Irán denunció este viernes como una decisión “sesgada y política” la atribución del premio Nobel de la Paz a la encarcelada defensora de los derechos de las mujeres en la República Islámica Narges Mohammadi.
“Tomamos nota de que el comité Nobel concedió el premio de la Paz a una persona que fue declarada culpable de reiteradas violaciones de la ley y que cometió actos delictivos”, afirmó en un comunicado el portavoz iraní del Ministerio de Relaciones Exteriores, Nasser Kanani.
“Condenamos esta acción sesgada y política”, agregó, insistiendo en que en la declaración del comité se habían difundido “afirmaciones erróneas” sobre asuntos internos de Irán.
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El vocero denunció “un acto político e intervencionista, que implicaba a varios gobiernos europeos”. En su opinión, la atribución del galardón forma parte de “las presiones ejercidas por entornos occidentales contra Irán”.
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Mohammadi, que en las últimas dos décadas ha sido acusada en múltiples ocasiones de difundir propaganda y cometer actos contra la seguridad nacional, fue recompensada “por su combate contra la opresión de las mujeres en Irán y su lucha por promover los derechos humanos y la libertad para todos”, declaró la presidenta del comité Nobel noruego, Berit Reiss-Andersen.
El premio a la periodista y activista, de 51 años, también fue criticado por la prensa iraní.
Para la agencia de noticias oficial IRNA, el comité Nobel recompensó a “una mujer que colaboró con grupos terroristas”, “desconocida en su propio país, especialmente de las mujeres iraníes”. El objetivo del premio era “politizar el concepto de derechos humanos”, agregó.
La agencia de noticias Tasnim describió a Mohammadi como una “condenada” que cometió actividades “subversivas”.
El premio a Mohammadi llega al calor de un amplio movimiento de protesta en Irán tras la muerte bajo custodia policial, hace un año, de Mahsa Amini, detenida por supuestamente vulnerar el estricto código de vestimenta que rige en el país, donde las mujeres deben llevar velo.
Mohammadi ha dedicado su vida a defender los derechos humanos en Irán, oponiéndose al velo obligatorio y a la pena de muerte y siendo repetidamente encarcelada por ello desde hace 22 años, cuando fue detenida por primera vez.
El pasado 16 de septiembre, Mohammadi y otras tres prisioneras quemaron sus velos en el patio de la cárcel en Teherán, conmemorando el aniversario de la muerte de Amini, según su cuenta de Instagram, gestionada por su familia.
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La ONU abogó por su liberación
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, celebró un “tributo a todas las mujeres que luchan por sus derechos arriesgando su libertad, salud e incluso sus vidas”.
Este Nobel es “un recordatorio importante de que los derechos de mujeres y niñas están enfrentando una fuerte resistencia, incluso a través de la persecución de defensoras de derechos humanos, en Irán y otros lugares”, agregó.
La ONU, el comité Nobel y el presidente estadounidense Joe Biden instaron a Irán a liberar a la premiada y Reporteros Sin Fronteras (RSF) recordó que es objeto de “un hostigamiento judicial y policial para silenciarla”.
El premio es un reconocimiento de que “el mundo todavía escucha la voz de Narges Mohammadi pidiendo libertad e igualdad”, expresó Biden en un comunicado.