La Celac apoya el diálogo en Venezuela, pide a EE. UU. el fin de las medidas contra ese país y condena la criminalización de la migración irregular, según la declaración final de la V cumbre de ese foro regional que se celebró ayer en República Dominicana.
La Celac exige también la devolución a Cuba de la base militar estadounidense de Guantánamo y el fin “sin condicionamientos” del bloqueo económico de EE. UU. a ese país, de acuerdo con la llamada Declaración Política de Punta Cana.
El documento se da tras una sesión plenaria cargada de comentarios sobre las “amenazas” procedentes del norte tras la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.
“Todas las acciones que impulsemos en nuestra presidencia pro tempore deben hacernos avanzar hacia una agenda inclusiva, humana y fuerte, que sea capaz de concertar esfuerzos e impulsar soluciones (...) a los cambios que experimentamos a escala global, particularmente en la atención que nos merece el relevo en la administración de Estados Unidos”, indicó el presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén.
El presidente cubano, Raúl Castro, consideró “preocupante” que el nuevo gobierno del presidente de EE. UU., Donald Trump, haya declarado “intenciones que ponen en riesgo los intereses” de Latinoamérica y el Caribe en las esferas del comercio, el empleo, la migración y el medio ambiente.
Por último, entre los comentarios de otros mandatarios, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, se despidió de la Celac —debido a que termina su mandato en mayo—, y afirmó que la solución a la migración no está en un muro: “la solución para detener la migración es solidaridad, es humanidad y crear condiciones de bienestar y paz para los habitantes del planeta”.