Luego de dos años de trabajo intenso y consecutivo que incluyó la participación de distintas comunidades locales y étnicas, diferentes sectores productivos del país, jóvenes, mujeres líderes y la comunidad científica, la National Audubon Society, el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, la Red Nacional de Observadores de Aves y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, presentaron la nueva Estrategia Nacional para la Conservación de las Aves (ENCA) 2030.
Se trata de una estrategia que busca, a partir de todas las voces, la experiencia y el conocimiento recibidos de las 2.000 personas que asistieron virtual y presencialmente a más de 30 talleres comunitarios de todas las regiones del país, priorizar las relaciones entre las aves, los humanos y sus hábitats, ya que Colombia cuenta con un registro de 1966 especies en el territorio continental, insular y las aguas territoriales del país, siendo Cauca, Nariño y Antioquia los departamentos donde se concentran la mayor cantidad de ejemplares.
Según explican las organizaciones que lideraron el proceso, este nuevo documento es una actualización de la ENCA construida en el año 2000, el cual resulta estratégico si se tiene en cuenta que después de 20 años, se evaluaron los logros obtenidos, los aciertos y desafíos y se plantearon metas renovadas para los próximos 20 años, ajustadas a la nueva realidad nacional.
“Ser el país número uno en aves del mundo nos otorga una gran responsabilidad en la protección de esta inmensa riqueza. Por eso, esta Estrategia Nacional para la Conservación de las Aves nos permite trazar la ruta para potenciar el desarrollo local de la mano de las comunidades, a través del aviturismo. Además, esta iniciativa se une con nuestros propósitos de Gobierno para contener la deforestación y promover la restauración de diferentes ecosistemas en el país, especialmente en la Amazonía”, explica Susana Muhamad, ministra de ambiente y desarrollo sostenible.
Algunas preguntas que quedan sobre la mesa a propósito de la conservación de las aves en el territorio nacional, y que responden los líderes de la estrategia:
¿De qué le sirve al país tener esta Estrategia? ¿Qué avances hubo frente a la anterior, del año 2000?
“Las aves se han convertido en un indicador y grupo sombrilla para articular acciones de conservación en Colombia. La Estrategia es un elemento integrador, pues en su formulación reunió a todos los sectores y regiones del país para trabajar bajo el mismo lema, con un mismo propósito y con múltiple incidencia. Los colombianos encuentran una oportunidad de conservación de los ecosistemas, regiones, cultura y desarrollo a través de las aves. Es por eso que la Estrategia es un instrumento armonizador que permite integrar todas las acciones, articularlas y promover el desarrollo sostenible del país. Con esta amplia convocatoria y participación, se logra una mejor apropiación e implementación de los lineamientos de la ENCA 2030. Es una estrategia por y para todo el país”.
¿La ENCA 2030 en qué aspectos de la conservación de las aves se enfoca?
“Los colombianos propusieron que la ENCA 2030 trabaje a partir de cinco líneas estratégicas: la primera, en un eje de comunicación que invite a todos los ciudadanos a conocer sobre la importancia y movilizarnos a través de las aves; la segunda línea se enfoca en el trabajo con el sector productivo y llevar las mejores prácticas sostenibles; como tercera, en el fortalecimiento de las iniciativas comunitarias que vienen trabajando en el monitoreo y conocimiento tradicional de las aves; la cuarta línea busca trabajar con las entidades territoriales para definir áreas estratégicas para las aves; y finalmente la quinta línea busca la generación de conocimiento, articulando el científico, tradicional y sectorial”.
¿Qué pueden hacer los productores de agro y ganadería con esta estrategia?
“La ENCA 2030 invita al sector productivo a trabajar en mejorar las prácticas productivas, para la conservación de las aves y los ecosistemas. Queremos invitar al sector agropecuario para buscar oportunidades Los sistemas de silvopastoreo incorporan árboles y arbustos a los pastos, proporcionando hábitat a las aves y mejorando la conectividad en los paisajes fragmentados por la ganadería. Al incorporar flora amigable con las aves en las fincas y reducir el uso de químicos, se puede proteger la vida silvestre, el suelo y el agua, al tiempo que mejora la productividad y la rentabilidad de los agrícola”.
¿Cómo se relaciona esta Estrategia con temas ambientales prioritarios como la tala de bosques, la deforestación del Amazonas, asuntos que el gobierno ya ha definido como eje de su programa?
“La ENCA 2030 prioriza temas como la deforestación, protección al agua, concientización al cambio climático, entre otros temas del plan de gobierno, porque son desafíos que se identificaron y requieren continuidad en su fortalecimiento y trabajo. La ENCA 2030 postula metas para mitigar la deforestación y promover la restauración de las áreas de diferentes regiones del país, en especial del Amazonas”.
¿Qué acciones hay, específicas, para promover el aviturismo o el turismo de naturaleza?
“La ENCA 2030 define el aviturismo y el conocimiento tradicional cultural como elementos claves para conservar y visibilizar. Las comunidades locales evidencian un fortalecimiento de sus regiones a través del aviturismo. La ENCA, entonces, propone seguir fortaleciendo las rutas de aviturismo existentes, así como la creación de nuevas rutas; trabajar con el gobierno para el desarrollo de infraestructura y capacitación a las comunidades locales en guías. La implementación se debe articular con los entes gubernamentales y las organizaciones comunitarias, así como los operadores que trabajan a nivel nacional y regional. Actualmente hay una propuesta de ley que busca fortalecer el aviturismo en el país, liderada por la senadora Soledad Tamayo”.
La estrategia fue construida de forma participativa, según afirman. ¿Qué grupos étnicos o comunidades participaron? ¿Dónde en la Estrategia se reflejan sus aportes?
“Grupos de todas las regiones del país, en especial del Amazonas, Pacífico, Caribe, Orinoquía y Andina, tales como Wayuu, Embera-Chamí, Arahuaco, Misak, Yanaconas, Pijao, Nasa, entre otros. La ENCA 2030 define a la apreciación cultural hacia las aves como un elemento necesario para visibilizar y reconocer, en especial el conocimiento ancestral y la taxonomía étnica”.
¿Qué otros países cuentan con estrategias similares? ¿Qué diferencia a esta de Colombia?
“Chile cuenta con una ENCA, liderada por el Ministerio de Ambiente, proceso que Audubon también apoya. Los equipos de Colombia y Chile vienen articulando el trabajo, y en ambos casos las ENCA están en la fase de implementación. Así, trabajamos en conjunto para el desarrollo de un manual o playbook sobre la importancia de contar con estrategias nacionales de conservación, la necesidad de llevarlas a instancias de políticas públicas y replicarlas en los demás países de las Américas”.
¿Qué esperan que suceda con la Estrategia, cómo se imaginan el asunto en 2030?
“Queremos que la ENCA sea una política pública, que Colombia pueda articular diferentes acciones de conservación tomando a las aves como un grupo sombrilla; las aves nos indican el estado de conservación de los ecosistemas, pero también tienen un significado especial para los colombianos, de pertenencia. Queremos sentirnos orgullosos, pero comprometidos de seguir siendo el país de las aves”.