, el modelo de préstamo, conocido como crowdfunding lending y el de inversión, generalmente llamado investment crowdfunding, son esquemas financieros en los que el aportante sí espera un retorno económico por los recursos entregados.

Algunas plataformas

A través de las diferentes plataformas de donación se pueden conseguir fondos para aportar a una causa o proyecto. Esta modalidad no ofrece retribución por el aporte del dinero, por lo que la “recompensa” es la satisfacción de haber participado en el proyecto, causa o formar parte de una comunidad.

En Colombia, en cuanto a crowdfunding de donaciones, se destacan plataformas como Vaki, por medio de la cual se pueden financiar diversos proyectos como eventos, viajes, campañas políticas, emprendimientos y causas sociales; y Dona por la Educación, de la Fundación Help, que permite conectar a estudiantes con donantes de todo el mundo para recolectar recursos que financien proyectos educativos.

Según Raíssa de Mello João, cofundadora de Vaki, actualmente están abarcando diferentes tipos de financiación colectiva: recompensas y donaciones (Vaki Impacto), preventas (Vaki Starter), suscripciones (Vaki Sponsors), política (Vaki Politics), personas y amigos (Vaki Fun) y deuda y capital (Vaki Invest).

“Vamos a lanzar pronto Vaki Starter, que será para que emprendedores prevendan sus productos. La idea es que los que no puedan recurrir a financiación bancaria puedan mostrar sus productos y comprometerse a entregarlos en un tiempo determinado. Quienes van a estar financiando la producción son los propios compradores y clientes de esos emprendedores”, expresó de Mello.

Y agregó que desde su creación en 2016, Vaki ha facilitado la recaudación de más de 5 millones de dólares para proyectos publicados en su plataforma y hasta la fecha tienen más de 50.000 aportes y 1 millón de dólares recolectados.

Diego Escallón Arango, es el director de Help, organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo es ayudar a jóvenes a terminar sus estudios y ser un canal para la consecución de fondos para financiar estudios y proyectos de educación.

“Antes teníamos una plataforma de crowdfunding que se llamaba Help, pero como tenía el mismo nombre de la fundación, decidimos este año cambiarlo por Dona por la Educación, para diferenciarlas”, dijo.

Esta plataforma de financiamiento colaborativo, según Escallón, es única y exclusivamente para educación, por lo que se pretende unir a aquellas personas que creen que la educación es fundamental con quienes tienen la necesidad de financiar proyectos educativos de cualquier nivel.

Desde 2016, cuando comenzó a funcionar la plataforma de Help -cuyo nombre y modelo cambió hace tres meses- ha recaudado alrededor de $185 millones

¿Cuánto cuesta?

En el caso de Vaki, al crear una campaña se aplican costos como el 6 % sobre aporte aprobado por el uso de la plataforma y el 4 % de comisión para las pasarelas de pago. Esto depende, según de Mello, del país de donde venga el aporte, del medio de pago y de la plataforma de pago utilizada.

Por su parte, aunque en Dona por la Educación crear una campaña es gratis, hay costos administrativos y de transacción que se deben pagar cuando se empiezan a recibir las donaciones. En este caso, la contribución por el sostenimiento de la plataforma es de 4,5 % sobre aporte aprobado. En cuanto a las pasarelas de pago se cobra una comisión del 5,5 % sobre aporte aprobado.

¿Es seguro donar?

El destino del dinero, si realmente llega o no a la causa, proyecto, evento o emprendimiento, es una de las preguntas frecuentes que se pueden hacer las personas interesadas en donar.

De Mello explicó que en Vaki, con el fin de aumentar la transparencia de la destinación de los recursos, los creadores de las campañas de Vaki deben subir a un espacio determinado de la plataforma las facturas correspondientes.

“Para otras campañas en las que se deben hacer compras grandes pasamos directamente el dinero al proveedor con las facturas de lo que se dijo en la Vaki que se iba a comprar. Para temas de causas médicas lo que hacemos es hablar con las clínicas y con los médicos que están a cargo de los pacientes antes de aprobar la Vaki. Todas las Vaki que tenemos ya están verificadas. Es importante decir que todos los creadores de las campañas, sean personas naturales o jurídicas, pasan por una revisión de bases datos nacionales e internacionales”, apuntó de Mello.

Por su parte, Escallón afirmó que en Dona por la Educación el dinero que se recolecte es administrado por Fundación Help.

“Cada persona es la responsable de que los recursos lleguen efectivamente a lo que le estás diciendo a la gente. Sin embargo, buscando proteger un poco a los donantes, si se trata de matrículas educativas, solo giramos directamente a las instituciones de educación. Y si se trata de proyectos en educación, giramos los recursos únicamente al responsable del proyecto, siempre y cuando nos garantice que se hará un uso adecuado de los recursos”, dijo Escallón.

Lo que debe tener en cuenta

“El temor de muchos aportantes es si efectivamente los proyectos son reales y si aquello que yo aporto voluntariamente va a terminar llegando a la persona que corresponde. Lo que hay que revisar siempre es si la plataforma o entidad a través de la cual se hará la colaboración o el aporte tiene los permisos necesarios. Sin embargo, como esta tendencia apenas está empezando en el país, es muy importante conocer las experiencias pasadas”, afirmó Rafael Felipe Gómez Uribe, abogado especialista en derecho comercial.

La invitación de Gómez es a que no solo se vea a través del “vidrio panorámico”, sino también a través del retrovisor: “Es importante validar si la causa cuya financiación se pretende es real. También hay que analizar ese pasado, casos e historias de la vida real, sobre todo para quienes van a hacer aportes importantes en materia económica”, dijo.

Para Carlos Betancur Gálvez, country manager en BTODigital Colombia y Latinoamérica, agencia multinacional de marketing digital, no hay manera de asegurar completamente que no haya estafas: “Lo único que se podría es hacer un rastreo buscando información sobre los que están recaudando el dinero a través de estas plataformas. Es decir, que sean gente real, que tengan buena reputación. Sin embargo, hay mucha información asimétrica y es muy complicado asegurar un 100 % que el dinero será bien usado y que se está aportando a una causa correcta”.