“Desde la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) nos parece que es un buen anuncio pero seguimos insistiendo especialmente a quienes en definitiva va a tener la definición, al presidente Gustavo Petro, a que se aproxime lo más que se pueda a 16%”, señaló Arias.
El presidente de la CUT agregó que en caso que se de el aumento que ellos proponen sería una “excelente noticia para los trabajadores y trabajadoras de Colombia”.
Las propuestas de las centrales y los empresarios
Las centrales obreras propusieron un aumento de 16%, mientras que los empresarios plantearon inicialmente un ajuste de 7,21%. Frente a estas posiciones, Sanguino señaló que ambas partes mostraban disposición para acercar posturas; sin embargo, Arias advirtió que los trabajadores no reducirían su propuesta si los empresarios tampoco lo hacían.
Desde la perspectiva sindical, un incremento de 16% llevaría el salario mínimo a $1.650.680, más $232.000 por auxilio de transporte. En contraste, la propuesta empresarial de 7,21% fijaría el mínimo en $1.525.598, con un auxilio de transporte de $214.420.
Se agudiza el pulso por el ajuste
Agregó que “la discusión de salario mínimo debe ser la búsqueda de las mejores condiciones para los trabajadores en forma individual y para sus familias, pero también en lo colectivo, la búsqueda de mayor generación de trabajo, menor informalidad, mayor desarrollo, mayor competitividad de los productos y las empresas, menor inflación para los hogares, menor impacto para las finanzas públicas para el estado, mayor beneficio general. Como en muchos casos en economía, se trata de buscar un equilibrio entre múltiples variables con el infinito, más la mejor decisión para toda la ciudadanía”.
Ante el comentario, el presidente de la CUT se sintió aludido y respondió: “La discusión del salario mínimo es política por naturaleza propia. Si usted la cataloga como un error, me imagino que se está haciendo una autocrítica puesto que son ustedes, los gremios empresariales, quienes la han convertido en una discusión política de oposición radical e irracional contra el Gobierno de @petrogustavo”.
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Igualmente, mencionó: “Mi candidatura al Senado no tiene nada de inmoral. Inmoral es haber tenido presidentes del país manejados como títeres por los gremios empresariales. Inmoral es tener congresistas que se mueven según los intereses de los ricos del país. Yo siempre he defendido a las trabajadoras y trabajadores en las diversas posiciones en las que he estado dentro del movimiento sindical. También puedo seguir defendiendo a la clase trabajadora en el Congreso. Allá voy a llegar y así lo voy a hacer”.