El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una de las medidas más polémicas de su segundo mandato: elevar a US$100.000 la tarifa de las solicitudes de la visa H-1B, un programa que cada año entrega 85.000 permisos a trabajadores extranjeros altamente calificados. El cambio, que entró en vigor el 21 de septiembre y regirá hasta 2026, busca —según la Casa Blanca— frenar el fraude en el sistema y obligar a las empresas a reservar el visado solo para quienes sean considerados “talento de primera línea”.
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¿Qué es la H-1B y a quién beneficia?
La H-1B es una visa temporal y no inmigrante que permite a empresas estadounidenses contratar a profesionales con título universitario en campos como la informática, la ingeniería, la salud y la investigación. Tiene una duración inicial de tres años, prorrogable a seis, aunque existen excepciones para quienes avanzan en la ruta hacia la residencia permanente.
En 2024, el 64 % de las aprobaciones correspondió al sector informático, mientras que arquitectura, ingeniería y educación sumaron cerca de un 20 %. Los gigantes tecnológicos como Amazon, Google, Meta, Microsoft y Apple son los mayores patrocinadores de este visado.
El salto desproporcionado en las tarifas
Hasta ahora, aplicar a una H-1B costaba US$460. Con la nueva política, las empresas deberán pagar US$100.000 por cada trabajador patrocinado, un aumento que expertos consideran diseñado para disuadir a las compañías de contratar extranjeros, salvo que sean considerados esenciales.
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“Es muy desproporcional. La intención es que solo los empleadores dispuestos a pagar por trabajadores extremadamente calificados se atrevan a patrocinar una H-1B”, explicó Eduarda Costa, directora comercial en D4U Immigration, firma especializada en migración laboral.
La Casa Blanca defendió la medida como una forma de atraer talento de profesionales comprometidos con apoyar al país norteamericano: “El presidente Trump firma una orden ejecutiva para abrir nuevos caminos a personas extraordinarias que estén comprometidas con apoyar a Estados Unidos y contribuir al país a través de una inmigración acelerada”.
Una ventana para Colombia y América Latina
Paradójicamente, este panorama abre una oportunidad para países como Colombia. A diferencia de India y China, donde las listas de espera para la residencia son largas, los colombianos enfrentan procesos más ágiles para acceder a la green card.
“Queremos que más colombianos sepan que pueden ser interesantes para Estados Unidos por su experiencia y formación, incluso si no tienen una oferta laboral”, señaló Costa, quien citó el caso de un técnico aeronáutico de Avianca, quien obtuvo la residencia bajo la categoría EB-2 por la relevancia de su trabajo para la industria aérea estadounidense.
¿Qué alternativas hay para la H-1B?
Para quienes no puedan costear la tarifa o no consigan patrocinador, existen otras rutas migratorias. Entre ellas, la EB-2 National Interest Waiver, que permite aplicar a la residencia sin empleador si se demuestra una trayectoria académica o profesional valiosa para el país; la EB-1, para talentos con logros extraordinarios; o la EB-5, que concede la green card a inversionistas que aporten al menos US$800.000.
“Estas categorías permiten construir un plan migratorio más estable que depender de una visa temporal como la H-1B, que siempre estará expuesta a cambios políticos y a la dependencia de un empleador”, subrayó Costa.
Un debate abierto
La Casa Blanca insiste en que la medida protege empleos locales y combate fraudes. Silicon Valley, en cambio, lo consideró un desincentivo para atraer al mejor talento global. Mientras figuras como Steve Bannon califican la H-1B como una “estafa”, empresarios como Elon Musk han salido en su defensa.
En contraste, Costa señaló que uno de los factores que explican la contratación de talento extranjero es el alto costo de la educación en Estados Unidos, que limita el acceso de muchos ciudadanos a carreras universitarias o de posgrado. Esa brecha genera escasez de profesionales en áreas clave como ingeniería, salud, hospitalidad o tecnología, donde las compañías requieren mano de obra calificada.
La ejecutiva recalcó además que la nueva tarifa de US$100.000 aplicará únicamente para nuevas solicitudes tras la próxima convocatoria de 2026. “Las personas que ya cuentan con una visa H-1B no deben preocuparse, no se verán afectadas por esta nueva disposición”, dijo.
De ahí que, más allá de la polémica, los colombianos tengan hoy un abanico de alternativas migratorias que adquieren un nuevo valor. “Es un buen momento para que profesionales de nuestra región exploren vías de residencia permanente que no dependan de un patrocinador”, concluyó, Eduarda Costa, directora comercial en D4U Immigration.